El 22 de abril de 2017 quedó reinaugurada la Plaza Alberdi. Mucha gente estuvo presente en aquel sábado otoñal con una gran expectativa que generó el ver nuevamente en condiciones un espacio tan santafesino como ese.
El deterioro se aprecia a simple vista: basura, juegos rotos y un parquizado que nunca lució como se planeaba.
El 22 de abril de 2017 quedó reinaugurada la Plaza Alberdi. Mucha gente estuvo presente en aquel sábado otoñal con una gran expectativa que generó el ver nuevamente en condiciones un espacio tan santafesino como ese.
La obra tuvo su parte polémica mientras estaba en plena tarea de renovación. Hubo, por ejemplo, grupos de ambientalistas protestando por la quita de algunos árboles que, según siempre expresó el municipio en aquel entonces, fueron transplantados. También los “manteros” que se ubicaron durante años sobre el Pasaje Falucho, fueron parte de los reclamos.
Lo cierto es que el proyecto hacía ilusionar a la gente con espacios verdes amplios, con panes de pasto que fueron colocados para la ocasión, tanto en las zonas de juegos como en otros sectores para que la gente pueda estar cómoda disfrutando del aire libre. Esto, lamentablemente y con el paso del tiempo, no pudo ser posible. Quien pasa ahora por el lugar, puede ver que aquel ideal que se buscaba, no está.
Además del “poco verde” que hay, seis años después, hay muchas falencias que con un mantenimiento más adecuado, se hubieran evitado.
Los tachos de basuras están en malas condiciones y la mayoría de ellos, casi siempre rebalsados de desperdicios. Hay también grandes macetones averiados y los monumentos descuidados.
Los juegos para niños es otro de los déficits que presenta en la actualidad la Plaza Alberdi. Hay muchos cuyo elemento principal son las sogas para que los menores puedan trepar e ir agarrándose. No todas están bien, muchas se encuentran cortadas y “atadas a mano”. También hay varias hamacas en malas condiciones, con sus cadenas rotas.
Hay también cuestiones sociales que influyen en estas problemáticas. Es constante la presencia de gente en situación de calle que toma la Plaza Alberdi como su casa. Con baño incluido.
Un párrafo aparte, no menos importante y una cuestión que viene de años, es el abandono y desuso total que tiene el sector donde está ubicada la escalera mecánica y el ascensor que anduvieron poco más de un año. Hoy, ese sector, está lleno de grafitis y basura que dejan el lugar casi intransitable.
Todo el tramo que va sobre calle Rivadavia, donde por ejemplo está ubicado uno de los “ecopuntos” de reciclaje, es el que en mejores condiciones está. Con más verde y flores cuidadas.
Algo similar ocurre por el lado de Avenida 27 de Febrero donde también se observa en buenas condiciones todo el parquizado y el cuidado de los árboles.
Pero la cuestión pasa por dentro, por el corazón de la Plaza del Alberdi.
Algo diametralmente opuesto a la realidad de la Plaza Alberdi, está a unos pocos metros del lugar. Cruzando calle Tucumán está la Plaza Colón, también conocida como Plaza de las Palomas. Allí el cuidado es notorio, permanente y los juegos están en condiciones. Algo para destacar teniendo en cuenta la poca distancia que hay entre los dos sectores.