El abandono de espacios verdes es una postal frecuente en la ciudad, sin distinción de zonas.
Cestos caídos, faroles descompuestos y juegos en mal estado, algunos de los “detalles” de una desidia que se repite en muchos lugares de la ciudad.
El abandono de espacios verdes es una postal frecuente en la ciudad, sin distinción de zonas.
Es el caso de la plazoleta de barrio Sur ubicada en la intersección de calle San Martín y Moreno, donde a simple vista se observan varias situaciones irregulares. Hay dos cestos de basura: uno, directamente tumbado en el piso, con suciedad alrededor. El otro, “apoyado” en un poste de luz, sacado de su lugar original. Los grafitis, en cualquier lugar, son también una muestra clara de la desidia.
Una vecina que se encontraba en la plazoleta junto a sus perros, le comentó a El Litoral: “Vivo hace dos años acá enfrente. Bajo con ellos (por los perros) siempre con bolsitas de nylon para juntar sus necesidades. Algo que lamentablemente, no todos hacen”. Pero la “bolsita”, aseguró la vecina, se la tiene que llevar a la casa porque no tiene donde tirarla.
“Hace poco tiempo atrás, subió un camión de la municipalidad para cambiar los focos de las farolas. No solo no los cambiaron, o bien pusieron algunos que no funcionaban, sino que al subir el móvil a la plaza, rompió distintas partes de los ladrillos que conforman los canteros”, describió la vecina.
Esto también da cuenta de que a la noche esa esquina es una completa oscuridad.
Los juegos para niños están en mal estado, en tanto el pasto y las flores del lugar no tienen el cuidado que corresponde.