Luciano Andreychuk
Fue por resolución. El PJ impuso su mayoría simple y dispuso suspender el proceso realizado en agosto.
Luciano Andreychuk
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Twitter: @landreychuk
“Éste no es el camino. No vamos a ningún lado así”, dijo un concejal mirando por la ventana en lontananza, como quien no mira nada. Pegó una pitada de cigarrillo, tórrida y profunda. “No era la salida que queríamos para este tema”, dijo y se fue. El Concejo terminaba de aprobar una resolución que dispone la inmediata suspensión del llamado a licitación pública para la concesión de la explotación de la Terminal de Ómnibus.
Esa licitación ocurrió 28 de agosto pasado; hubo un sólo oferente. La oposición en el Concejo pidió públicamente la nulidad y revocatoria de ese proceso licitatorio, por estar “viciado de irregularidades”, como dio a conocer oportunamente este medio. Además de la suspensión, la resolución plantea que ese proceso licitatorio se realizó sobre pliegos no aprobados por el Concejo. Y se pidió al Ejecutivo que los remita al Concejo para ser evaluados y analizados.
Esta resolución se aprobó sólo con los 9 votos del interbloque frentista —mayoría simple— y fue autora la edila Alejandra Obeid. Los cuatro ediles oficialistas (Adriana Molina, Carlos Suárez, Rossana Ingaramo Mariano Cejas) votaron en contra; y los cuatro radicales frentistas (Leonardo Simoniello, Leandro González, Sergio Basile y Franco Ponce de León) se abstuvieron.
Ocurrió que éstos últimos cuatro quisieron hacer avanzar sobre tablas un proyecto propio, donde proponían crear una comisión de seguimiento de elaboración y ejecución del Master Plan de Renovación y Desarrollo de la terminal. Primero se ingresó como ordenanza (que luego quedó como resolución, dijo en el recinto el propio González). No prosperó porque no se reunieron los dos tercios necesarios, o mejor aún: no hubo acuerdo con el justicialismo.
Lo cierto es que ahora, la resolución del Cuerpo irá al Ejecutivo pero sería vetada por el intendente Corral, según trascendió. Y el 30 de septiembre (en 16 días) vence la prórroga (de 15 meses, por única vez) para la actual concesionaria (Netoc) fijada en la ordenanza de reconversión de la terminal, aprobada en junio del año pasado. Si nada cambia, empezaría a correr una prórroga de seis meses que le concedió a ésta el Ejecutivo (por resolución N° 238/2017): es decir, hasta febrero de 2018. Eso no estaba estipulado en aquella norma original, otro de los cuestionamientos del PJ.
Salir de la situación de crisis
Al proyecto de los ediles frentistas que no prosperó —y que proponía una comisión de seguimiento— buscaba “una salida acordada a una situación de crisis”, en este caso la de la terminal, dijo en el recinto Leandro González. “Marcamos que hubo situaciones que en el proceso no estuvieron bien abordadas”.
“Hubo un Master Plan incompleto respecto del contexto de lo que significa la terminal de ómnibus. Hubo cuestiones mal trabajadas”, dijo el edil. “Pero no creemos que ‘bajar’ la licitación ya realizada sea el camino. Por esto planteamos esta comisión de seguimiento y con un proceso de evaluación en el corto plazo, que dé garantías a los usuarios”, insistió González.
El justicialista Martínez Kerz dejó en claro el convencimiento de acompañar la iniciativa de suspensión del proceso licitatorio, dejando ya entrever que no iba a haber consenso entre las dos posturas. “Ya nos dimos el tiempo para evaluar la propuesta (de González) y no creemos que sea satisfactoria para dar respuesta a esta situación de crisis de la terminal”.
En la sesión pasada, que también se trató este tema, Martínez Kerz habló de “vicios procedimentales” por los incumplimientos de los plazos para entregar el Master Plan; criticó la prórroga de seis meses a Netoc antes referida y el no envío de los pliegos de la licitación al Concejo, entre otros argumentos, que llevaron a su sector a pedir que se declare nula esa licitación de hace poco más de 15 días.
Vicios de procedimiento
El proyecto de los radicales frentistas no reunió los dos tercios necesarios: el justicialismo endureció su postura a favor de la suspensión. E impuso su mayoría simple para aprobar su propia resolución. Juan C. Cesoni tomó la palabra y admitió que hubo mucho esfuerzo en vano. También lamentó el hecho de no encontrar un punto de consenso.
“No me parece justo querer salvar errores del propio intendente (José Corral). Suspender por resolución esta licitación, que está viciada de irregularidades y nulidad en su procedimiento, es la última herramienta legislativa que nos queda como Cuerpo Legislativo para no permitir otro avasallamiento de nuestras facultades por parte del Ejecutivo”, fustigó.
Para Cesoni, lo ideal hubiese sido quizás acordar la suspensión por un plazo de 20 días hábiles, darle despacho a una ordenanza consensuada, con la creación de la comisión, con la intervención del Tribunal de Cuentas y de la Provincia, etc. “Pero todo esto no forma parte hoy de la discusión. La propuesta de González y sus pares bloquea la posibilidad de que vengan los pliegos. Y lo que nos interesa es tener el ejercicio de nuestra facultad de poder analizar un pliego licitatorio que nunca tuvimos en nuestras manos”.
Al final del tratamiento de la resolución que suspendió la licitación, una apostilla. Los cuatro ediles frentistas pidieron abstenerse. Otro concejal del PJ pidió rechazar la abstención “por contradictoria”. Y algo insólito: como ese pedido de abstención ya había sido aprobado, debieron llamar a moción de cuarto intermedio para hacer la revisión con los taquígrafos. Y los taquígrafos, con una cara de sorpresa como hacía años no se veía. Pequeñas rispideces políticas que les dicen, sobre un tema clave para la ciudad.