Todos los sectores tienen reparos al proyecto para ordenar la nocturnidad en Santa Fe
Los clubes que hacen fiestas dicen que "los perjudica". Lo dueños de los bares y pubs piensan que "es un error meter todo en la misma bolsa". Los bolicheros son escépticos y dicen que "hay que hacer cumplir la Ordenanza vigente". Y las vecinales piensan que "no trae tranquilidad" a los barrios.
Todos los sectores tienen reparos al proyecto para ordenar la nocturnidad en Santa Fe
Tras la audiencia pública llevada a cabo en el Concejo Municipal, en la que se escucharon muchas de las voces involucradas en la nocturnidad santafesina, el Ejecutivo envió al órgano legislativo un proyecto para tratar de ordenar la convivencia en la ciudad en materia de actividades nocturnas.
El proyecto oficial para regular la nocturnidad aborda muchos aspectos. Habilita el funcionamiento de pubs en zonas de avenidas, con capacidad de hasta 200 personas y una insonorización, por ejemplo. También permite el funcionamiento de los paradores de la Costanera Este, hasta las 2 de la mañana y con insonorización. Los boliches podrían funcionar hasta las 6, con una mejor infraestructura que la actual, en la zona ya dispuesta, junto a la ruta nacional 168. Y los clubes barriales también podrían hacer fiestas una vez por semana, hasta las 2 de la madrugada, con la debida insonorización. Estos son, a grandes rasgos, algunos de los lineamientos que se pensaron.
Ahora bien, los distintos sectores involucrados e interesados en la nocturnidad santafesina, ya comenzaron a analizar el proyecto y aquí exponen sus voces:
Adrián Ramseyer, presidente del club Villa Dora, opina: "En lo que al club respecta, pensamos que esta nueva Ordenanza que pretende regular la nocturnidad santafesina nos perjudica, porque pasaríamos de tener 240 horas de baile por año a tener 80 horas, sacándonos 2 horas por domingo y por completo los 8 feriados que generalmente hay en el año". Eso, "teniendo los mismos gastos fijos que principalmente son los 30 policías adicionales y los grupos de música en vivo que te cobran lo mismo si el baile dura 5 o 2 horas.
"Creemos que el tema horarios no es la solución de fondo de la nocturnidad, si vemos bien los otros requisitos que piden los cuales cumplimos con todos", agregó el dirigente. Y advirtió luego que "si se mantiene este proyecto van a proliferar las fiestas clandestinas y veremos más gente deambulando por la ciudad, sobretodo en la Costanera, por ejemplo, buscando lugar para divertirse, lo cual acarreará un descontrol más grande a solucionar".
Desde la Cámara de pubs, Joaquín Gallucio también advierte que "lo que la Municipalidad llama nocturnidad tiene al menos diez aristas distintas a tratar; con lo cual más allá de la buena voluntad política por solucionar el tema es un error meter todo en la misma bolsa".
"No es lo mismo la queja del vecino de barrio Siete Jefes por los ruidos de las motos, que la actividad productiva, los bares, restaurantes y boliches", graficó luego el empresario gastronómico. "Yo escuché muchas exposiciones en la audiencia pública. Hay testimonios durísimos, como el del empresario que contó que cuando lo trasladaron a la zona de boliches lo terminaron fundiendo".
"Entonces, no es lo mismo el problema del dirigente de un club, como República del Oeste, que el de un empresario de un boliche, por ejemplo", continuó Gallucio. "Santa Fe es una ciudad chata y si no apunta a la gastronomía para impulsar el turismo, no va a crecer, porque es el motor. Lo que sí hay que respetar las reglas, pero deben ser claras para todos".
"Hoy en día el 40 por ciento de los bares de Santa Fe no cuentan con la habilitación municipal", advirtió el propietario de un pequeño pub en barrio Candioti. "Esto es información que nos suministró la Municipalidad en una reunión. Y ocurre por una serie de requisitos a cumplir".
"¿Qué van a hacer con los bares que ya están funcionando? Es complicado saberlo", dijo Gallucio. "Porque la gastronomía da mucho laburo en Santa Fe.
Por último, Gallucio dijo que ve "buenas intenciones de parte del gobierno municipal, porque están cerca nuestro y siempre nos atendieron. Pero hace falta algo más que ello para solucionar esto".
Boliches
El empresario de boliches al que hizo referencia Gallucio es Jorge Reynoso. El mismo se quejó porque la gestión municipal anterior "creó una Ordenanza que nunca cumplió", dijo. "Y nos terminó trasladando a ese predio".
"No terminaron el proyecto y transformaron ese lugar en algo poco saludable, con mala accesibilidad, sin veredas, desagües, con yuyos altos, a la vera de una ruta nacional, sin seguridad policial, con horarios tope de acceso, lo que expulsó a los clientes, que terminaron buscando otras alternativas más saludables", dijo Reynoso. "Permitieron que los bares funcionen como pubs en los que se baila, en contra de la norma".
"Ahora hay una intención de ordenar esto. Me pregunto: ¿si en 13 años no se cumplieron las ordenanzas quién me garantiza que van a hacer cumplir esta nueva norma? Es más de lo mismo. La única forma de solucionarlo es que se respete la Ordenanza actual, que funcione el predio de la ruta 168 y que la gente de barrio Candioti pueda descansar de noche, que es para lo que compraron esas viviendas y pagan los impuestos más caros de la ciudad".
"En conclusión, este proyecto es un manotazo de ahogado que no va a dar ninguna solución", sentenció el empresario. "Porque los que redactaron esta norma desconocen el funcionamiento de la nocturnidad". Hay que tener más en cuenta "las nuevas aristas del tema, lo que pasa en el mundo, las nuevas propuestas; pero también el mapa de la ciudad y el uso y costumbres de esta comunidad".
Desde la Vecinal Candioti Sur, barrio en el que funcionan varios de los pubs santafesinos, Elsa Combes dijo que se están dando el tiempo necesario entre los vecinos para analizar el proyecto, "ya que es una Ordenanza muy larga y complicada".
"Creemos que esta nueva Ordenanza no trae tranquilidad al barrio", sentenció luego la vecinalista. Y "no se respetaron algunas propuestas que elevamos los vecinos", agregó. "Nos preocupa mucho la habilitación de nuevos bares y pubs, algo a lo que nos oponemos rotundamente".
"Los bares traen aparejados un movimiento distinto en el barrio. Y los horarios de cierre no condicen con las necesidades de las personas que deben levantarse para ir a trabajar. Además, cuando cierran siguen haciendo ruido limpiando y acomodando el mobiliario. Así que no creemos que el proyecto avance y favorezca la tranquilidad de los vecinos, que es lo que pedimos", dijo Combes.
"Lo otro que nos interesa es que se haga hincapié en el control. Porque si no se controla con personal especializado y en cantidad, esto se desmadra. Y ello precisa un presupuesto para poder sostener un cuerpo de inspectores. Nada de esto contempla la Ordenanza", finalizó la vecinalista.