En una recorrida por cualquier supermercado se puede ver la cara de asombro y preocupación de los clientes. Los precios de productos básicos para la alimentación en cualquier hogar no desaceleran la escalada de aumentos y cuesta acostumbrarse a convivir con tamaña inflación.
El primer semestre de 2022 cerró con una suba de precios minoristas de 36,2%, con un incremento interanual de 64%, el más alto en tres décadas, superando a la de mayo, que había sido de 60,7%.
El Litoral comparó los precios de 7 productos que mes a mes mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, conforman la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y son imprescindibles en casi todas las casas: carne, harina, aceite, fideos, arroz, pan y leche. El periodo tomado es desde junio de 2017 a junio de 2022.
Así, en los últimos 6 años la carne registró incrementos que superan el 900%; el aceite el 800% y el pan el 750%. La suba en el arroz y los fideos ronda el 650% de aumento; la leche aumentó un 550% y la harina un 860%.
Hay otro grupo de productos que tienen una alta demanda de consumo, pero que no están incluidos en esa canasta que mide el Indec. Para ver la evolución de sus precios en ese mismo período, El Litoral recurrió a los archivos de su edición impresa, donde las páginas de publicidad de reconocidas cadenas de supermercados publicitaban periódicamente sus ofertas.
Crédito: El Litoral
Así se puede obtener el precio de productos de consumo masivo como la yerba, que pasó de costar $ 56 en 2017 a casi $700 este año; café, de $114 a $600; queso tybo, de $185 a $1800 el kilo; y papel higiénico, de $60 a $250, todo en el mismo periodo de tiempo.
Resulta obvio aclarar que los consumidores no debieron hacer frente a esos aumentos con el mismo ingreso, ya que estos también se fueron incrementando, pero a un ritmo menor.
Un dato que debe ser aclarado es que el último valor medido por el Indec fue en el mes de junio, con lo cual no recoge las subas que se registraron en los primeros 15 días de julio, tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. Es por eso que los consumidores pueden encontrarse con mayores valores en los supermercados.