Los espacios educativos basados en las muestras y proyectos del Centro Ana Frank Argentina, con el aval de la Fundación Ana Frank de Ámsterdam, se presentaron y conformaron en nuestra provincia en los años 2001, 2009, 2012, 2014, 2016, 2018 y 2019, convocando a estudiantes, educadores y vecinos de las ciudades anfitrionas y sus alrededores, involucrando a más de 70 localidades.
En todas las ocasiones la iniciativa fue propuesta y llevada adelante por los equipos convocados por Leonardo Simoniello, quien en 2012 fue designado como Responsable de Anne Frank Stichting Argentina en la Provincia de Santa Fe. Cabe destacar que Santa Fe es la primera y única Provincia en tener un responsable directo del Centro.
¿Qué te motiva cada vez que organizas estos espacios?
Inicialmente el primer motivador es el tema y lo interesante que es interactuar entre cosas del pasado y las cosas que suceden hoy. Es un posibilidad de “hacer concretamente cosas” en temas que muchas veces no forman parte de la agenda, pero que están, y duelen. Organizar estos proyectos y llevarlos adelante requiere un gran esfuerzo colectivo, porque hablamos de propuestas participativas, donde se suman colaboradores de toda la sociedad. Cualquiera que haya participado de alguno de estos proyectos sabe que estas no son muestras, son verdaderos Espacios Educativos y reflexión basados en muestras.
Por otro lado, el reconocimiento del valioso trabajo de jóvenes y adultos que se suman voluntariamente para abordar una problemática que nos preocupa y que se expresa actualmente en fenómenos como el acoso o el denominado bullying, la violencia o la discriminación, entendiendo que compartimos herramientas que resultan útiles para “ocuparse” generando espacios neutrales de reflexión y concientización.
¿Cómo logras la organización en cada localidad?
En cada lugar donde se desarrollan las propuestas, siempre debe existir un coordinador general, alguien de la localidad que se hace cargo de la realización de las diferentes convocatorias y la organización de las diferentes instancias del proyecto. Por la experiencia diría que esa persona debe sentir el proyecto con el corazón. A lo largo de todos estos años hemos sido invitados por municipios, comunas, docentes, directivos de escuelas u organizaciones sociales que deciden tomar el proyecto como propio y desde el equipo que hemos conformado en Santa Fe se realiza un acompañamiento permanente desde el inicio hasta el cierre de cada actividad.
Desde el año 2017 este equipo se conformó como una Asociación Civil llamada Pensamientos en Movimiento creadora del Espacio SURGIR. Para todo esto sin duda la experiencia adquirida desde la oficina de Proyectos Educativos en mi gestión de Presidencia en el Concejo Municipal fue determinante. Desde Pensamientos nos dedicamos a trabajar proyectos socioeducativos no formales que tratan de ser innovadores, con el objetivo principal de abordar los fenómenos sociales relacionados con las manifestaciones de la violencia en sus múltiples aspectos (estructurales, simbólicos, directos), desde el paradigma de la Comunicación No Violenta, promoviendo la convivencia y la participación ciudadana de los diversos actores de la sociedad. No nos gusta “adaptarnos y administrar” las consecuencias de las cosas que pasan. Queremos interpelarnos, buscar las causas y trabajar para generar otras situaciones.
Trabajaron con toda la provincia de Santa Fe, ¿hay otra búsqueda?
Hemos recibido el pedido de nuestro Director, Héctor Shalom, para que intentemos replicar la experiencia Santa Fe, en Entre Ríos. Estamos haciendo los primeros pasos, buscando los primeros contactos gubernamentales y de la sociedad civil. Es obvio que nos gusta trabajar con los distintos estamentos del Estado, pero existe una fuerza muy potente en muchas de las denominadas ONGs. De hecho la experiencia Santa Fe, comenzó en el 2001 con una con la que hoy mantenemos una relación estrecha como es La Casa del Sur.
También es nuestro nuevo anhelo poder contar con un espacio propio, desde donde podamos seguir planificando pero por sobre todas las cosas capacitando en base a tantos recursos que tiene el Centro de Ana Frank Argentina. Estos recursos muchas veces los perdemos o no los alcanzamos porque dependemos mucho de lugares o decisiones que no son nuestras, que tienen sus tiempos y no se pueden acomodar a la rigurosidad que requiere el sistema educativo o nuestra propia planificación. Este lugar, si lo conseguimos tendrá una relación muy estrecha con Buenos Aires y esperamos que con nuestro compromiso pueda acercar estas posibilidades, tanto para Santa Fe como para lo que podamos hacer en Paraná u otra ciudad de Entre Ríos.
Siempre hablamos de actividades que convocan a muchas personas, ¿cómo están planteando en la actualidad este desarrollo, en un contexto que ha modificado muchas de estas costumbres?
Está claro que este año la planificación y diagramación de actividades que estaban previstas ha debido adaptarse a las posibilidades, lo mismo pasó con los recursos. En este tipo de proyectos “evitar la presencialidad” le restó y resta algo del espíritu que persiguen los mismos, pero es ahí donde hay que ser más creativos y fortalecer el entusiasmo de seguir trabajando con las diferentes herramientas que nos permiten abordar los temas. De hecho el aislamiento que hemos vivido es una enseñanza que nos acerca de alguna manera a la realidad que vivió Ana. Es sólo imaginaria la creencia que en cada casa hay conexión a Internet o varias computadoras para utilizar. Es asimilable la vida de ocho personas en un altillo con el hacinamiento que viven muchas familias hoy en día.
Hemos reformulado algunas propuestas, otras las estamos aún diseñando. Muchas pueden llevarse a cabo de manera virtual, y así nos permiten seguir comunicándonos e interactuando, incluso con más cercanía, con quienes deseen asumir el compromiso de formar parte de esta gran red. También pensamos el año próximo como un lugar a mirar detenidamente y planificarlo con muchas “alertas”. Seguramente el aislamiento, los miedos y la incertidumbre no serán “inocuas” en estos temas.
Por un lado, con la participación de algunas Instituciones estatales y no estatales, estamos trabajando para ofrecer una serie de becas para cursos de capacitación virtuales que ofrece el Instituto de Capacitación Ana Frank. La idea es que puedan ser tomados voluntariamente por docentes y estudiantes de carreras de profesorados. Y ya estamos trabajando con el equipo de Santa Fe y el Instituto en Buenos Aires, la incorporación de esta mirada de la actualidad y los nuevos escenarios.
¿Cómo proyectan promover estas temáticas en este escenario de “nueva normalidad”?
El desafío sigue siendo estar presentes y acompañar en estos momentos más allá de lo físico. Debemos seguir diseñando estrategias para seguir interviniendo desde las diversidades y desigualdades y promoviendo la construcción de saberes vinculados con la realidad, donde se participe y se gesten cambios personales y sociales.
Existe un proyecto, virtual y presencial, creado por el equipo santafesino basado en el famoso diario de la joven escritora, el cual está destinado a docentes que lo quieran trabajar con sus grupos escolares. También vamos a invitar a organizaciones como grupos de lectura y otras agrupaciones de jóvenes y adultos mayores, a participar. Los docentes y fundamentalmente las familias han afrontado este proceso con nuevas realidades y funciones. El testimonio de Ana, una vez más, nos va a dar muchísimas posibilidades para reflexionar sobre estos momentos.
El pasado 12 de junio conmemoramos otro año del nacimiento de Ana Frank, por lo mismo, trabajaremos con testimonios de actores de los distintos proyectos llevados adelante en Santa Fe, transformándolos en voces que convoquen a intervenir realidades que no están bien. También vamos a llegar a Institutos privados para ofrecer un trabajo en conjunto, de ida y vuelta, para conocer más la vida de Ana, su contexto, y fundamentalmente el desarrollo de los distintos roles en las situaciones de violencia y exclusión. Ahí queremos hacer mucho énfasis con los sectores más vulnerables como son, por ejemplo, los adultos mayores.
En junio, vamos a invitar directamente a la participación de proyectos que se encuentra desarrollando el Centro en Buenos Aires. Seremos replicadores de propuestas que están dirigidas a todo el país y que se vienen llevando adelante desde hace tiempo.
Hace pocos días el Centro Ana Frank Argentina lanzó su programa de “Visitas guiadas virtuales” coordinadas en vivo por guías del Museo, lo cual representa una novedad y una rica experiencia para quienes la realicen. Tenemos el “videodiario”, producción que ya está en línea y es excelente. Es donde Ana describe sus experiencias a través de una cámara de video, o los cursos de formación, dirigidos tanto a docentes como a jóvenes.
El objetivo final de todas las herramientas educativas que ofrecemos desde el Centro siempre ha sido el de "esparcir las semillas" del mensaje positivista que proyecta la historia de Ana Frank, permitiendo desarrollar la conciencia colectiva, especialmente en jóvenes y adolescentes, de poseer y mantener una sociedad libre y democrática, comprendiendo que ésta sólo puede ser construida a partir de la participación activa de todos los individuos que la componen.