Miércoles 4.3.2020
/Última actualización 18:26
A fin del año pasado el coronavirus (Covid-19) comenzó a propagarse por el mundo. Ante la duda de si se puede contraer el virus de la COVID-19 por contacto con la mascota del hogar, la OMS afirma que no. No hay datos que indiquen que animales de compañía o mascotas como gatos y perros hayan sido infectados o puedan propagar el virus causante de la COVID-19.
Para conocer más sobre los interrogantes que el virus genera, El Litoral consultó al médico veterinario Pablo Beldomenico (Conicet - UNL), especialista en epidemiología en fauna que lleva adelante sus investigaciones en el Laboratorio de Ecología de Enfermedades del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (IciVet-Litoral). El especialista divulgó además junto a otros colegas un documento con respuestas a estos interrogantes, desde el Centro Veterinario Coquena, de Monte Vera.
—¿Puede el coronavirus enfermar a nuestras mascotas?
—Lo más probable es que no. El patógeno que se está propagando por todo el mundo (llamado por la ciencia SARS-CoV-2) pertenece a un grupo de coronavirus que circula naturalmente en un tipo de murciélagos de China, ausentes en nuestro continente —explicó Beldomenico—. Se sabe que estos virus pueden infectar ocasionalmente a otros mamíferos, incluido al ser humano, y eventualmente adaptarse a la nueva especie infectada. El SARS-CoV-2 se ha adaptado al humano y por eso se está transmitiendo eficientemente de persona a persona.
Un hermano del SARS-CoV-2, el SARS-CoV-1, surgió en China a fines del 2002 y comenzó a propagarse a varios países. Las investigaciones realizadas permitieron conocer que el virus era propio de los murciélagos (rhinolophus), pero llegó al humano a través de civetas infectadas. Las civetas pertenecen al mismo grupo de animales que los osos, los hurones, los cánidos y los félidos (carnívoros), entre otros; es decir, están relacionadas a los perros y a los gatos. Por lo tanto, si el SARS-CoV-1 era capaz de infectar a un carnívoro, es posible que su hermano también pueda hacerlo. De hecho, investigaciones recientes han demostrado que la superficie de células de hurones y de gatos permitirían la adherencia de SARS-CoV-2 (que un virus se adhiera a moléculas de la superficie de una célula es necesario para que luego pueda penetrar en ella).
—Pero, ¿qué evidencia existe de infección por SARS-CoV-2 en mascotas?
—Hasta ahora, casi nada. Hace unos días, en Hong Kong, tomaron muestras a un perro de raza pomeranian de alguien que fue infectado por el SARS-CoV-2, y el resultado fue débilmente positivo. El canino no presentó signos de enfermedad. Hasta ahora no pudo comprobarse si se trató de una infección leve o si simplemente fue contaminación de su cavidad nasal y oral por haberse expuesto a un ambiente con mucha carga viral. Se está a la espera de nuevas pruebas para determinar si existió infección. Al momento, no existe evidencia fehaciente de que el SARS-CoV-2 pueda infectar animales domésticos. Tampoco se sabe si éstos, de infectarse, desarrollarían enfermedad como los humanos. Es de esperar que se hayan realizado análisis de laboratorio a muchísimos perros y gatos de gente infectada, y pese a esto, a la fecha sólo existe un caso sospechoso (obviamente, los resultados negativos no llegan a ser noticia), lo cual sugiere que las mascotas no se están infectando, y que definitivamente no estarían siendo fuente de infección. No obstante, hay que permanecer alerta porque la propagación del SARS-CoV-2 evoluciona muy rápidamente y no se puede descartar que se de la situación que el virus se adapte a nuestras mascotas. De darse esa mutación, surgiría un nuevo virus que circularía principalmente entre las mascotas, representando ese virus un nuevo problema de salud para ellas, y no para los humanos.
—Entonces, ¿las mascotas no suponen un riesgo para que la gente se infecte por coronavirus? —insistió El Litoral.
—¿Hay que tener precauciones?
—Como la información va surgiendo a medida que se propaga la enfermedad, es recomendable tomar ciertas precauciones. Así lo indicó la OMS y otras organizaciones mundiales de veterinarios.
Como medida de protección, al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, la OMS recomienda evitar el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Hay que asegurarse de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. También se recomienda manipular con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.
Por su labor científica, el doctor Beldomenico viajó días atrás a distintos países asiáticos, donde debió someterse a controles por la epidemia mundial de coronavirus. “En Tailandia, Malasia y Singapur no se veía demasiado uso de barbijos en la vía pública”, contó. “En Tailandia sólo los orientales lo utilizaban”, agregó.
“Como medidas sanitarias, para ingresar a lugares como museos, acuarios o shopping, controlaban la temperatura corporal con cámaras infrarrojas o con dispositivos electrónicos”, detalló luego el especialista santafesino, “también en todos los aeropuertos —apuntó—, salvo en Ezeiza, donde no me controlaron nada de esto al arribar al país”, dijo. Cabe señalar que regresó al país la semana pasada.
Los coronavirus son una amplia familia de virus que normalmente afectan sólo a los animales. Algunos tienen la capacidad de transmitirse de los animales a las personas. El nuevo coronavirus se llama SARS-CoV-2. La enfermedad que causa el SARS-CoV-2 se llama COVID-19.