Las autoridades locales del 7mo. Distrito de Vialidad Nacional (VN) en Santa Fe espera señales desde Buenos Aires para dar inicio a la reparación definitiva del puente Carretero, tras instalar un puente Bailey sobre un tramo en riesgo de colapso.
Montado el puente Bailey y restituido el tránsito con restricciones, Vialidad Nacional comienza la etapa de saneamiento del viaducto. Una vez que comience la obra demandará tres meses. Son cuatro los tramos a reparar.
Las autoridades locales del 7mo. Distrito de Vialidad Nacional (VN) en Santa Fe espera señales desde Buenos Aires para dar inicio a la reparación definitiva del puente Carretero, tras instalar un puente Bailey sobre un tramo en riesgo de colapso.
La obra que se necesita para garantizar la transitabilidad sobre el viaducto que comunica Santa Fe con Santo Tomé sobre el río Salado demandará una inversión de 595 mil dólares a precio oficial, con un plazo de 3 meses de ejecución. La misma fue licitada en diciembre pasado pero se demoró por falta de fondos del Estado Nacional.
La empresa que rubricaría el vínculo con Vialidad Nacional para realizar la obra es la rosarina Cicsa. El proceso de contratación se encuentra en la etapa final y ya tendría asignación presupuestaria. Pero en Santa Fe Vialidad Nacional no tiene precisión sobre cuándo comenzarán las tareas. Lo esperan con ansias.
Mientras tanto, durante la instalación del puente Bailey avanzaron para despejar la cabecera este del puente Carretero, sobre Varadero Sarsotti, para instalar allí el obrador de la empresa adjudicataria.
“El objetivo de Vialidad es que comiencen lo antes posible, una vez que se completen todos los pasos”, indicaron desde VN. Se trata de una contratación de una obra de emergencia y tiene un adelanto financiero del 15 por ciento, aunque los fondos estarían asegurados no sólo para el adelanto financiero sino para realizar toda la obra.
Si bien la obra tiene un plazo de ejecución de tres meses, debido a la urgencia y la necesidad se podría realizar en menos tiempo, estimaron desde Vialidad.
Las reparaciones se harán en cuatro apoyos del puente Carretero que están dañados. El primero será en la zona a donde se instaló el Bailey. Lo que se va a hacer es levantar el tablero, arreglar el apoyo deprimido, retirar el puente Bailey, arreglar la junta y volver a garantizar así la transitabilidad.
Los otros tres puntos dañados en menor medida se ubican en distintos tramos del puente, entre el Vado y la cabecera Santa Fe, pero más cerca de Santo Tomé. Son apoyos dañados detectados a través de los estudios que realizó Vialidad Nacional hace un tiempo atrás. Si no se reparan podrían tener alguna afectación en el futuro. Es un trabajo preventivo para evitar que ocurra lo que ya sucedió en el sector a donde se debió instalar el Bailey.
El trabajo en cada zona se va a realizar mediante la instalación de andamios que irán colgados de las vigas y laterales del puente. Es decir que no tienen apoyo sobre el lecho del río ni en el bañado. En los puntos dañados se colocarán ménsulas similares a las que se colocaron en la década del ‘70, cuando se hizo otra reparación.
En el caso del apoyo que está deprimido cuentan con un espacio para instalar gatos hidráulicos especiales con los que se levantará el puente descendido y se colocarán los apoyos nuevos para evitar que se caiga.
La afectación del tránsito durante la obra será mínima, informaron desde Vialidad. La idea es que los trabajos que se precisen hacer sobre la calzada del puente, con el movimiento de andamios y demás elementos, se realicen mayoritariamente por la noche, indicaron.
Hasta que se repare el puente de forma definitiva, sólo podrán transitarlo las motos, bicicletas y peatones a un costado del Bailey, y los colectivos interurbanos, minibuses, ambulancias, patrulleros, taxis y remises sobre la estructura de emergencia.
Si la obra licitada en diciembre pasado hubiera tenido la asignación presupuestaria a tiempo y hubiese comenzado en enero, como estaba previsto, este problema de la afectación del puente por el descenso del tablero no hubiese ocurrido. Tampoco hubiese sido necesaria la instalación del Bailey. Y el problema hubiese estado solucionado en marzo.
Más allá de la reparación del puente Carretero, las autoridades provinciales y locales de ambas ciudades, Santa Fe y Santo Tomé, insisten en la necesidad de construir un nuevo puente sobre el río Salado.
Es que el puente Carretero tiene 84 años de vida y soporta un tránsito de 33 mil vehículos a diario. El otro paso que conecta ambas ciudades es el puente de la autopista a Rosario. Por allí pasan hoy los vehículos particulares ante las restricciones que rigen sobre el Carretero. Y fue necesario montar operativos de tránsito en los acceso de Santo Tomé y Santa Fe para intentar hacerlo más fluido y ordenado, al tiempo que se liberaron los peajes de acceso a la autopista.