Puente Colgante: a un mes de la inspección todavía no enroscaron el bulón que le falta
Se trata de un rigidizador inferior que cuelga sobre la laguna. A fines de julio ingenieros de Vialidad Provincial verificaron el estado estructural del viaducto. También detectaron tensores con filamentos cortados y agujeros en la cobertura de las pilas. Se abrió un expediente, pero no se informaron detalles.
Puente Colgante: a un mes de la inspección todavía no enroscaron el bulón que le falta
“El puente tiene 100 rigidizadores para que no se mueva los días de viento, ya que es un puente colgante. Detectamos que 99 estaban bien colocados y encontramos que a uno le faltan los bulones, así que debemos colocarlos, seguramente lo haremos la semana que viene”, explicó miércoles 31 de julio el director provincial de Vialidad, Pablo Seghezzo. Sin embargo transcurrió casi un mes de aquella mañana y todavía no se colocaron los bulones que faltan. Tampoco se informó a la prensa el resultado de la inspección general que se le realizó al puente, el símbolo de la ciudad, para saber qué le hace falta para su mantenimiento.
El Puente Colgante fue inaugurado en el año 1928, se cayó en 1983 y lo reconstruyeron en 2002. El 8 de junio pasado cumplió 96 años. Lleva el nombre del "Ingeniero Marcial Candioti" -era el director de Obras Sanitarias de la Nación cuando se aprobó el proyecto-, es Monumento Histórico Nacional y símbolo de la ciudad fundada por Juan de Garay. Se trata de una preciosa obra de ingeniería. Una antigua estructura de hierro que tras desmoronarse fue levantada nuevamente en hierro y cemento, y está sostenida por tensores desde dos grandes antenas.
Mantenimiento pendiente. Ingenieros de Vialidad Provincial verificaron el estado estructural del Puente Colgante. Hay tensores con filamentos cortados, un rigidizador inferior que cuelga sin bulones y agujeros en la cobertura de las pilas. Sin embargo, “no hay ningún inconveniente”, dijo el administrador del organismo oficial, Pablo Seghezzo.
El 31 de julio pasado los ingenieros y operarios de Vialidad Provincial dotados de una grúa y herramientas verificaron algunas cuestiones a reparar en el Puente Colgante. “Inspeccionamos todo el estado de las lozas y la parte de abajo del puente, junto a la Prefectura”, dijo Seghezzo aquella vez, y detalló luego lo de los bulones que faltan en un rigidizador. “El resto de la loza está perfecta, sin ningún tipo de rajaduras, así que lo que analizamos hasta ahora, todo 10 puntos, no hay ningún inconveniente”.
El rigidizador al que le faltan los bulones cuelga por debajo del puente y sobresale de la estructura a simple vista. Está ubicado en el tramo Este del puente, entre la cabecera de la Costanera Este y la primera antena. Desde la orilla de la playa junto al puente se lo puede ver con claridad.
En la imagen, el rigidizador al que le faltan los bulones y cuelga por debajo del puente. Foto: Luis Cetraro
Colgante
El puente cuelga sostenido por tensores de acero desde dos antenas de 30 metros. Son 22,7 kilómetros de cables galvanizados. Cada cable está debidamente calculado para que trabaje su estructura y sostenga la calzada. Por el desgaste provocado por el paso del tiempo los cables fueron reemplazados en 1967, tras la inundación del año anterior. Las cámaras de anclaje de los tensores ubicadas en ambas costas tienen desde los pórticos de ingreso hacia tierra adentro 50 metros de largo y 13 de profundidad.
Puente Colgante de Santa Fe. Construcción emblemática de la ciudad. Derrumbado parcialmente en 1983, fue restaurado y reinaugurado en el año 2002. Crédito: Archivo El Litoral /Colección Alberto Francioni
“Ahora estamos verificando el resto de la estructura y el cablerío”, explicó Seghezzo, en relación a las tareas llevadas a cabo ese miércoles. “Seguramente la semana que viene tendremos la información sobre lo que arrojen estos otros estudios”, anticipó entonces. Y sobre la presencia de algunos tensores con filamentos cortados el funcionario dijo: “Habrá que ver el grado de avería que tienen y decidir si hay que cambiarlos”.
Finalmente, el funcionario explicó que “el mantenimiento del puente es fundamental, si uno chequea el estado y va reparando lo que ve, los costos de mantenimiento son mucho menores”.
El Litoral quiso saber en qué quedó la reparación. La respuesta desde Vialidad es que se abrió un expediente con los detalles del informe técnico. Pero hasta el momento no se dio a conocer.
El puente Colgante es una obra de ingeniería incomparable, cruza la laguna Setúbal y es uno de los símbolos de la ciudad. Inaugurado el 8 de junio de 1928, se derrumbó por la inundación de 1983 y fue reconstruido en 2002. Es Monumento Histórico Nacional.
Un símbolo
El nuevo puente conserva algunas piezas con valor histórico de la antigua estructura. Conjugar esas antiguas piezas junto a las nuevas fue un gran desafío para los ingenieros que lo levantaron. Lo más llamativo es que el viejo puente tenía calzada con estructura de hierro y maderas abulonadas, entre las que se podía ver por debajo el río. En cambio la nueva estructura reemplazada en este siglo es de hormigón. Son veinte tramos de loza (de 15 metros de largo cada una) cuyo peso total suma 1.600 toneladas.
Además, el tramo oeste conserva la antigua barandilla que pudo ser rescatada y reutilizada, al igual que la antena, las que le otorgan su sello francés. En cambio, la nueva antena (este) que reemplaza a la original fue construida en la ciudad de Esperanza en seis módulos soldados (sin remaches) y pesa 80 toneladas, a diferencia de la oeste (original) que pesa 110 toneladas.
Foto antigua, de la construcción del puente. Archivo
Cada antena divide al puente en tres tramos asimétricos. El tramo oeste mide 75 metros, desde la orilla hasta la antena. El tramo central -entre las antenas- mide 150 metros. Y el este, 70,4 metros. ¿Por qué la diferencia entre los tramos este y oeste? Porque la nueva antena este fue levantada unos metros más cerca de la orilla que la predecesora que se cayó. El corrimiento fue necesario para poder fundar el pilote subterráneo, a 50 metros de profundidad bajo el lecho del río.
Otro detalle que diferencia al puente nuevo del original es la altura del tablero. Para facilitar la navegación, el actual es 1,5 metros más alto que el anterior. Y los caños de agua que pasan por debajo del tablero no cumplen ninguna función, mientras que los del antiguo puente traían el agua a la planta potabilizadora de barrio Candioti Sur desde el río Colastiné (ahora ese agua se transporta por los caños bajo el puente Oroño), porque el Colgante original era también un puente – acueducto que reemplazó a dos anteriores y más precarios.
En cuanto a la iluminación, antes el puente tenía farolas y desde el año 2017 cuenta con 320 artefactos lumínicos inteligentes que despliegan distintos colores que cambian durante la noche.
El Senado de Santa Fe pidió formalmente al Poder Ejecutivo Provincial que, a través del Ministerio de Obras Públicas, realice un relevamiento e informe acerca del estado actual del puente sobre el Arroyo Leyes, en la Ruta Provincial 1; y en caso de corresponder, arbitre las medidas necesarias a los fines de garantizar las óptimas condiciones.
El pedido se presentó hace 10 días atrás. El senador por el departamento Garay, Germán Baumgartner, señaló entonces -en una comunicación dirigida al gobierno- que se trata de una infraestructura clave. En los fundamentos se explicitó que ese puente recibe hoy mucho más tránsito que el habitual por el pésimo estado de la Ruta Nacional 11. Indica que el Camino de la Costa es utilizado como alternativa y destaca que parte del transporte de cargas que iba por la 11 toma ahora la ruta 1.
El Litoral consultó a las autoridades de Vialidad Provincial también por esta requisitoria legislativa. La respuesta fue que hasta el momento no ingresó al organismo ningún pedido formal al respecto.