Martes 13.12.2022
/Última actualización 18:51
El municipio envió al Concejo el Mensaje Nº 22, que es un proyecto de ordenanza de habilitación de locales en esta capital. Quizás sea el último tema fuerte de este año legislativo que va llegando a su fin. ¿Qué busca esta iniciativa? Poner "reglas más claras" en los procesos de habilitación de locales comerciales (minoristas y mayoristas), industriales, gastronómicos y organizaciones sin fines de lucro.
Claro: desde 2013, cuando se aprobó la actual ordenanza que versa en esta materia (Nº 12.056), la vida comercial y productiva de la ciudad creció exponencialmente. Y se generaron desfasajes normativos, tales como planos desactualizados, finales de obra vigentes pero con ampliaciones en inmuebles no declaradas, subdivisiones y subalquileres. "El 47% de las solicitudes de nuevas habilitaciones que recibimos debieron ser rechazadas", pone en contexto el secretario de Producción y Desarrollo Económico Municipal, Matías Schmüth.
En los argumentos del mensaje, se explica: "Hoy se le exigen los mismos requisitos a un local de 50 m² que a uno de 2000 m², más allá de la actividad que se realice dentro y de los riesgos que ésta conlleve". Y sigue: "Hay un grado de dispersión normativa en la regulación de la temática que dificulta la comprensión de la persona solicitante e implica una serie de tramitaciones hacia adentro de la administración en forma inconexa o superpuesta. Ante esto, se propone una herramienta que ofrece celeridad, sencillez, economía, eficiencia y eficacia al trámite habilitatorio".
De la realidad a la norma
¿Cuáles son esas complejidades en la habilitación de locales que más se detectan? Schmüth abrió el panorama. "Primero, cuestiones de planos. Por ejemplo, titulares de locales comerciales que tienen el plano de mensura desactualizado; o un final de obra pero con modificaciones edilicias que luego no se declararon, o que cuentan con un trámite de documentación de un inmueble pero que no se pudo obtener el final de obra porque alguna construcción se hizo fuera del reglamento".
Otro dato: más del 80% de quienes van solicitar la habilitación de un comercio, no son los titulares del inmueble: aparecen contratos de alquiler, de cesiones o de comodatos.
"Lo que se pretende es cambiar la lógica de cómo se habilita, y aquí aparece el riesgo de cómo se desarrolla esa actividad. Lo que se tiene que garantizar es que esa actividad sea segura, tanto para quienes trabajan en ese comercio o industria como para los consumidores o clientes. Hablamos de seguridad edilicia, alimentaria, bromatológica, de las instalaciones eléctricas", dijo el secretario.
Escalas
El proyecto define locales de escala menor (son las habilitaciones que se realicen en locales de hasta 200 m², como un kiosco o una despensa; media (en locales de entre 200 m2 y 1500 m², como un local gastronómico o una industria mediana de acopio de materiales de construcción), y mayor (locales de más de 1.500 m², como los híper y supermercados).
"Aquí aparece otra vez la cuestión del riesgo. No es lo mismo un local de ropa, que debería tener requisitos de habilitación más accesibles, que un centro de acopio de sustancias peligrosas", graficó Schmüth.
Entre las distintas escalas, "lo que se pretende es que la Dirección de Habilitaciones del Municipio tenga la posibilidad de ir resolviendo distintas cuestiones puntuales que hoy, al momento de la habilitación, están identificadas como problemas", añadió.
Ejemplo: un inmueble familiar se modifica a partir de alguna unión de ambientes para abrir delante un local comercial. "Esto requería un plano nuevo en Edificaciones Privadas. Ahora bien, la nueva ordenanza agilizaría este tipo de cuestiones en la resolución de trámites habilitatorios", agregó el secretario.
El secretario de Producción y Desarrollo Económico Municipal, Matías Schmüth. Crédito: Mauricio GarínHabilitación temporaria
La ordenanza actual establece que los locales no podrían abrir si no están habilitados. En la práctica esto no pasa: quien emprende y quiere poner su negocio, hace una inversión, alquila un local y lo pone en condiciones, compra mercadería, etcétera. "En estos casos, lo que se propone con este proyecto es que a través de una constancia de habilitación en trámite puedan trabajar por un período de 60 días. En este plazo, se le solicita al titular que tenga el trámite de habilitación terminado", explicó.
En limpio: esta suerte de habilitación temporaria permitiría a ese emprendedor abrir sus puertas y trabajar. Pero en el mientras tanto, debe gestionar la habilitación definitiva. Durante el período en que se esté con la habilitación en trámite, deberá abonar una sobretasa del Derecho de Registro e Inspección (Drei). "Esta sobretasa no tiene un fin recaudatorio -aseguró Schmüth-, sino que es un modo de que la persona que esté con una habilitación temporaria de local, tenga el instrumento para resolver la situación y sea motivada a resolver cuanto antes el trámite habilitatorio definitivo".
En los casos de estala medias, el titular de esa habilitación provisoria deberá abonar una sobretasa de Drei del 75% durante la vigencia del plazo provisorio. Y para locales de escala mayor, la sobretasa de dicho derecho será del 100% durante la vigencia esa "temporalidad". Este sobreimpuesto se impone, justamente, para evitar que las habilitaciones temporarias terminen siendo "eternas", y se cumplimenten todos los trámites habilitatorios finales.
Espacio público
El uso del espacio público por parte de locales habilitados también tendría cambios significativos. Algunos ejemplos: podrá solicitarse permiso de exhibición de mercaderías en veredas con un ancho superior a los 2,50 metros, y ésta no se podría ocupar más del 30% de su ancho. También se fijan límites para la ocupación de aceras con mesas y sillas.
Otro punto: la instalación de toldos móviles o desarmables. "Los titulares de habilitaciones gastronómicas vigentes con autorización para la colocación de mesas y sillas en el espacio público o autorización de balcón gastronómico, podrán solicitar el permiso para la instalación de toldos móviles o desarmables. Dicho toldo móvil deberá estar instalado dentro del área asignada para las mismas", dice el mensaje.
"Este tipo de toldos móviles no está previsto en la ordenanza actual. Se ven mucho en otras ciudades, como Rosario, Córdoba, Buenos Aires. Y el empresario gastronómico local quizás necesita tener ese cerramiento móvil. Pero insisto: la idea central es contar con reglas claras", subrayó el secretario de Producción.
Adaptación
-¿Cómo cree que será el proceso de adaptación de los locales vigentes a la nueva normativa, de ser aprobada?, consultó El Litoral a Matías Schmüth.
-En el uso del espacio público, los titulares de esos locales van a tener que adecuarse. Los permisos de uso del espacio público se otorgan con una periodicidad de un año. Por otra parte, se propone un reempadronamiento o actualización de datos, donde se pretende que pueda inscribirse no sólo quien tiene una habilitación definitiva, sino también aquellos que quisieron hacer un trámite de habilitación municipal y se vieron impedidos por cuestiones técnicas.
Un ejemplo: vimos que en barrio Candioti teníamos cerca de 90 bares, de los cuales había 26 que no tenían la habilitación terminada. Y los titulares de esos 26 locales vinieron al municipio a querer terminar con los trámites. Todos estaban bien en cuanto a las instalaciones eléctricas, en cuestiones de seguridad alimentaria. Pero tenían problemas de planos.
Claro: en barrio Candioti, con el boom gastronómico y con una fisonomía edilicia tradicional, muchos inmuebles no estaban regularizados, y las modificaciones internas que se debían hacer para instalar un bar no se correspondían con la actual ordenanza. Y eso, con esta nueva ordenanza, se podría resolver.
Las cuestiones edilicias de tener un local seguro, sin peligro de derrumbe, etcétera, se siguen sosteniendo. Lo que se toma con una óptica distinta es la cuestión formal, principalmente planimétrica. Quien sea titular de un local que no esté declarado como corresponde, tendrá que hacer su "caminito" administrativo para regularizar la situación.
Mensaje N°22
La ordenanza vigente