De la Redacción de El Litoral
La ONG Capibara solicitó que se informe cuál será la estrategia para la pronta reintroducción del animal en su hábitat natural.
De la Redacción de El Litoral
La asociación civil Capibara —carpincho en guaraní— pidió que las autoridades provinciales informen sobre el estado del animal que se encontró en el estacionamiento del shopping La Ribera y también quieren saber cuál es el plan diseñado para la pronta reintroducción del animal en su hábitat natural.
Hasta el momento, los veterinarios de la Granja La Esmeralda informaron que el animal está en buen estado, aunque falta realizar análisis de sangre, y aseguraron que se evaluará si puede ser liberado o si es más conveniente destinarlo a un programa de cría y reproducción.
La entidad ambientalista también criticó la propuesta que circuló en redes sociales de declarar al animal mascota de la ciudad. “Es manifiestamente contrario a la legislación vigente y no recomendable puesto que alienta a la ciudadanía a considerarlo incorrectamente como un animal doméstico para una tenencia de carácter ilícito”, explicaron en un comunicado.
“Esta clase de animales —insistió la entidad— deben permanecer en su lugares de origen y las políticas públicas estatales deben prevenir el avance y depredación del hábitat natural donde se conserva la diversidad biológica, justamente para que no ocurran desplazamientos hacia las zonas urbanizadas”.
Capibara sostiene que la aparición del aguará guazú es una buena oportunidad para conocer más sobre estos animales y “su dramático estado de extinción”. Santa Fe es uno de los límites meridionales en los que se encuentra esta especie, que ha sido extinguida en buena parte de su territorio original.
En la Argentina su hábitat iba desde el norte del país hasta La Pampa y Buenos Aires, pero en la actualidad sólo se encuentran poblaciones dispersas en el nordeste argentino, en la regiones como el Chaco Húmedo, las islas del Paraná, el Chaco seco y el Espinal.
La reducción de la población de los aguará guazú —según la entidad— se debe principalmente a la caza deportiva, lo que ha generado que se considere a la especie dentro de aquellas calificadas como “en peligro de extinción”.
De acuerdo a información no oficial del Cuerpo de Guardafaunas Honorarios de la Provincia de Santa Fe, se estima que 147 aguará guazú han muerto en los últimos años. “El 65% se debe a la caza furtiva y deportiva en el marco de las actividades relativas al tristemente célebre turismo cinegético, una de las prácticas humanas más deleznables que atentan directamente contra la diversidad biológica, la fauna y el ambiente en general, además de ser una actividad lucrativa de dimensiones colosales asociada, en muchos casos, a la precarización laboral y la trata de personas”, denunció Capibara.
El aguará guazú fue declarado, junto al venado de las pampas, Monumento Natural de la Provincia de Santa Fe (a través de la Ley 12.182). El estatus de “monumento natural” le confiere el máximo nivel de protección y está prohibida de manera permanente su caza, su captura por cualquier medio, su acoso, persecución, tenencia, tránsito y comercialización.
Capibara concluye su comunicado con dos propuestas:
— Implementar una política municipal y provincial de educación ambiental para niños y niñas de los jardines maternales, escuelas primarias y secundarias, vecinales y organizaciones intermedias públicas y privadas interesadas en conocer más sobre los derechos de la naturaleza, sobre otras formas de relacionar a los seres humanos con el mundo natural.
— Diseñar un marco normativo municipal de promoción, respeto, padrinazgo y protección de especies animales no humanas.