Jueves 18.2.2021
/Última actualización 15:53
"Los jóvenes están cruzados por realidades diferentes, difíciles, droga, delincuencia. Ahora tienen un primer empleo en las cuadrillas de limpieza del municipio. Mantienen limpio su barrio, lo caminan, demuestran su trabajo, ya no son sólo los pibes que están señalados". Isolina Rolón relata desde Yapeyú el trabajo conjunto de la Municipalidad en la Red de instituciones del barrio, en el marco de la construcción de acciones territoriales colectivas que propone el Plan Integrar.
"Estamos haciendo una política que tiene al vecino como protagonista", destacó el intendente Emilio Jatón, al tiempo que refirió que "las Redes de instituciones son el corazón del Plan Integrar porque acá es donde hacemos lo que propusimos desde el primer día: construir las decisiones con los vecinos".
A estas Redes, que ya son 20, el municipio suma sus propuestas que resultan enriquecidas con la mirada de quienes viven en el barrio y saben mejor que nadie cuáles son las necesidades y las prioridades a resolver. Como Isolina, que es referente de la Asociación Civil Sinergia del Norte y Deportivo Gambeta y, desde su sede en Yapeyú, quiere ver a su barrio salir adelante con mejores condiciones para los vecinos.
"Es importante que los jóvenes vean que ellos pueden hacer cosas lindas. Nosotros con la parte de Ambiente (del Gobierno local), recuperamos el Solar Villa Teresa. Fue un trabajo bastante difícil, porque primero ellos tenían que sentir que el espacio era para ellos. Luego vieron que necesitaba y pudieron colocarle plantas, un banco, una mesa redonda para construir. Hoy no podemos compartir un mate, pero sí nos podemos sentar en círculo a conversar", explicó la vecina.
Las Redes de instituciones barriales son espacios donde se discuten colectivamente las necesidades de sus lugares y se buscan, mediante reuniones periódicas, las formas de resolverlos y de apoyarse mutuamente en el trabajo. En cada barrio la conformación es distinta y participan desde organizaciones sociales, escuelas, centros de salud, CAF, vecinales, comedores y merenderos comunitarios, iglesias, clubes, asociaciones civiles y otros estamentos municipales y provinciales con presencia en el lugar. Algunas de las Redes tienen más de 10 años de trabajo; otras se disolvieron un tiempo y resurgieron, y algunas recién se están conformando este año.
Hace 14 años que la Iglesia Evangélica de barrio San Lorenzo está en el lugar; desde unos hace 6 ó 7 integra la Red barrial: "Trabajamos muy bien; cuando hay alguna necesidad, la ponemos en el grupo y enseguida vamos colaborando en lo que podemos", dijo el pastor Mario Ledesma, quien desde esa institución viene trabajando con los jóvenes y los consumos problemáticos.
"Nosotros trabajamos con chicos con problemas de adicciones y violencia, y colaboramos para que vayan a rehabilitación. En esa sede de la Iglesia, brindamos cursos de peluquería avanzada y básica, herrería, electricidad. En estos momentos de pandemia, estamos más abocados al curso de panadería; producimos para casi 100 chicos de una copa de leche de Arenales y un comedor", contó Ledesma.
Las necesidades de la población se multiplicaron con el Covid-19 a raíz del cierre que sufrieron las actividades económicas y por el repliegue temporal de la presencia estatal en territorio debido al aislamiento. Ante ese panorama, la Municipalidad hizo hincapié en fortalecer las organizaciones sociales dentro de las Redes. Allí donde el centro de salud o la escuela no llegaba, sí había un comedor o asociación que sostenía en lo cotidiano el vínculo comunitario con las familias del barrio.
En el momento más duro de la pandemia, no sólo se cubría a la población que ya venía siendo acompañada por las instituciones de la Red. "También venían las familias que no podían salir a ganarse la moneda del día a día, gente que es de trabajo pero que con el aislamiento no tuvo opción así que la veíamos venir con su recipiente de plástico a retirar su comida porque ese día no tuvo la changa", dijo contó Carina González, referente de la asociación civil Manos Solidarias, de Villa Hipódromo.
Para esta referente social, el trabajo de la Red "es muy satisfactorio" y destacó que los vecinos "se están prendiendo muchísimo" en las propuestas del municipio, articuladas con todas las organizaciones. "Estamos trabajando tanto con el espacio público como en diferentes temas: violencia, jóvenes, género. Cuando hay ganas y se puede articular, todo es posible para poder generar cosas lindas para el barrio", alentó la vecina.
Por su parte, la vecinal del Centenario se abocó, como parte integrante de la Red, a que los vecinos del barrio se cuiden de los contagios de coronavirus. "Realizamos una serie de actividades, entre ellas, tres murales en el barrio con una misma frase 'Nos cuidamos entre todos' y se han involucrado desde los centros de salud, la vecinal, las escuelas y el centro de jubilados. Tenemos que seguir cuidándonos, tanto los jóvenes como los adultos mayores", contó José Cettour, presidente de esa vecinal. "El trabajo en Red es importante porque las instituciones están trabajando en conjunto, sin banderías políticas y para mejorar la calidad de vida en el barrio y de los vecinos", cerró.
Sostener y recuperar lazos
Roxana Orieta pertenece a la asociación civil Brillantísima, que nació hace 8 años en Coronel Dorrego para brindar contención a unos 80 chicos y jóvenes mediante la comparsa. "Tenemos percusión, baile pero también cursos de corte y confección, panadería, herrería, y un merendero que funciona dos días a la semana y al que los sábados, unos 90 chicos van a retirar las viandas para sus familias", dice.
"Con la pandemia quedamos un poquito aislados pero tenemos ganas de volver a comenzar con grupos reducidos en la comparsa; también estamos trabajando con la Red en tratar de mejorar la conectividad del barrio para la vinculación de los chicos con la escuela", relata Roxana sobre los proyectos.