Redacción El Litoral
En un solo día hubo 26 heridos entre los espigones I y II, Playa Grande y Los Alisos. El Sindicato de los guardavidas propuso colocar banderas para alertar a los bañistas.
Redacción El Litoral
A causa de las altas temperaturas y la poca profundidad de la Laguna Setúbal, las palometas son una amenaza para los bañistas de los balnearios de la ciudad. En lo que va del verano se registraron 38 casos de mordeduras, sólo en el Espigón I hubo 21, seguido por Playa Grande con ocho y el Espigón II que suma siete heridos. También en Los Alisos, la playa de El Pozo, dos personas sufrieron ataques, aseguraron desde la filial Santa Fe del Sindicato Único de Guardavidas (Sugara).
El aumento tan repentino de heridos en aguas de la laguna provocó en los guardavidas un estado de alerta constante.
A diferencia de la Costanera Este, donde la profundidad es mayor y la corriente corre con más fuerza, en la zona de los Espigones el suelo de la laguna es mucho más plano y gana profundidad muy lentamente, por lo que se transforma en el lugar preferido para las palometas que buscan aguas calmas y templadas. El calor, además, suma agresividad al comportamiento habitual de las palometas. Otro factor que puede estar incidiendo es la carnada de los pescadores en algún lugar cercano a los balnearios, que también atrae a esta voraz especie.
Tal es así, que el pasado jueves, cuando Santa Fe pisó los 50 grados de sensación térmica, los guardavidas tuvieron que atender a 26 personas, que fueron atacadas sobre todo en sus miembros inferiores.
Código de bandera
“A raíz de estos episodios de mordeduras hemos consensuado con la Municipalidad un código de bandera y una especie de dispositivo sanitario, pero falta la oficialización”, comentó Sergio Berardi, referente de la filial Santa Fe de Sugara, en diálogo con El Litoral.
Sobre esta propuesta de comunicación visual entre los guardavidas y los bañistas, Berardi explicó: “Cuando la gente vaya a la playa si ve una bandera roja es porque hay peligro de palometas y en el caso de algún niño perdido se colocará una bandera blanca”.
En caso de peligro por tormentas eléctricas también se definiría una bandera identificatoria. “La idea es lograr traer en las próximas semanas el sistema de alerta temprana y capacitar a los trabajadores. Hasta el momento en la provincia sólo Rosario usa este método”, concluyó el referente de los guardavidas.