Lunes 4.10.2021
/Última actualización 7:19
Este 4 de octubre a nivel mundial se conmemora el Día del Hábitat. El Programa de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los asentamientos humanos planteó para el 2021 el lema de "acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono", teniendo en cuenta que se reconoce que las ciudades son responsables de alrededor del 70 % de las emisiones globales de dióxido de carbono, y en consecuencia de la contaminación ambiental.
Una de las misiones que se persigue es promover ciudades ecológicamente sostenibles ¿Santa Fe tiene posibilidades de ser una urbe ejemplo en esta cuestión? El Litoral dialogó con la Comisión Grupo de Trabajo Urbano Territorial del Colegio de Arquitectos de Santa Fe, conformada por Cristian Bosch; María Laura Bertuzzi; Mirta Blazkow; Luis Ingerman; Paula Freyre; y Jaquelina Santiago, quienes reflexionaron sobre el impacto ambiental que generan los asentamientos urbanos en el territorio y en los ecosistemas que actúan de soporte a la actividad humana.
"Algo que tenemos que considerar es que las ciudades son responsables de alrededor del 70% de las emisiones globales de dióxido de carbono. Los medios de transporte, los edificios, la energía y la gestión de residuos representan la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades", coincidieron. En este sentido, los profesionales analizaron los medios que actualmente poseen las ciudades para mitigar la generación de gases contaminantes y qué se puede hacer desde lo local para "acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono".
"Nuestro país, y la provincia de Santa Fe, en particular, se caracteriza por un alto grado de urbanización, es decir, que los habitantes de nuestro país viven en su mayoría en un ambiente urbano. Es aquí donde nuestro ámbito disciplinar como profesionales de la Arquitectura nos toca contribuir y aportar a la construcción de la ciudad. Y como bien señala el arquitecto Julio Arroyo ´el ambiente urbano es un sistema ecológico altamente antrópico que afecta elementos básicos del sistema natural, por lo cual su artificialidad debería orientarse decididamente por la ética de la sustentabilidad que evite comprometer las condiciones de vida de generaciones futuras`", indicaron.
Los arquitectos de la Comisión Grupo de Trabajo Urbano Territorial resaltaron que en el contexto actual, es menester que repensar la ciudad como un hábitat de convivencia y desarrollo humano. "Es necesario poner en debate cómo se articulan los diferentes medios de movilidad urbana (transporte público, pares circulatorios vehiculares, bicisendas, las supermanzanas como células urbanas, calles peatonales, avenidas, etc). Se debe definir claramente el impacto que este esquema actual genera en el ambiente urbano. Es por ello que es necesaria la realización de estudios específicos, donde se midan las emisiones vehiculares y se analicen las dinámicas del tránsito para poder tener un diagnóstico preciso y poder plantear metas u objetivos concretos tendientes a la minimización de las emisiones de dióxido de carbono", plantearon.
La ciudad de Santa Fe cuenta con el informe "Santa Fe Cómo Vamos" en el que se publica de forma anual, estadísticas e índices de interés para evaluar la situación particular de la ciudad. En su última edición se resalta la implementación de varias herramientas actualizadas como ser la actualización del Reglamento de Ordenamiento Urbano (ROU 2010), la creación de un sistema de reservas y parques urbanos, la obligatoriedad del uso de retardadores pluviales, entre otras medidas, para mitigar vulnerabilidades y reducir los riesgos hídricos en los barrios.
Por otro lado, se implementó un inventario de "Gases de Efecto Invernadero" identificando las fuentes de emisión contaminante (por consumo de edificios residenciales y comerciales), transporte (siendo el vehículo particular el de mayor emisión) y los residuos (sólidos y efluentes líquidos). En las gráficas se destaca la distribución de estas emisiones en porcentaje (%) y la cantidad anual total por habitante de dióxido de carbono (en toneladas ? ton), identificando mediciones en los años 2014 y 2016 (ver gráfico).
Captura digital Gases de Efecto Invernadero , calculados en Santa Fe en los años 2014 y 2016."Gases de Efecto Invernadero", calculados en Santa Fe en los años 2014 y 2016. Foto: Captura digital
Dejar de concebir al auto como un habitante más es una de las claves para mitigar las emisiones provenientes de la movilidad urbana. "Se deben pensar políticas públicas que integren tanto los modos motorizados como los no motorizados, haciendo hincapié en el desarrollo de estos últimos", mencionó Bosh.
Bertuzzi opinó que "los modos no motorizados como la movilidad peatonal y en bicicleta, así como el transporte público, son más sustentables y mucho más eficientes para optimizar la capacidad actual de la infraestructura vial, logrando transportar al mismo número de personas ocupando menos espacio para ello. La idea es defender una ciudad diseñada para las personas, con mejor infraestructura peatonal y accesible a todos; con la implementación de infraestructura para ciclistas segura y conectada; con mejores condiciones y eficiencia del transporte público, en un ambiente sostenible y con espacios públicos de calidad".
El plan de movilidad urbana que impulsa la ciudad de Santa Fe contempla cuatro objetivos esenciales: más espacio para el peatón, para los ciclistas, para el transporte público y más espacios verdes. La ciudad cuenta con más de 34 km de ciclovías y bicisendas, 12 bici estaciones, 30,6 kms de carriles exclusivos para el transporte público, más 16 hectáreas de nuevos parques urbanos y más de 10.000 árboles plantados por año en el plan de arbolado público.
"Si bien es el camino correcto, esto no es suficiente como para que los medios de movilidad de mayor sustentabilidad, sean hoy los más utilizados. Estos planes de gestión urbana se deben profundizar, haciendo partícipe a las organizaciones civiles, activistas y al público general, para incrementar los kilómetros de ciclovías y de espacios urbanos integrados con la escala humana, donde el arbolado y la ´calle` se diseñen integralmente teniendo en cuenta los objetivos de disminución de las emisiones de efecto invernadero", comentó Blazkow.
En cuanto al tema del transporte público de colectivos, para Ingerman es necesario abordarlo integralmente "de modo de resolver los inconvenientes que hoy presentan e impiden su uso en forma masiva. Se debe garantizar una frecuencia segura, el acceso desde todos los barrios de la ciudad, la interconexión entre diversos sectores de la misma, así como incorporar la variable metropolitana al sistema e, incluso, avanzar en posibilidades de estaciones que permita articular los distintos medios de movilidad".
La gestión de los residuos es fundamental para disminuir el impacto ambiental que genera la actividad humana en las ciudades. "La ciudad de Santa Fe genera unos 466 kg/hab de residuos sólidos urbanos, siendo del total generado (191.655 tn), el 58% proviene de los desechos residenciales, el 22% de los desechos son de grandes generadores y lo restante se conforma por barrido y por microbasurales. Si comparamos esta relación de generación por habitantes con cifras mundiales, podemos afirmar que se encuentra muy por sobre la media en el mundo", indicó Freyre.
En esta línea, la arquitecta Santiago opinó que "esto significa que aún hay mucho por hacer en cuanto a la eficiencia de la gestión de los residuos sólidos urbanos, donde la separación en origen y el reciclado es fundamental para disminuir las emisiones de efecto invernadero. Es aquí donde radica la importancia de la concientización y la publicación de recomendaciones sobre las buenas prácticas en el manejo de estos residuos en origen, como así también la incorporación puntos de recolección de reciclables y de residuos electrónicos en distintos puntos de la ciudad".