La Reserva Natural Urbana del Oeste posee 142 hectáreas y representa un amplio pulmón verde para la ciudad de Santa Fe, ubicándose entre dos de los reservorios de agua pluvial que disminuyen el riesgo de inundaciones en el oeste de la capital provincial.
Este martes se presentó un nuevo mirador inclusivo, un proyecto que fue presentado por el gobierno local al Fondo de la Conservación del Patrimonio Natural de la provincia de Santa Fe (iniciativa de la Universidad Nacional del Litoral). El mirador se caracteriza por no tener escalones pero sí ventanas de observación a diferentes alturas, lo que permite que personas de distintas estaturas o en silla de ruedas puedan acceder y apreciar el paisaje sin dificultades.
Desde el mirador pueden apreciarse diversas especies de flora y fauna. Foto: Flavio Raina
“Se realizó con materiales reciclados, al cual se puede acceder y observar distintas especies de aves”, explicó María Luciana Manelli, subdirectora de Evaluación Ambiental del municipio. La intención del lugar es otorgar herramientas para fomentar y enriquecer la educación ambiental y el ecoturismo en la Reserva Natural.
El mirador se realizó con vigas de madera reciclada, confeccionadas con plásticos de diversas fuentes en una empresa que le da un segundo uso al plástico. El espacio cuenta con dos códigos QR que al escanearlos con un dispositivo móvil brinda información acerca de las especies de flora y fauna que pueden observarse en el amplio reservorio que está enfrente.
La Reserva Natural Urbana del Oeste se presentó el remodelado centro de interpretación, el cual fue equipado con nuevos instrumentos, diferentes materiales tecnológicos para realizar presentaciones y proyección de información, infografías; libros y materiales didácticos que fueron donados por diferentes organismos y empresas.
La cámara térmica permite medir y comparar la temperatura ambiente, según la vasta o escasa vegetación que tenga el lugar. Foto: Flavio Raina
Entre los materiales incorporados se destacan binoculares y una cámara térmica. “Se pudieron comprar por el proyecto Carboc (medición de la huella de carbono) que realizó la Municipalidad junto a Gran Poitiers de Francia”, destacó Manelli.
La cámara térmica que se incorporó a la Reserva permite medir la temperatura ambiente. De esta manera puede calcularse cómo cambia la temperatura atmosférica de un espacio con vegetación a otro sin. La herramienta tecnológica ya fue puesta a prueba con el proyecto Carboc.
“Lo que se hizo fue plantar 640 árboles en lugares de la ciudad donde no hubiera vegetación. Se midió la temperatura antes de plantarlos para ver la temperatura que marcaba la vereda o la plaza y se va a medir cuando el árbol esté adulto y así analizar la diferencia”, señaló Virginia Márgenet, coordinadora ejecutiva de Áreas Naturales del municipio.
Una función clave
La Reserva Natural Urbana del Oeste tiene como principal función de actuar como reservorio hídrico frente al riesgo de inundación por escorrentía de aguas pluviales. Es un paisaje antropizado, originado por el movimiento de tierra para conformar la defensa contra inundaciones de la ciudad. Incluye zonas de lagunas (reservorios) y albardones que han sido pobladas por diversos elementos naturales, conformando el hábitat de una gran variedad de especies animales y vegetales.
La Reserva puede visitarse de lunes a viernes de 9 a 13 horas. Foto: Flavio Raina
La Reserva cuenta con dos grandes unidades ambientales: albardón y laguna. En el albardón las comunidades bióticas detectadas son sabana de cina-cina y aromito y bosque de aliso o alisal. La laguna tiene cuatro comunidades: dos de vegetación acuática flotante (camalotal y repollar), y dos pajonales (totoral y juncal).
Registro de biodiversidad
En este marco se firmó un convenio de cooperación entre la Municipalidad y la Fundación Vida Silvestre, el cual busca intercambiar datos y experiencias entre ambos. Leonel Roget, administrador de la Fundación Vida Silvestre Argentina, comentó: “A través de este convenio los ciudadanos van a poder aportar registros de naturaleza, plantas, animales, insectos, que luego le sirve a la ciudad para conocer y por lo tanto proteger mejor la biodiversidad”.