El río Paraná en Santa Fe se mantendrá arriba de los 3 metros
La altura en el puerto local es de 3,28 metros. En su pronóstico para las próximas semanas el Instituto Nacional del Agua estima que para mediados de diciembre descenderá algunos centímetros pero estará cerca de la altura media para el mes entrante.
Hace más de un mes el río Paraná en la capital santafesina se sostiene por encima de los 3 metros. Foto: Fernando Nicola
A pesar de las escasas lluvias locales que se registran en gran parte del litoral argentino, el río Paraná a la altura de la capital provincial se mantiene cercano a sus niveles históricos. En la última medición de la Prefectura Naval Argentina en el hidrómetro del puerto local el registro fue de 3,28 metros, manteniéndose estacionario.
Las precipitaciones registradas en la capital provincial en los últimos dos meses estuvieron lejos de los niveles medios. Según el pluviómetro del Centro de Informaciones Meteorológicas (UNL-Fich), en octubre las lluvias totales fueron de 33,50 milímetros; mientras que en noviembre hasta el momento llovieron 28,50 mm cuando los valores calculados para este mes (según los últimos diez años -2012 – 2021) son de 144,62 mm.
¿Por qué se sostiene alto el río Paraná si las lluvias son tan débiles en la Mesopotamia? Lo cierto es que el aporte desde las represas brasileñas es considerado, que mantienen en niveles considerables al río Iguazú que ronda los 15 mts de altura y es el canal fluvial de gran referencia para predecir lo que va a suceder en las latitudes de la cuenca baja del Paraná.
Pronostican que en el verano si bien el nivel podría descender, estará lejos de volver a condiciones extremas. Foto: Fernando Nicola
Ante este panorama, el Instituto Nacional del Agua (INA) este lunes dio a conocer sus tendencias para las próximas dos semanas y las alturas que se prevén en los puertos de la zona. En este sentido, la situación que estiman para Santa Fe es que el caudal descienda algunos centímetros y se posicione a mediados de diciembre en los 3,02 mts, un nivel acorde a los 3,14 mts (altura media calculada para diciembre comparando los registros entre 1995 y el 2021).
En este mismo informe, el INA resalta que si bien “los niveles se registran dentro del rango de aguas medias. Continuará en descenso durante las próximas semanas”.
Perspectivas a mediano plazo
En referencia a lo que sucederá en los primeros meses del verano, para hacer una lectura aproximada del posible escenario, el Ministerio de Obras Públicas (Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica), la Subsecretaría de Obras Hidráulicas y el INA elaboraron un informe con los posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata durante el período noviembre-diciembre-enero.
“La bajante del río Paraná, de características extraordinarias por su magnitud y persistencia, seguirá siendo motivo de especial monitoreo. La perspectiva al 31 de enero 2023 no permite esperar un retorno definitivo a la normalidad, si bien es probable que los caudales se mantengan en la franja de oscilación de aguas medias durante el trimestre de interés”, destacan los especialistas.
En uno de sus apartados, el estudio hace mención a la situación en en Santa Fe y señala que la perspectiva de las próximas semanas es que comience a disminuir gradualmente “respondiendo al derrame del tramo superior, hacia 2,90 m aproximadamente con posibilidad de mantenerse con fuertes oscilaciones durante la segunda quincena del mes, en rango propio de aguas medias”, situación que es compartida según las proyecciones más próximas que hace el INA.
“La tendencia climática, con horizonte al 31 enero próximo, no permite esperar una mejora sostenida en las lluvias regionales, además de niveles inferiores a los medios correspondientes a esta altura del año”, expresa el documento y concluye con que la situación hidrométrica actual “mantiene distancia de la observada en agosto de 2021 y enero de este año. De acuerdo con la perspectiva climática actual se considera baja la probabilidad de un acercamiento a tales condiciones extremas en los próximos meses. En el río Paraná inferior fue el estiaje más prolongado de la historia registrada desde 1884”.