El proyecto de ley de rotulado frontal busca advertir a los consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de dar información clara, oportuna y veraz. Además, procura promover la prevención de la malnutrición en la población y la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles.
De aprobarse el proyecto, los productos que sobrepasen los límites fijados por el organismo deberán tener en el frente de sus envases una etiqueta octogonal negra, con borde y letras de color blanco, que advierta sobre el exceso del nutriente crítico que corresponda en cada caso.
Frente a esta norma, que concretaría un reclamo que hace tiempo hacen los profesionales alimenticios, sobre todo los nutricionistas y los médicos que tratan enfermedades crónicas devenidas de la malnutrición, El Litoral entrevistó a la Licenciada en Nutrición, Celeste Nessier (MP 169), quien analizó el proyecto y sus puntos específicos.
"La ley es estratégica para poder garantizar el derecho a la salud, a la alimentación, a la información, y va en correspondencia con la protección de niños, niñas y adolescentes por la primacía que se les da. Entre sus componentes tiene un rotulado frontal; de regulación de la publicidad de alimentos, principalmente orientado para los niños; y su otro gran componente regula y prohíbe algunos productos en los ámbitos escolares, por eso es la relevancia en el grupo de los niños y jóvenes", destacó Nessier y agregó que la cuarta política que faltaría contemplar en la ley es "el impuesto a los alimentos no saludables y el subsidio a los alimentos saludables".
Esta ley de rotulado frontal ya está regulada en Chile, y de modo más reciente se sumaron México, Uruguay y Perú. Además está en discusión en la agenda pública de muchos otros países. "Es una ley que es altamente recomendada por las organizaciones internacionales de salud, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS); Unicef; la FAO (sigla en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Y en Argentina tiene el apoyo de las academias, las organizaciones de profesionales y la sociedad civil", valoró la nutricionista.
-¿Qué genera la exposición actual de la información nutricional de alimentos?
-Los consumidores tienen asombro y desorientación. Se construyen algunas simbolizaciones de modo erróneo porque la publicidad construye apatías, con el fin de comercializar el producto, pero en detrimento de la salud.
El rotulado frontal es una forma de poder facilitar de manera clara, efectiva, simple y rápida, porque sabemos que la elección en la góndola no es racional, y donde la elección alimentaria está muy fraccionada por las representaciones que traemos de la fidelidad de una marca. La información nutricional que tenemos y está disponible no se comprende, no se entiende y no se puede utilizar. Esta rotulación es el salto sustantivo que simplifica, y en una frase puede orientar al consumidor sobre el conocimiento de los productos.
-¿Qué otro rasgo hace importante a esta ley?
-De alcanzarla, Argentina puede efectivizar políticas del entorno alimentario, que tienen impacto en apoyar y orientar en las mejores elecciones. Está demostrado que es comprensible por todos los grupos sociales, independientemente de su nivel educativo, porque es una frase corta muy simple con un símbolo que lo aísla del entorno del envase y advierte el exceso de algunos componentes.
-¿Qué expectativas tienen para que salga la ley?
-Esperamos que el tratamiento de esta ley se concrete en la Cámara de Diputados, que prospere y que salga por la vía parlamentaria, que es la representación del pueblo y de modo más plural están representadas todas las voces.
-¿Por qué este proyecto se dilató en cuanto a plazos y su tratamiento?
-Por la actividad política corporativa, que son políticas públicas que adoptan el molde de los intereses sectoriales de las grandes corporaciones. Pero en este largo tiempo de reuniones entre las comisiones de Diputados se ha logrado argumentar de modo muy diverso y sostenido con evidencia, todos los mitos vinculados a que no era viable por el Mercosur, por los impactos en los empleos y la economía regional.
Enfermedades por malnutrición
-Actualmente ¿Cuáles son las enfermedades consecuentes de la malnutrición que más se observa en el país?
-En Argentina principalmente las enfermedades crónicas están relacionadas a tener glucosa elevada en sangre, presión arterial elevada, el sobrepeso, la obesidad, y esto está vinculado por la calidad de la dieta. Por todas esas causas, en Argentina se están muriendo 27 personas por hora por día a causa de lo que comemos. Argentina lidera en la región la prevalencia de obesidad infantil, por eso es más que necesario poder contar con este tipo de políticas en el país.
-¿Cómo se soluciona esta alta mortalidad?
-Se debe dejar de pensar que son problemas solamente del sistema sanitario, sino que son problemas sociales, por lo tanto demandan políticas del entorno y no tanto la conducta individual, la obesidad no se resuelve diciéndole a la gente "comé más o comé menos, o hacé ejercicios". Tenemos que hacer que el ambiente cotidiano sea más fácil y la información de productos alimenticios en góndolas sea fácil de interpretar.
Construcción de la elección alimentaria
-¿Qué variables intervienen al momento de la selección de alimentos?
-Las preferencias alimentarias se construyen desde la posición social, la pertenencia cultural, desde el estado de salud, son múltiples y muy complejas las posibilidades de acceso a los alimentos.
A nivel de Latinoamérica es cinco veces más caro comer alimentos saludables que comer alimentos ultra procesados, que son muy accesibles y el mercado tiene margen de crecimiento, por eso justamente necesitamos frenar el consumo de estos alimentos que son proveedores de los excesos de grasas, azúcar, sal, que condicionan la pobre calidad de la dieta de los argentinos.