Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Twitter: @landreychuk
El insólito socavón de Urquiza y bulevar Pellegrini sigue siendo noticia, más por las nuevas complicaciones que se presentan que por la posibilidad de su reparación en breve. Y también, por las contradicciones en las explicaciones respecto de por qué se produjo el cráter. Ahora, en la novela aparecen dos nuevos protagonistas: la cloaca máxima construida hace décadas, y una cañería de gas. Personal de Litoral Gas monitoreaba hoy el gasoducto de alta presión que está a pocos metros del socavón (ver Relacionada).
Esta mañana, mientras los operarios retiraban en lo profundo los restos de losa asfáltica con la ayuda de una grúa y una retroexcavadora, se veía brotar a borbotones agua pútrida. Eran excedentes de la cloaca máxima, que cruza todo bulevar hasta inmediaciones de canal 13, y por donde se expulsa el barro cloacal de casi toda la ciudad. El olor ya empezaba a ser nauseabundo a media mitad de la mañana.
“El problema empezó con la rotura del caño de 300 milímetros de agua. Ese caño (ahora tapado en sus dos extremos con abrazaderas o ‘tapones’ de metal) estaba roto. Se partió, fue horadando el terreno y llevándose arena del suelo. A su vez, también está rota la cloaca máxima, de un caño de 1.700 milímetros de diámetro”, declaró a El Litoral Luis Aragón, supervisor de Cloacas de Aguas Santafesinas SA. (Assa).
Estas dos roturas, de la cloaca y del caño de agua, “empezaron a ‘comerse’ la tierra y escombros del suelo. Y así, todo el pavimento, ya flojo, se hundió. Así se produjo el socavón”, dijo Aragón. “El pavimento se hundió por falta de sustentabilidad del terreno. La causa es, entonces, por una pérdida del conducto de cloaca y por la rotura del caño de agua”, aseguró el supervisor.
Su explicación no se condijo con la del gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, quien ayer había asegurado a este medio que “el socavón se generó por problemas en el terreno. Hubo un hundimiento que llevó a que se rompiera la cañería madre”. Para Aragón, fue al revés.
Cómo sigue todo
Primero, habrá que averiguar por qué está tapado el caño de cloacas. “Seguramente, los sedimentos removidos (escombros, arena, etc.) fueron bloqueando el conducto cloacal roto. Eso impide que el agua escurra”, precisó Aragón. Se tendrá que limpiar el sector para trabajar y tablestaquear los costados del socavón para garantizar la seguridad de los operarios que trabajan en la profundidad. Esta mañana trabajaban 20 operarios de Assa en el lugar.
Después, se deberán sacar todos los escombros para empezar a reconstruir lo que está roto. “Una vez que se repare la cloaca, se irá colocando material por capas para afirmar el terreno. Después, vendrá la reparación del caño de agua roto, que está varios metros arriba de la pérdida de la cloaca. Y finalmente, se reparará la losa asfáltica”, completó. Para el supervisor, reparar, rellenar, compactar y dejar todo pavimentado demandaría no menos de 15 días. “La rotura de la cloaca complica más el trabajo. Porque la cloaca máxima lleva los excedentes de todo Santa Fe. Se está trabajando contrarreloj, pero esto se soluciona”, cerró Aragón.
Gasoducto de alta presión
Por bulevar, a 2,80 metros de profundidad, pasa un gasoducto de alta presión. Por eso, desde ayer a la tarde, personal del área Gasoductos de la empresa Litoral Gas está en el lugar monitoreando el ritmo de los trabajos de reparación.
El gerente de Relaciones Institucionales, José María González, explicó que el caño “no ha quedado al descubierto porque está del lado de la parte sana de bulevar”. Pero advirtió que si se sigue hundiendo puede quedar a la vista. De todos modos, garantizó que “no sería ningún problema desde el punto de vista de seguridad pero si sigue cayendo arena y queda descalzado, sin apoyo, vamos a tener que hacer algún trabajo de precisión y refuerzo para que el gasoducto quede agarrado a algún soporte”.
Las decisiones se van tomando minuto a minuto, a medida que van avanzando los trabajos: “Tenemos entendido que todavía hay riesgo de que siga cediendo pero desde el punto de vista de la seguridad, hay personal de la compañía en el lugar y, por el momento, no hay problemas”.
El testimonio: "Afecta al comercio”
Alfredo Forni, titular del local de comidas Mi Sandwichito, en la esquina de Bv. Pellegrini y Urquiza, miraba con gesto de desolación el cráter y los operarios. “Por suerte no tuve roturas en la estructura del local, pero sí algo de baja presión. Ahora el problema es que, dado este problema y con Urquiza y Bv. cerrados, va a mermar el número de clientes. Esto va a afectar al comercio”, declaró.
Circulación vehicular y transporte público
La circulación por Urquiza hacia el sur está interrumpida a la altura de Cándido Pujato. Por bulevar, de oeste-este, el corte se produce en calle Saavedra, donde se puede doblar hacia el sur. Para quienes circulen por bulevar en sentido este-oeste, la interrupción está en calle 4 de enero, donde se puede doblar hacia el norte. Para el transporte público, se ha dispuesto el siguiente recorrido alternativo para la Línea 16: de recorrido por Bulevar Gálvez, Pedro Vittori, Mariano Comas, 25 de Mayo, Obispo Gelabert y Av. Freyre a recorrido habitual.