Jueves 21.4.2022
/Última actualización 20:59
Las cámaras que transmiten por YouTube las sesiones del Concejo se parecían a un espectador mirando un partido de tenis: iban de una banca a otra, una y otra vez. Es que dos concejales, uno que fue referente y funcionario de la gestión municipal anterior -y mano derecha del ex intendente José Corral-, el radical Carlos Pereira, discutía con otra edil, quizá la "espadachina" del jatonismo más puro en la ciudad: la socialista Laura Mondino. El tema: las obras inconclusas de la ruta 1 y la falta de señalización vial en las colectoras que ordene un tránsito vehicular caótico, de lo cual El Litoral se ocupó días atrás.
El debate marcaba la "grieta política" entre quienes ya no están en el poder del Ejecutivo local y los que, envalentonados, refrendan y defienden a capa y espada la actual gestión. Se vio así una tensión de fuerzas que se miden, se calculan y se tratan de doblegar (en sentido figurado), y los más perspicaces no dudan en afirmar que ya todos miran las elecciones para la Intendencia de 2023.
Todo transcurrió en el tratamiento de los proyectos sobre tablas, con una sesión "planchada" por entregas de reconocimientos y beneplácitos de todo tipo. Hasta que se llegó a las resoluciones, y en el listado aparecía un pedido de Pereira al Municipio para que proceda a demarcar las zonas de estacionamiento prohibido y colocar cartelería vertical y horizontal de señales de tránsito en las colectoras de la Ruta 1 (dentro del tramo de Colastiné, que es jurisdicción de esta capital).
Además, dice el texto sancionado, "dispóngase la realización de operativos periódicos de control y ordenamiento de tránsito, y la afectación de inspectores de tránsito, en los horarios de mayor circulación, a los efectos de monitorear la circulación en las referidas colectoras".
El edil radical aliado a Juntos por el Cambio no escatimó en sus argumentaciones tonos críticos sobre las competencias y el desempeño de la administración de Emilio Jatón en ese sector de la ciudad. "Las colectoras son la ciudad en sí misma, incluso por donde van los líneas de colectivos. Son un espacio que deben estar bajo la atenta mirada y supervisión del gobierno municipal", empezó diciendo.
"Estamos en condiciones de asegurar que desde hace dos años no hubo un sólo operativo municipal de control y ordenamiento de tránsito en la Ruta 1. Sí hubo operativos de la policía provincial, pero no operativos municipales que ordenen un tránsito tan complicado; los accidentes suceden permanentemente. No se respetan los semáforos, hay vehículos que atraviesan de la colectora al carril principal", enumeró Pereira.
"Y no hay reglas de estacionamiento en las colectoras, y esto es potestad pura del municipio -prosiguió-. Los conflictos viales son permanentes; por eso pedimos señales de ordenamiento sobre dónde estacionar un vehículo y dónde no, ¡es sólo pintar de amarillo los cordones! Y no nos sirve de excusa de parte del Gobierno local que formalmente la obra no haya sido entregada aún por la provincia. Hace falta intervención urgente del personal de Tránsito municipal", reclamó Pereira.
"Si no hablo, pareciera que se dice cualquier cosa en este recinto, y que además no son reales...", le salió al cruce Laura Mondino. La concejala recordó que esa obra no ha sido entregada aún por el gobierno provincial, con lo cual "el municipio no puede intervenir como quisiera a la hora del ordenamiento vial". Y aseguró que los controles de tránsito "se vienen realizando, no sólo en ese sector sino en toda la ciudad, con una programación de acuerdo a los días y horarios".
"Me parece poco responsable no medir las consecuencias de cuando alguien se manifiesta con relación a cómo le gustaría que fuese tal o cual cosa sin tener en cuenta cuestiones de gestión municipal y responsabilidad política", le devolvió a Pereira, y de repente, Mondino metió el dedo en la llaga.
La edila aseguró que la actual gestión, cuando asumió, aceptó una obra clave para la ciudad -como la transformación de Av. Freyre- que "no tenía ni siquiera señalizaciones, ni cordones, con un alto grado de irresponsabilidad" que dejó la anterior administración municipal.
El partido de tenis y la "tortícolis" que parecían generar las cámaras de transmisión seguía. "Le recuerdo a la concejala que ésa es una obra que se terminó en mayo-junio de 2020. Es decir, es la actual gestión la que tenía que recibirla y en tal caso hacerle las observaciones pertinentes. Es común que las empresas no hagan algunas cosas bien, y que el Estado local deba hacerle las correcciones"; respondió Pereira.
Y no es cierto, según el legislador radical, que la administración municipal no pueda intervenir en la Ruta 1 aún sin la obra concluida. "No se rompería nada, ni el pavimento ni cordones: sólo hay que pintar la señalización y colocar señalética en las colectoras", insistió el radical, empecinado en su argumento. La solución fácil es criticar a la provincia, pero mientras tanto hay accidentes, deslizó con chicana.
Quiso poner algo de moderación el oficialista Lucas Simoniello. "Sería importante, con relación a la Ruta 1, contar con información respecto de lo que establecen los pliegos licitatorios. Porque tal vez esta solicitud de demarcación y ordenamiento vial pueda ser tomada por la provincia para que pueda adelantarla (en los plazos de obra), y en ese caso articular acciones para que tengamos una mejor circulación en esa zona", dijo. La sesión siguió, pero la "grieta" política local había quedado al desnudo.