Como todos los años, la parroquia Sagrado Corazón de la ciudad de Santa Fe, ubicada sobre la calle 4 de Enero entre Tucumán y Primera Junta, se vio plagada de fieles que se acercaron para agradecer o pedir a San Expedito.
Los fieles se acercaron durante toda la jornada a la parroquia Sagrado Corazón por la devoción al militar romano que murió defendiendo la fé católica.
Como todos los años, la parroquia Sagrado Corazón de la ciudad de Santa Fe, ubicada sobre la calle 4 de Enero entre Tucumán y Primera Junta, se vio plagada de fieles que se acercaron para agradecer o pedir a San Expedito.
El buen clima que acompañaba la tarde de este 19 de abril no llegó a los rostros de los creyentes, que contaron a El Litoral, con gestos de angustia y dolor, por quienes venían a pedir en esta oportunidad.
Desde muy temprano, los devotos de San Expedito comenzaron a llegar a la parroquia. Con estampitas en la mano, botellas de agua para bendecir, collares con dijes del santo y pulseras rojas. Llenos de fé y paciencia, realizaron una larga cola que se extendió por 4 de Enero y Primera Junta para poder ingresar a las distintas misas y también a orar.
Laura, una creyente, se acercó junto a su marido a pedir por sus hijos. “Pido por todo, pero principalmente mis hijos”, contó mientras su marido le colocaba una mano sobre el hombro, con aire reconfortante, “Hace un año que vengo todos los lunes a pedir por ellos y cada 19 en lo posible venimos”.
Entre la larga fila, bordeada por un cordón custodiado por policías que se aseguraban de controlar el tránsito, también se encontraba María. La mujer, a punto de comprar velas en uno de los tantos puestos de vendedores ambulantes y cargada de varias botellas de agua, también asistió a pedir por un ser amado. “Vengo a pedir por una amiga que tiene cáncer”, comentó con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada, “también me acerco a agradecer, pero ahora pido solamente por ella”. La bolsa que llevaba con botellas de agua era para bendecir y acercarle a su amiga.
Aunque muchos de los pedidos fueron principalmente para familiares, también aparecieron creyentes que oraron por el país. “Pido por el trabajo, las cosas están difíciles”, contó un fiel que llevaba media hora en la cola, vestido con ropa de albañil y una expresión afectuosa en el rostro, “pido porque mejore la economía, pero también por mis hijos. Por un país con futuro”, sostuvo.
Aunque el 19 de abril es el día principal de San Expedito, el patrono de las causas urgentes, muchos de los fieles del santo que murió decapitado por defender a los soldados católicos, asisten regularmente a pedirle y agradecerle en la parroquia Sagrado Corazón. Este año, como todos los otros, no fue distinto. Acompañados o solos, de todas las edades y géneros, asistieron cientos de creyentes a pedir por la salud, el trabajo y la paz.
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