Santa Fe rindió homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA
Roitman: "No podemos, ni debemos naturalizar que todavía no se haya hecho justicia"
El presidente de la DAIA local instó a recordar y homenajear a los fallecidos "no permitiendo que la impunidad vigente, la inexistencia de justicia, el olvido y la falta de memoria, los asesine nuevamente". Jatón señaló que "sin justicia, no hay paz posible". El recuerdo de Danilo Villaverde, el santafesino muerto en el atentado.
Roitman: "No podemos, ni debemos naturalizar que todavía no se haya hecho justicia"
Santa Fe renovó la exigencia de justicia por el atentado a la AMIA que provocó 85 muertes y más de 300 heridos; instó a ejercitar la memoria para evitar el olvido y recordó a Danilo Villaverde, el santafesino que falleció como consecuencia del coche bomba en la mutual israelita en el barrio porteño de Once.
En la plazoleta Villaverde -frente al ingreso al estadio de Colón- y organizado por la DAIA local y el municipio se realizó el acto conmemorativo del vigésimo octavo aniversario del atentado. "La memoria aparece como el último recurso frente a la desidia de la justicia para acabar con la impunidad, frente a la negligencia de nuestros gobernantes para prepararse adecuadamente para evitar la repetición de los mismos, frente a la falta de una legislación que permita combatir el terrorismo y frente a una sociedad encaminada a olvidarlos" señaló Horacio Roitman, presidente de DAIA en su discurso. "Nuestro recuerdo permanente, nuestro respeto. Para ellos también reclamamos justicia, una justicia que sane y alivie lo sufrido", pidió el intendente Emilio Jatón.
Roitman y Jatón fueron los oradores del acto que congregó a familiares de Villaverde; a las ministras de Género, Mujeres y Diversidad, Florencia Marinano; y de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, al diputado nacional Mario Barletta y a los provinciales Sergio Basile y Sebastián Julierac así como a un importante número de concejales encabezados por el presidente del cuerpo, Leandro González.
El ulular de una sirena marcó el inicio del acto seguido por la oración a las víctimas del rabino Sebastián Baistein. Familiares de Villaverde encendieron las velas y la lectura de la nómina de las 85 víctimas fue acompañada con el depósito de una flor para cada uno de ellos por parte de los presentes.
Roitman empezó su discurso recordando el atentado del 17 de marzo de 1992 a la embajada de Israel en Buenos Aires que produjo la muerte de 22 personas y dejó heridas a 242. "Fue el peor ataque contra una sede diplomática israelí. Los autores del ataque se presume que ingresaron al país a través de la región llamada triple frontera donde históricamente se visualizó una fuerte presencia de Hezbolá" reseñó. "En 2015, veinte y tres años después, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, declaró públicamente, sin su elevación a juicio, que la causa era cosa juzgada, debido a la Acordada de la Corte de 1999 en la que se mencionaba a la Jihad Islámica, brazo armado de Hezbolá como los realizadores del atentado y dictando orden de captura de uno de sus integrantes, Imad Mugniye. Dos años después, el 18 de julio de 1994, un coche bomba, conducido por un suicida, estalló frente a la AMIA, ocasionando la muerte de 85 personas e hiriendo a más de 300, lo que enfrentó a la sociedad argentina con la cara más cruda del horror. Fue el mayor ataque contra objetivos judíos con posterioridad al Holocausto".
Mencionó que en 2006, después de doce años, el fiscal especial a cargo de la investigación, "acusó formalmente al gobierno de Irán de aquel entonces, de planificar el atentado y a Hezbolá libanés, de ejecutarlo. La justicia argentina imputó a ocho muy importantes funcionarios iraníes y a un ciudadano libanés de ser los autores intelectuales, entre ellos los comandantes de Al Quds, cuerpo de los Guardianes de la Revolución Iraní. Curiosamente, o quizás no tanto, el gobierno de Irán le brindó a Imad Mugniye, con pedido de captura como participe de ambos atentados, una sepultura en el cementerio de los mártires, publicó un sello postal en su memoria y le dio su nombre a una calle en Teherán".
El presidente de DAIA no dejó de pasar por alto que "el 7 de junio del corriente año aterrizó en Buenos Aires, con viajes previos a Ciudad del Este, triple frontera, un avión que hasta enero del corriente año había pertenecido a una empresa iraní sospechada de contactos con el terrorismo internacional, con 19 tripulantes a bordo, cinco de ellos iraníes, algunos de ellos, según trascendió, con fuertes nexos con la fuerza Al Quds. Casualidad o causalidad? Es difícil saberlo. Lo que sí sabemos es que sin el alerta realizado por las autoridades paraguayas, sin el alerta y la negativa uruguaya de aterrizar en su territorio, y fundamentalmente sin la judicialización de la investigación, con la denuncia realizada por la DAIA y algunos legisladores, todo hubiera pasado desapercibido, absolutamente normal y atravesado por algo que, lamentablemente, mucho conocemos los argentinos: la impunidad".
Afirmó Roitman que "si el atentado a la Embajada no hubiera quedado impune quizás no hubiera habido atentado a la AMIA/DAIA, y si éste no hubiera quedado impune, seguramente no lo hubieran asesinado al fiscal Nisman, ni hubiera aterrizado en nuestro país el sospechoso y preocupante avión iraní". El dirigente insistió en que "la memoria aparece como el último recurso frente a la desidia de la justicia para acabar con la impunidad, frente a la negligencia de nuestros gobernantes para prepararse adecuadamente para evitar la repetición de los mismos, frente a la falta de una legislación que permita combatir el terrorismo y frente a una sociedad encaminada a olvidarlos".
Para el titular de DAIA, "el éxito de un crimen se perpetúa cuando se mantiene en la impunidad, se prolonga en el tiempo, sin reclamos, sin justicia. No podemos ni debemos naturalizar que todavía no se haya hecho justicia. Solo cuando se haya hecho justicia nuestras profundas heridas cicatrizarán".
A su turno, Jatón afirmó que "sin justicia no hay paz posible. Para ellos también reclamamos justicia, una justicia que sane y alivie lo sufrido. Esta tragedia nos marcó como sociedad, nos descolocó por lo inesperado, por lo violento. Nos vimos quebrados en aquel primer momento. El paso del tiempo nos interpela".
El intendente instó a no "no perder nunca nuestra empatía con el que sufre" y pidió trabajar "por una sociedad más justa, más solidaria y con más respeto por el otro, eso tiene que ser una constante, una forma de vida. Trabajar por más justicia también lo debe ser".
Canción
El acto terminó con la canción "no tiene olvido el amor" compuesta por Víctor Heredia a pedido de AMIA y que es interpretada por 23 familias de reconocidos artistas. Roitman explicó que el mensaje de la canción es esencial: "la memoria seguirá viva sólo si contamos aquello que pasó a quienes por su edad no tienen recuerdos, o nacieron después de que sucedieran los distintos hechos que nos marcaron como sociedad y que conforman, lamentablemente, nuestra identidad colectiva".
Presentes
Al acto además de las autoridades asistieron miembros de la colectividad judía; el rector de la Universidad Católica local, Martín De Palma; el vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, Pedro Sánchez Izquierdo; el titular de Upcn, Jorge Molina; el sacerdote Axel Arguinchona y varios secretarios de la gestión municipal que acompañaron al intendente.