Jueves 29.9.2022
/Última actualización 15:11
El antiguo vagón de tren que funcionó por varias décadas como restaurante fue vandalizado con grafitis. Está en Pedro Víttori al 3500, en la esquina que forma esa calle con bulevar Gálvez, de la ciudad de Santa Fe. Se trata de un espacio emblemático a donde además funciona la Fábrica Cultural, en el ex Molino Franchino. Allí está este precioso vagón con más de un siglo de historia, arruinado por el paso del tiempo y la falta de cuidados. A la espera de un restauro y reactivación. Y ya hay un proyecto sobre rieles.
A Jorge Coghlan le dio pena “verlo en franco deterioro por el paso inexorable del tiempo, totalmente abandonado y sin mantenimiento, y ahora totalmente pintarrajeado en manos de alborotados mentales, como si ese Centro Cultural no tuviera vigilancia, o que ninguna autoridad haya visto mientras este mamarracho era dibujado/producido, tarea que debe haber llevado un trabajo de varias horas”, dijo a través de sus redes sociales el referente del Centro de Observadores del Espacio (Code), quien además es un reconocido vecino de la ciudad y en los últimos tiempos se sumó a una comisión que pretende salvar el Museo Ferroviario, otro espacio olvidado. Y con su publicación puso en foco el tema.
También recordó Coghlan un viejo artículo de El Litoral publicado en el año 1999, en el que se recoge parte de la historia del viejo vagón.
De 1904
La pieza ferroviaria es sin dudas una reliquia. Se trata de un vagón comedor del año 1904. El C851. Fue fabricado por la American Car Company. Llegó a Argentina por partes y fue armado por especialistas en unos talleres de Tafí del Valle.
Corrió por las vías enganchado a distintas formaciones ferroviarias hasta el año 1974. Ese año le dieron la baja. En sus mesas almorzaban y cenaban o tomaban un café los pasajeros que viajaban hacia Chile. Y en sus últimos años de uso el vagón recorrió la línea que iba desde Santa Fe hacia el norte del país. Es que en sus comienzos perteneció a los ferrocarriles ingleses, pero luego pasó a ser propiedad del Estado como parte del Ferrocarril Central Norte. Su vida útil terminó en un cementerio de trenes de la localidad de Vera.
Hasta que en el año 1983 dos emprendedores lo hallaron entre las antiguas formaciones depositadas en el norte provincial y decidieron darle una nueva oportunidad. Gabriel Sánchez y Alberto Cassalegno lo trajeron a Santa Fe y comenzaron a restaurarlo para transformarlo en un restaurante.
El Vagón
Fue en el año 1991 cuando se inauguró en nuestra ciudad El Vagón, un bar comedor en el interior de una estructura ferroviaria. Toda una curiosidad gastronómica. Más tarde pasó a ser una oficina de venta de pollos a las brasas, que se cocinaban sobre unas parrillas ubicadas a un costado, hasta que en 2015 la estructura quedó en la nada.
Intervenido. Guillermo Di Salvatore.Por entonces todo su entorno comenzaba a cambiar. Por un lado, existía el proyecto del Tren Urbano, que partiría desde el andén contiguo al viejo vagón. Mientras que además era restaurado a nuevo el edificio del ex Molino Franchino, a donde hoy funciona la Fábrica Cultural.
Hoy la plaza que rodea al vagón es un punto de encuentro de muchos vecinos y turistas. Se suelen realizar ferias y actividades culturales. Hay bancos y jardines. Mientras que el vagón permanece allí cerrado. Y ahora vandalizado, con graffitis. Lo que se sabe es que pertenece a un privado y que el Municipio piensa reactivar su uso.
Restauración
Para Huaira Basaber, subsecretaria Gestión Cultural y Educativa de la Municipalidad Santa Fe, el vagón “es un ícono de la ciudad”. Por ese motivo “la idea es restaurarlo”, le dijo a El Litoral.
“Tenemos un convenio con el propietario”, que es Gabriel Sánchez, dijo Basaber. “Le hicimos mejoras y reparaciones, porque además el espacio precisa mejoras constantes”, agregó la funcionaria. “Le colocamos una membrana para la lluvia, también vamos a colocar una lona”, detalló. Además, “el dueño puso un carpintero a trabajar, y le hicimos una bajada de energía para iluminarlo. Ahora vamos a pintarlo y protegerlo para que no lo sigan grafiteando”, mencionó.
En cuanto a su uso y finalidad, Basaber anunció que “la idea es que sea un espacio pedagógico para aprender lo ferroviario en Santa Fe, la idea es trabajar con el sector educativo, ya que es un espacio mágico para las infancias”.
En cuanto a los plazos, la Municipalidad pretende primero “terminar de darle seguridad”. Algo previsto con las obras a realizar hasta fin de año. Y luego “brindar servicios”, dijo Basaber.