Martes 31.5.2022
/Última actualización 20:46
De 9 salones, solamente 3 tienen una estufa eléctrica. Los demás nada. A eso se le suma una cruel realidad: gran parte del alumnado asiste con una remera -con suerte de mangas largas-, un buzo arriba, un pantalón y zapatillas. Las medias, los gorros, las bufandas y las camperas abrigadas parecen ser una utopía, algo inalcanzable para niños de entre 6 y 12 años que solo quieren aprender.
Esta situación tiene lugar en la escuela Monseñor Zaspe de Santa Rosa de Lima, ubicada en la calle homónima al 4400 de la capital provincial. La descripción puede sonar exagerada. Pero no lo es. Así van, cuando van y la lluvia o el frío no les truncó la posibilidad.
María Laura Pascutto es la directora de la institución pública que visitó El Litoral y cuya matrícula varía entre 220 y 230 alumnos. Varía, cuenta, porque durante el año las familias se van trasladando a otros barrios por diferentes motivos y mientras algunos chicos se van otros nuevos llegan.
Crédito: Mauricio Garín"La realidad de nuestra escuela es que tiene un alumnado que vive mayoritariamente en ranchos. Yo trabajo acá hace 8 años y la verdad es que cuando llega el frío siempre se repite la misma historia: los chicos vienen con muy poca ropa, sin medias, con zapatillas rotas… Ver esos pies desnudos duele", admite la directora. Y agrega: "Los días de lluvia hay padres que vienen a decirnos que los chicos no pudieron venir porque se les mojaron las únicas zapatillas que tienen y hasta la ropa adentro del rancho".
"Las robaron"
Las aulas carecen de estufas luego de un robo que sufrió la escuela en enero. Desde aquel día que se las llevaron no se pudieron recuperar.
Consultada sobre si se hizo un nuevo pedido al Ministerio de Educación o a nivel supervisores, Pascutto reconoció que aún no porque se fueron pidiendo otras cosas, como elementos de trabajo y ventiladores para los primeros días de clases y "todo lleva su tiempo de gestión".
Un roperito vacío
Todos los años, cuando llega el frío, desde la escuela hacen campañas solidarias para llenar el roperito solidario de abrigos. Y este 2022 no será la excepción. Las bajas temperaturas ya se están sintiendo en la ciudad y muchos son los chicos que necesitan un abrigo, algo que caliente sus cuerpitos.
Crédito: Mauricio Garín"El ropero tiene sobre todo cosas de verano y de adultos. No hay nada de invierno y para niños. Encima con la pandemia esta campaña no se hizo y estamos desprovistos de todo", dice María Laura, la directora.
En orden prioritario, lo que más precisan en la escuela Monseñor Zaspe son pares de media, camperas, zapatillas, pantalones, buzos, gorros, bufandas y guantes. También estufas eléctricas o con gas envasado. Los interesados en colaborar con la escuela pueden llamar al 4572963.
"No se puede aprender con frío"
Alejandra Canavesio es psicopedagoga (M.P. N.º 279L.I.F. 8). Consultada sobre si un niño puede aprender sientiendo frío, la profesional fue categórica en afirmar que: "un niño no puede aprender con frío, no puede aprender con calor, no puede aprender con hambre, no puede aprender con sueño… La condición básica e indispensable para que un niño tenga un aprendizaje significativo es, como mínimo, que tenga cubiertas sus necesidades básicas, que esté cómodo. Cualquier situación que a un chico le genere malestar le va a afectar negativamente su capacidad de aprendizaje".