Agotados de los bailes de Villa Dora los propios vecinos miden los decibeles
Además, adelantaron que se reunirán con vecinales afectadas por situaciones similares, como 7 Jefes, Candioti Norte y República del Oeste. La semana pasada presentaron un pedido mediante abogado ante el municipio.
Agotados de los bailes de Villa Dora los propios vecinos miden los decibeles
El laberinto en el que están inmersos los vecinos del club Villa Dora de la ciudad de Santa Fe provocan todo tipo de trastornos en su calidad de vida. Tal y como lo anticiparon, este fin de semana padecieron por duplicados los problemas que se generan en el ingreso y egreso de los bailes que se organizan en la institución.
Como se explicó reiteradas veces, quienes viven en cercanías al lugar en cuestión deben soportar todo tipo de ruidos, gritos, vehículos y, en algunas ocasiones, hechos de violencia.
Cansados de estos inconvenientes y de reclamos en vano, los vecinos buscaron representación legal y presentaron un escrito formal ante el municipio. Además, la novedad de estos días es que son los propios moradores quienes miden los decibeles que surgen de Villa Dora.
A través de aplicaciones para teléfonos inteligentes, logran verificar que se supera el umbral de 45 decibeles que prevé la Ordenanza para después de las 22. Si bien la prueba no es utilizable para labrar una infracción, porque deben ser los inspectores municipales quienes dentro del domicilio del damnificado realicen la medición con equipamiento reglamentario, forma parte del testimonio de los vecinos.
Según contaron a El Litoral, las capturas corresponden a momentos después de la medianoche, ya entrada la madrugada de este lunes. “Más tarde hubo un recital y duplica la medición”, aportaron.
Las capturas del teléfono del vecino que midió de manera casera los decibeles.
Diferente barrio, mismo problema
Los ruidos molestos y problemas a la salida del baile, no son exclusivos de quienes viven en las adyacencias al club Villa Dora. Situaciones similares padecen vecinos de barrio 7 Jefes, Candioti Norte y de República del Oeste.
Ante este panorama, para esta semana tienen previsto una serie de reuniones para abordar este tema y llegar a puntos de encuentro entre vecinales. “Además estaremos convocando nuevamente a los Concejales para que nos visiten”, le dijo a este diario una damnificada.
El testimonio se repite todos los fines de semana y son una muestra del agotamiento de los vecinos. “A la noche baile con griterío a las 4. Como llovía, los autos se quedaron dando vueltas con bocinas y escapes al máximo”, comentó una mujer.
Para peor, el fin de semana hubo torneo de vóley en la institución y fue el combo perfecto para el dolor de cabeza de quienes viven en la zona.
“El viernes el baile terminó a las 5 y la salida fue descontrolada, como siempre. Encima, unas horas más tarde hubo torneo de voley. Vuvucelas, cornetas y tambores desde las 9 hasta las 21 y el domingo algo similar de 8.30 a 16”, amplió la damnificada. “Pareciera a propósito”, cerró.