Cuatro días después del incendio que consumió gran parte de la Distribuidora del Interior, ubicada en el noroeste de la ciudad de Santa Fe, continúan los trabajos de seguridad y demolición en el lugar.
Este lunes por la mañana uno de los muros del lugar que sufrió un incendio el pasado jueves cedió y la construcción quedó “más endeble”. ¿Qué harán con los escombros?
Cuatro días después del incendio que consumió gran parte de la Distribuidora del Interior, ubicada en el noroeste de la ciudad de Santa Fe, continúan los trabajos de seguridad y demolición en el lugar.
Pasadas las cuatro de la tarde de este lunes, la pared que daba a la ochava de Estanislao Zeballos y Gobernador Freyre fue demolida por una empresa contratada para dicho trabajo.
Más temprano, en el amanecer de este lunes, una de las paredes que quedaba en pie se había derrumbado. El hecho generó cortes de luz en la zona y la intervención de la EPE y de efectivos municipales para desviar el tránsito.
“Sigue siendo una zona peligrosa e inestable”, fueron las palabras que utilizó esta mañana Marcelo Barca, subdirector de gestión de Riesgo de la Municipalidad de Santa Fe para referirse a la construcción que aún seguía en pie.
“Era una construcción inestable y el derrumbe de este lunes le quitó aún más estabilidad así que está más endeble”, amplió Barca. Sin embargo, había confirmado que “edificaciones privadas y la empresa encargada de demolición están comenzando con los trabajos”.
Respecto a los escombros que generó el incendio seguido de derrumbe, fueron trasladados a una cava de barrio Santa Rita para esperar que se enfríe y poder llevarlos al relleno sanitario.
“A la cava ya se trasladaron más de 60 camiones con escombros y hay un camión de bomberos para terminar de enfriar el material y por cualquier inconveniente que pueda generarse”, explicó Barca.
A su vez agregó que “antes de ingresar al relleno sanitario se le hará un nuevo control a la carga para asegurarnos de no trasladar el problema hacia allá”.