Martes 3.12.2019
/Última actualización 12:01
Con el apoyo de Unicef Argentina, el gobierno de Santa Fe presentará este miércoles la Guía de recomendaciones para el cuidado integral de Infancias y Adolescencias Trans, la primera en su tipo en el país y en América Latina. El documento recoge la experiencia desarrollada en los últimos tres años en el programa Género y Familia, de la subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual, y la actividad tiene también el apoyo de Onusida.
“La guía pretende brindar herramientas para capacitación de equipos educativos, de salud, protección social y derechos de las infancias que garanticen la plena vigencia del derecho a la identidad de género del que todas las niñas, niños y adolescentes gozan en el marco de la Convención de los Derechos del Niño”, señala la información oficial.
El documento incluye terminología y conceptos básicos; información sobre identidad de género y derechos de las infancias en el Estado santafesino; modelo afirmativo de asistencia; acompañamiento a infancias: transición social en la niñez, apoyo psicosocial a las infancias y a sus familias, y acompañamiento a jóvenes y adolescentes: transición social en la adolescencia, terapia de inhibición puberal, terapia de afirmación hormonal, habilidades de comunicación y de manejo de la voz, consultoría en salud sexual.
El programa y su resultado -que se condensa en la guía- están a cargo del Lic. en Psicología Andy Panziera quien, en diálogo con este diario, explicó de qué se trata esta experiencia que, como se dijo, es inédita e incluyó a 140 niños, niñas y adolescentes y sus familias entre 2017 y 2019.
Aceptación
¿Qué pasa para que las personas trans presenten indicadores de salud y calidad de vida que, en general, son bajos? ¿Qué pasó a lo largo de la vida de esas personas para que se llegue a ese resultado? “El denominador común es que había existido una expulsión temprana del hogar y mucho rechazo por parte de las familias”, reflexiona Panziera. Este rechazo “obedecía muchas veces a formas de afectividad política o socialmente aprendidas, en un contexto histórico en que la diversidad sexual fue tildada de patología, delito o pecado”.
Así fue como se comenzó a trabajar en distintos niveles con una metodología que permitiera cambiar la matriz de discriminación inscripta en los distintos vínculos para facilitar la aceptación. “El corazón de este modelo es que la aceptación es la mejor forma de protección”, confirma el especialista.
La propuesta del programa -que tiene sus bases en una iniciativa privada surgida en los Estados Unidos- llegó a Diversidad Sexual en 2016 y se convirtio en política pública para favorecer el acompañamiento de la niñez y adolescencia trans, pero también de sus familias y otras instituciones.
Un modelo “profundamente humanístico” guía esta propuesta que se basa en cuatro compromisos conceptuales: “los derechos humanos, la perspectiva de género, una mirada afirmativa de la propia percepción de género y el compromiso de pensar a las personas trans no tanto desde sus padecimientos sino en términos de posibilidades”.
Esta línea de trabajo condensada ahora en una guía se nutre de organizaciones internacionales, como la Asociación de Salud Transgénero y tiene el aval de Unicef, además de contar con el aporte de la Asociación de Sexología del Litoral, el Equipo ESI, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, equipos de hospitales provinciales, organizaciones de diversidad y las propias familias del programa.
La presentación será el miércoles a las 11 en la Casa Trans de Buenos Aires (Av. Jujuy 1343). Está prevista la presencia de Roberto Valent, coordinador residente de Naciones Unidas Argentina; Carlos Passarelli, director de Onusida Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay; Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina; Esteban Paulón, titular de la subsecretaría santafesina y Andy Panziera, referente del programa Género y Familia, y autor de la guía.
Poner en palabras
En la presentación de los resultados de la primera encuesta sobre población trans de Santa Fe llamó la atención un dato que, sin dudas, tiene impacto sobre la calidad de vida de las personas que integran ese colectivo social: el 70% de las personas trans autopercibió su identidad de género antes de los 12 años, pero solo el 12,3% pudo expresarlo en tiempo real.