La ciudad no ofrece alternativas para recorrer los ríos y la laguna a bordo de embarcaciones turísticas. Sólo hay tablas de SUP y kayaks. Qué pasó con el catamarán y la lancha municipal.
¿Santa Fe se quedó sin paseos náuticos?
Martes 5.4.2022
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Última actualización 20:16
Pocos años transcurrieron desde que la ciudad de Santa Fe parecía comenzar a abrir sus puertas al río, con la oferta turística de paseos náuticos a bordo de un confortable catamarán con guía turística incluida o la alternativa de una lancha municipal para recorrer las islas. Hoy nada de ello existe en la oferta de la ciudad. Nada.
Cuando un turista llega a la ciudad fundada por Juan de Garay a orillas del río, lo primero que se sabe es que una de las principales atracciones es ir al agua a pasear, a comer pescado y a tomar unos lisos; tras tomarse la tradicional fotografía junto a las letras de "Santa Fe" con el puente Colgante como telón de fondo, si se quiere. Pero sabrá el turista que no podrá navegar estos ríos, al menos a bordo de una embarcación habilitada por el municipio.
Parece mentira que no exista hoy la posibilidad de acceder al río para descubrir la fascinante naturaleza que nos rodea. Ni del sector privado ni del público. No hace mucho tiempo atrás, el catamarán que salía del Dique I del Puerto era una interesante alternativa para recorrer la zona, con una guía turística que le contaba a los turistas sobre las bondades y el encanto del ambiente, sobre la rica historia de la ciudad y con la posibilidad de disfrutar de un viaje confortable y placentero, con servicio de buffet a bordo.
Otra alternativa era la lanchita municipal La Ribereña, una embarcación que antes era timoneada por gente de la isla, los Guardianes del Río, de Alto Verde. Era gente conocedora del entorno de las islas al mando de la embarcación, para meterse por los arroyos y llegar a las lagunas internas del delta, a donde se podían apreciar, entre otras plantas autóctonas, los bellos irupé. También se podía navegar el río Santa Fe frente al Parque de la Constitución y pasar por debajo del puente Colgante, como atractivos.
Pero hoy nada de ello existe. La ciudad parece haberle dado la espalda al río.
El Catamarán, un servicio privado, se encuentra en Buenos Aires donde le realizan tareas de mantenimiento. Sin embargo cuando funcionaba también tenía un costado social, con la promoción de paseos para vecinos de los barrios más postergados de la ciudad, además de ofrecer el servicio a los turistas.
Y el muelle municipal que flota en la cabecera del Dique II del Puerto, desde donde salía la otra alternativa turística de paseos náuticos, La Ribereña, quedó vacío. Tampoco funciona dicho servicio. Nada.
Lo único que funciona hasta el momento son los servicios u ofertas turísticas de tablas de SUP, que se ofrecían durante el verano en las playas, y los paseos en kayaks (hay varios emprendimientos). Se viene un fin de semana largo, el de Semana Santa, y Santa Fe le ofrece poco al turista para que descubra los atractivos naturales del río.
Contraste
A diferencia de Santa Fe, cuando un turista recorre la costanera de Paraná se encuentra con la oferta de paseos náuticos por el río, con folletería e información disponible, para contratar el servicio.