El jardín de infantes que "acuna" a los bebés de las alumnas del secundario y mamás del barrio
El jardín de infantes 256, de gestión pública, incorporó salas de materno para cuidar a los hijos de las alumnas del secundario, mientras ellas van a estudiar. El servicio se hizo extensivo a las mamás de manzanas vecinas del barrio. Un proyecto con propósito educativo y social.
En este momento hay 10 bebés en la sala de deambuladores y 17 niños en la de 2 años. Créditos: Guillermo Di Salvatore
"Acunando sueños compartidos" es el nombre del proyecto institucional que le dio vida a una idea con un propósito educativo y social. El Jardín de Infantes N° 256 "Hermana Benjamina", ubicado en la última manzana del barrio Santa Rosa de Lima, creó salas de materno para recibir a los bebés de las alumnas que asisten a la escuela secundaria. La meta es que las adolescentes puedan seguir yendo a clases y terminen el nivel educativo obligatorio. Pero también el servicio se extiende a las mamás de manzanas cercanas que necesitan dejar a sus bebés en la institución para ir a trabajar o asistir a talleres.
Mientras las salas de 3, 4 y 5 años estaban revolucionadas por las actividades lúdicas para festejar la Semana de los Jardines de Infantes, los bebés de cero a 2 años hacían su siesta de media mañana. Cada 28 de mayo, que este año cayó en domingo, se celebra en Argentina el día de estas instituciones y de la maestra jardinera, en homenaje a Rosario Vera Peñaloza.
Las salitas de materno se incorporaron a este jardín estatal luego de crearse los cargos docentes y auxiliares necesarios en 2020. El edificio nuevo -inaugurado hace seis años- ya venía equipado para recibir a bebés con espacios apropiados, cunitas y cambiadores, además de contar con las aulas tradicionales de 3, 4 y 5 años de Nivel Inicial. "Tenemos en este momento la sala de deambuladores con 10 bebés, y la de dos años, con 17 chicos", contó Rosana Rossi, directora del Jardín 256.
Este proyecto surgió en conjunto con la Escuela Secundaria N° 507, que queda a la vuelta, para poder alojar a las hijas e hijos de las estudiantes de esa institución. "Ellas son las que tienen prioridad de inscripción de sus pequeños en estas salas y ahora tenemos unos 6 niños de esas alumnas, mientras que los demás son de mamás del barrio", explicó Rossi.
De este modo, esta institución de nivel inicial del barrio Santa Rosa de Lima se convirtió en el segundo jardín de infantes de gestión pública provincial en contar con salas maternales -hasta 2 años- en la ciudad de Santa Fe; el otro es el Pedroni que recibe a los hijos de los empleados públicos de la provincia. Se trata de un servicio que suele encontrarse más frecuentemente en los maternos particulares y colegios privados.
Una ayuda
Ana, que tiene 19 años y cursa el 3er año del secundario, dijo que el jardín la "saca del paso" con el cuidado de Erick Mateo, de un año y un mes de vida. "Cuando estaba embarazada no iba a la escuela y, en ese momento no pensaba ir más, pero ahora sí retomé; era necesario que haya un materno acá para poder ir a estudiar", destacó la joven.
Es la Semana de los Jardines de Infantes y de la maestra jardinera. Ellas son las encargadas de cuidar de los pequeños de materno en el jardín 256. En el centro de la imagen, la directora Rosana Rossi. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Por su parte, Camila tiene 15 años y cursa 1er año del secundario 507. Contó al diario que su pequeña Geraldine de 8 meses queda al cuidado de las "seños" del jardín de infantes. "Es una ayuda cuando voy a la escuela. Estoy contenta", dijo la adolescente.
Sergio Bertinant, director la EESO 507 "Pablo Mendoza", comentó que la idea del proyecto surgió debido a que "estábamos preocupados porque nuestras alumnas embarazadas o con bebés, prácticamente abandonaban la escuela, por más facilidades que le diéramos, porque no tenían quién cuidara de sus niños".
"La verdad es que el servicio del materno es muy importante para nosotros porque sólo con cruzar un patio, las mamás ya pueden dejar a sus niños allí, al cuidado de las maestras del jardín. Tenemos varias chicas que dejan sus bebés, luego vienen a cursar normalmente y los retiran a las 11 u 11.30 horas, dependiendo de la edad del hijo", valoró Bertinat.
Las salas de materno comenzaron a funcionar luego de crearse, en 2020, cargos de docentes y auxiliares. Créditos: Guillemo Di Salvatore
El jardín 256 tiene un total de 126 chicos desde las salas de materno a las de 5 años, y siempre la preocupación de su plantel docente es conseguirles abrigo y calzado en épocas de invierno para que no pasen frío, porque en estos contextos sociales hace falta siempre "acunar", para que ellos, los pequeños y sus mamás, puedan tener y llevar adelante sus "sueños".
Hna. Benjamina
El jardín 256, si bien es una institución pública de carácter laico, lleva el nombre de "Hermana Benjamina" en homenaje a una referente del barrio Santa Rosa de Lima "que hizo mucho por esta zona de la ciudad; estaba siempre preocupada de que los chicos estén bien alimentados y abrigados, y su nombre fue el más votado en la elección pública que se hizo para ponerle nombre a la institución", contó la directora Rosana Rossi. En la recorrida, un cuadro con el rostro afable de la religiosa -que entre otras acciones coordinaba un comedor comunitario- cuelga en el sector de administración y dirección como legado de su incansable trabajo en el barrio.
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