Este miércoles llegó a la ciudad de Santa Fe Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social de la Nación, con el fin de recorrer las obras de remodelación en los Centros de Acción Familiar (CAF) Nº 25 de barrio Centenario y Nº 18 de El Abasto.
Los espacios apuntan a fortalecer lazos sociales y barriales. En la capital provincial funcionan 11 instituciones.
Este miércoles llegó a la ciudad de Santa Fe Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social de la Nación, con el fin de recorrer las obras de remodelación en los Centros de Acción Familiar (CAF) Nº 25 de barrio Centenario y Nº 18 de El Abasto.
“Es una recorrida muy importante que busca poner en primer lugar la enorme política de infancia que llevamos adelante desde el gobierno nacional”, destacó la ministra en rueda de prensa, quien estuvo acompañada por Danilo Capitani, ministro de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe; Patricia Chialvo, secretaria de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, y demás funcionarios nacionales y provinciales.
En los CAF de Centenario y El Abasto, 2 de las 11 instituciones que funcionan en la capital provincial, se ejecutaron nuevas instalaciones eléctricas, de agua y gas, también se sumó nuevo mobiliario, equipos de climatización, reformas y ampliación de sanitarios y cocinas, entre otras obras.
“Acá (en referencia al CAF Nº 25) se transformó un espacio de infancia, no solamente en el mejoramiento de la calidad constructiva, sino en poder seguir sosteniendo la inauguración de estas obras que permiten fundamentalmente a las familias y a las mujeres poder lograr la inclusión laboral”, dijo Tolosa Paz, quien durante su periplo por Santa Fe visitó las obras de integración sociourbana que se ejecutaron en Alto Verde.
“Santa Fe tiene, como Buenos Aires, un conurbano alrededor de cada uno de los cascos históricos y el trabajo de mejorar la calidad de vida de los vecinos es muy importante, por eso vamos a estar en Alto Verde, un barrio que fue realmente transformado a partir del rol del Estado, mejorando, incluso construyendo una pileta climatizada en pleno barrio para poder dotar la infraestructura deportiva e inclusión social tan necesaria en cada una de las barriadas de esta querida Santa Fe”, sostuvo.
Los CAF son instituciones que dependen de la Dirección de Promoción de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia y tienen por objetivo el fortalecimiento de los lazos familiares, sociales y barriales para consolidar la articulación territorial en torno a los dispositivos comunitarios, el trabajo de cuidado de las infancias y el acceso al ejercicio efectivo de derechos de las niñas, niños, adolescentes y familias que acuden al lugar. De estos espacios de puertas abiertas en los barrios participan más de 3500 niños y sus familias.
“Para achicar las brechas de desigualdad no solamente la gente tiene que crecer y desarrollarse sino que el rol del Estado en igualar oportunidades es clave. Por eso el sostenimiento del recurso humano, ese recurso humano que son las docentes, las educadoras que se preparan, que se forman también con la enorme tarea de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de esta provincia”, destacó la ministra de Desarrollo Social.
El Litoral recorrió el CAF Nº 18 de El Abasto, espacio que reabrió sus puertas en abril pasado tras las obras de mejoras para las instalaciones.
Al lugar asisten aproximadamente 200 personas. Hay dos espacios de primera infancia para niños de 2 a 4 años; un taller de infancia para niños de 6 a 13 años; talleres de juventudes con formación laboral, a través del programa “Santa Fe Más”; y un taller para jóvenes y adultos. En los talleres se realizan aprendizajes para trabajos en cerámica, tallado en madera, yeso, pintura, dibujo, tejido, carpintería, huerta y panadería.
Luisina Fernández es trabajadora social y lleva adelante su labor en este barrio del extremo noroeste de la ciudad. En diálogo con El Litoral comentó: “En este centro de acción familiar se busca la protección y promoción de derechos”.
Al ser consultada sobre cómo perciben la situación actual de las familias que asisten, la trabajadora social indicó que “el contexto nos atraviesa a todos y es una cuestión de la sociedad. Estamos en un barrio como es El Abasto en la zona norte de la ciudad que tiene particularidades de vulneración. Siempre se dijo que este es un barrio no priorizado y el acceso a servicios es limitado, nuestras instituciones son limitadas. Llegan chicos con diferentes particularidades que se las acompañan para que se apropien de los derechos, los construyan y los reivindiquen”.