Domingo 1.10.2023
/Última actualización 22:17
Francisco Olcese, es el presidente de la Asociación Civil "Tierra Latente", una ONG santafesina que trabaja desde 2014 y lleva solidaridad a comunidades que habitan el impenetrable chaqueño. Por su labor, Olcese fue nominado a los premios "Abanderados", que reconoce a personas se destacan por su dedicación a los demás, difundiendo su ejemplo para inspirar a toda la comunidad.
"Hoy en día soy uno más de los voluntarios de Tierra Latente, por la metodología del premio lo enfocan en una persona, pero en mí están representados todos los voluntarios", señaló Francisco en una entrevista con El Litoral.
Sobre sus sensaciones al recibir esta nominación, que dará a conocer al ganador el 31 de octubre en Buenos Aires, sostuvo que "es una sensación muy linda, si bien nadie de nosotros trabaja esperando nada a cambio, porque a esto lo hacemos porque nos gusta y no podemos quedarnos quietos ante tanta desigualdad. Cuando llegan estos reconocimientos es un envión para seguir trabajando".
Hay unos 100 chicos en etapa de escolaridad, que están apadrinados para que se les entreguen kit escolares, vestimenta y alimentos. Crédito: GentilezaLa ONG brinda asistencia a unas siete comunidades del noreste del monte chaqueño (departamento de Libertador General San Martín) en las que habitan unas 150 familias. Hay unos 100 chicos en etapa de escolaridad, que están apadrinados para que se les entreguen kit escolares, vestimenta y alimentos. "Nuestro objetivo es buscar el desarrollo de estas comunidades, abarcándola desde la niñez hasta la adultez", destacó el referente de Tierra Latente.
Acción solidaria
-¿Qué proyectos llevan adelante?
-Este año empezamos un taller de preescolar porque en las siete comunidades donde trabajamos no existe ninguna etapa de escolaridad hasta empezar la primaria. En conjunto con una docente de allá lo iniciamos para que los chicos puedan insertarse al primer grado con uno o dos años de enseñanza preescolar.
También se empezó a dictar un taller de mujeres para que puedan, por un lado aprender un oficio nuevo, tenemos un grupo de voluntarias que le llevan actividades para que puedan hacer una vez por semana. Y por otro lado, para que puedan empoderarse y para que tengan un espacio merecido, que por generaciones anteriores no lo tenían.
Los voluntarios colocaron carteles para que los parajes sean más fáciles de ubicar. Crédito: Gentileza-¿Qué acciones realizan cada vez que viajan?
-Este año hicimos cuatro viajes, con distintos proyectos. En el primer viaje llevamos kit escolares para que los chicos puedan empezar el año con mochila y útiles. También llevamos alimentos, nosotros allá abastecemos a siete comedores. En otro viaje se hicieron tareas de mantenimiento y pintura en las escuelas.
En junio nos dedicamos a una huerta comunitaria muy grande, donde se desmalezó un terreno, se lo cercó con alambrado. Y en agosto hicimos el sembrado, instalamos un sistema de riego artificial, hicimos el techo y lo vinculamos con un proyecto que lo llamamos "Señales de Vida".
-Es un proyecto que hicimos en conjunto con una empresa de Santa Fe que nos donó la cartelería y señalizamos la llegada a todas las comunidades, porque uno que pasa por la ruta no sabe qué hay monte adentro. Por eso instalamos los carteles desde la ruta hasta la última comunidad, que son unos 50 kilómetros, entonces los carteles ayudan a que el día de mañana necesitan una ambulancia, puedan seguir los carteles y llegar hasta cada comunidad.
En el último viaje, la ONG construyó una gran huerta comunitaria. Crédito: Gentileza-Ahora están en plena colecta de alimentos.
-Sí, estamos juntando alimentos en Santa Fe y después la llevemos allá, seguramente en noviembre vamos a ir para Chaco.
Dificultades
-¿Cuáles son las principales dificultades que se les presentan a las familias?
-Encontrarse tan alejados de los principales centros urbanos, porque están 40 o 50 km metidos dentro del monte y sin ningún tipo de movilidad, eso ya te marca la pauta que acceder a cualquier tipo de servicios es imposible. No tienen acceso al agua potable y viven por el agua de lluvia, o una vez cada tanto el gobierno les llenan las cisternas, que en muchos casos las encontramos contaminadas, con animales muertos adentro, es insalubre. Un par de las comunidades que ayudamos al día de hoy no cuentan con energía eléctrica, ni en sus casas ni en las escuelas. Tampoco tienen acceso a la salud.
-¿Cuál es la respuesta que reciben de estas comunidades?
-La respuesta es excelente y lo primero que hacen es agradecerte porque realmente no están acostumbrados a que nadie los ayude de manera desinteresada, la poca ayuda que reciben generalmente es en campaña política, que cuando termina no vuelve nadie. Por eso ver un grupo de jóvenes que va cinco, seis veces al año desde hace tanto tiempo, están agradecidos.
-¿Esta respuesta es la que los motiva a seguir ayudando?
-Sí, porque más allá de que es gente muy carenciada, lo poco que tienen no dudan en ofrecértelo aunque sea lo único que tienen para comer en el día, eso nos asombra y nos impulsa a seguir trabajando. Es gente que tiene mucho menos y no tuvo las mismas oportunidades que nosotros, y que en respuesta de agradecimiento se maneje de esa manera, es grandioso.