Florencia Arri
Los referentes de los negocios reconocen que todavía no pueden revertir la tendencia bajante de los últimos meses.
Florencia Arri
farri@ellitoral.com
Estirando pagos, reduciendo turnos a los empleados y esperando que los clientes entren. Esas fueron las referencias más frecuentes entre los comerciantes entrevistados hoy por El Litoral en la peatonal santafesina. El motivo fue el informe difundido por el Centro Comercial de Santa Fe, que indica que las ventas de julio fueron menores a las del año pasado, una comparación negativa que se produce por séptimo mes consecutivo.
Las cifras son contundentes: el 47,07 % de los comercios consultados declaró bajas interanuales en unidades vendidas, mientras que un 20,59 % vendió lo mismo, y sólo un 32,34 % admitió incrementos. “Pareciera que el comercio local no puede revertir la tendencia de sus guarismos de ventas observadas en los últimos meses” sostiene el informe, elaborado por el Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales (DIES) de esa entidad.
Norberto Raselli, presidente del Centro Comercial, recordó que los negocios no logran superar las ventas interanuales desde diciembre.
“Seguimos con la misma curva descendente que comenzó en diciembre del año pasado y no se ha revertido en ningún momento”, expresó Raselli. En su análisis de causas se impuso un contexto nacional. “Es complicado porque ya es mucho tiempo: los costos siguen aumentando, la inflación parece que se está deteniendo pero la recesión está en su momento más importante, esperemos que esto en algún momento cambie y empecemos a trabajar con inversiones que hasta el momento no existen”, agregó.
El informe puntualiza que, más allá de las diferencias que puedan surgir entre los distintos rubros, “al realizar comparaciones interanuales persiste la disminución en los niveles de ventas, tendencia convertida prácticamente en una constante en los siete meses del año en curso”.
La entidad, que también monitorea los cierres de negocios, destacó que a pesar del descenso de ventas no se produjeron cierres de comercios. “La cantidad de negocios que cierran sus puertas es la misma, no aumentó con este proceso de recesión”, destacó Raselli.
En el mostrador
“Liquidación por cierre”. El vinilo en la vidriera, con los maniquíes desnudos, fue la táctica que a la que apostó un local de indumentaria femenina para atraer clientes. “Es cierre de temporada”, aclara la vendedora una vez adentro, a quien le pregunte. La estrategia, aunque engañosa, resultó efectiva: en el pequeño salón de ventas había cinco compradoras. Fue la mayor convocatoria hallada esta mañana en los comercios de la peatonal. La imagen repetitiva fueron locales vacíos, con vendedores mirando hacia la puerta, y sólo algunos con clientes.
“Está muy difícil: en julio del año pasado vendimos casi 400 pares de zapatos, y esta vez no llegamos a los 150”, dijo Ana Paula Pasotti. La joven integra la segunda generación de una empresa familiar con cuatro zapaterías en la ciudad. Detrás del mostrador, contó la estrategia de supervivencia que aprendió de sus padres. “Priorizamos el pago del alquiler y los sueldos, y estamos alargando los pagos: a quienes nos vendían a 30 días le pagamos a 90 días y lo toman, porque todo el país está igual”, contó.
En forma anónima, los vendedores consultados valoraron que no hay despidos masivos pero también reconocieron que muchos locales prescindieron del empleo informal y que a los vendedores de planta les redujeron las horas de trabajo. “Antes trabajaba todo el día, ahora sólo medio turno”, lamentó Florencia, en voz baja, mientras esperaba clientes para vender las prendas de liquidación.
“Salvo casos puntuales no hay despidos, porque es el último recurso: cuando se le pide al personal que se vaya suele suceder que es porque termina la empresa”, destacó el presidente del Centro Comercial.
Optimistas pero cautos
Suele decirse que el comercio es una actividad optimista por definición y así lo indican las respuestas y vidrieras en que la colección de Primavera se anticipa como novedad. “La gente se entusiasma con los colores y lo nuevo, queremos que llegue el calorcito para repuntar un poco las ventas”, dijo Nereida Paris en un local de ropa de moda.
Entre aros, collares y pashminas, Marisa Blanco coincidió: “No vemos la hora de colgar todo lo nuevo, las mujeres se entusiasman con los colores y los accesorios, estoy segura de que en la primavera nos va a ir mejor que en el invierno”, expresó.
El informe del Centro Comercial no es la excepción: “Consultamos sobre cuáles son las expectativas para lo que resta del año y siguen siendo —a pesar de la coyuntura actual- positivas y esperanzadoras”.
Consultado al respecto, el presidente del Centro Comercial fue cauto: “No se puede ser comerciante sin pensar de que a uno le va a ir mejor... somos optimistas pero también tenemos temor de que esto se prolongue en el tiempo”, concluyó.