Se trata de una infección de transmisión sexual muy común
Sexo inseguro: detectan alta prevalencia de clamidia entre jóvenes universitarios
Una graduada de Lic. en Biotecnología analizó la presencia de esta infección en estudiantes asintomáticos, que se produce por contacto sexual sin protección profiláctica. El resultado fue elevado: 6,2% sobre una muestra de unos 200 participantes. Casi el 73% de los encuestados dijo no usar preservativos.
Archivo El Litoral/ Mauricio Garin Uno de los pasillos de la FBCB. La foto es sólo ilustrativa, y fue tomada en marzo de 2012.
Una joven egresada de Lic. en Biotecnología, Florencia Doná (28 años, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, FBCB-UNL) decidió realizar su tesina de grado sobre una infección de transmisión sexual (ITS) muy común, Chlamydia trachomatis (CT, conocida como clamidia), cuyo contagio se produce a través del contacto sexual con una persona infectada, y que sólo puede evitarse con el uso de preservativo.
Analizó los resultados de muestras de orinas de unos 200 jóvenes universitarios asintomáticos, y detectó una alta prevalencia de esta infección bacteriana en esa población estudiantil de entre 18 a 30 años: un 6,2%, porcentaje elevado, tras la comparación con otros estudios nacionales.
El estudio fue realizado en la Cátedra de Bacteriología Clínica de la FBCB-UNL bajo la dirección de la Dra. Emilce de los Ángeles Méndez y la codirección de la Esp. María Alejandra Mendosa.
¿Por qué es importante este tema? El estudio es un indicador que muestra que los jóvenes no se cuidan al mantener relaciones sexuales -es decir, no utilizan preservativo-, sobre todo en relaciones sexuales casuales, y se contagian de CT. Esta infección puede causar infertilidad en ambos sexos, y estar con una persona infectada aumenta las chances de contraer el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El tratamiento para curarse es sencillo, con antibióticos recetados por un médico clínico.
Gentileza La joven investigadora, procesando las muestras de orina para luego volcar los resultados a su análisis estadístico.
La joven investigadora, procesando las muestras de orina para luego volcar los resultados a su análisis estadístico. Foto: Gentileza
Doná investigó la presencia de CT en 209 muestras de orina de jóvenes universitarios asintomáticos de la FBCB que firmaron el consentimiento informado antes de la entrega de la muestra y que contestaron, además, una encuesta anónima (con resguardo de datos personales) en la cual debieron responderse preguntas tales como si utilizaban preservativo, cuántas parejas sexuales casuales habían tenido en el último año, si tenían parejas estables, etcétera.
Las muestras de orina correspondieron a 136 mujeres y 73 hombres. "Entre las 209 muestras se detectaron 13 casos de infección por CT (8 mujeres y 5 hombres), con una prevalencia global de 6,2 %. La prevalencia fue de 5,9% en mujeres y 6,8 % en hombres", dicen los resultados centrales de la tesina. No obstante, se aclara que no se puede comparar por género, ya que no hubo la misma cantidad de mujeres que de hombres.
Otro dato no menor: del análisis estadístico de las encuestas se desprendió que "es mayor la proporción participantes que no se protegen con preservativo (72,8 % de las mujeres y 72,6 % de los hombres), frente a los que sí lo hacen, un 27,2 % de las mujeres y 27,4% de los hombres (ver Otros datos recabados).
Un largo camino
Gentileza Es necesaria más educación sexual en las escuelas, campañas de concientización y que se conozcan las ITS , pidió Florencia Doná.
"Es necesaria más educación sexual en las escuelas, campañas de concientización y que se conozcan las ITS", pidió Florencia Doná. Foto: Gentileza
Pero hasta llegar a las conclusiones finales, Doná debió hacer un largo "caminito de hormiga". Es que para procesar los datos, tenía que primero obtenerlos con un arduo trabajo de campo: debía obtener muestras de orina de los jóvenes (varones y mujeres) que voluntariamente decidieran sumarse al estudio, y contestar el cuestionario anónimo. Doná empezó su investigación en agosto de 2018 y terminó de juntar las muestras en octubre de 2019. Se recibió a principios de 2020.
"A la pesca" de voluntarios para su tesina, publicitó el estudio mediante folletos que decidió pegar en todos los espacios de la FBCB. La joven se iba todas las mañanas al Área de Profilaxis (en el Predio de la UNL) a hablar con los ingresantes que realizaban los análisis preuniversitarios obligatorios, para "cazar" algún interesado en participar. Primer obstáculo: no tuvo suerte, pues no consiguió participantes.
Entonces, decidió cambiar de estrategia. "Hablé con los alumnos que estaban cursando la materia que se dicta en la cátedra donde desarrollé la tesina, fueron los primeros en participar, después seguí directamente con los chicos y chicas que estaban en los pasillos, estudiando. Y por el boca a boca", cuenta Doná, en diálogo con El Litoral.
Quienes decidían participar del estudio debían acercarse a la Cátedra de Bacteriología Clínica, y ahí se les explicaba verbalmente y por escribo cómo debían tomar la muestra del primer chorro de orina, en un colector estéril. Los jóvenes debían firmar un consentimiento informado.
"Las muestras de orina no necesariamente debían ser la primera orina de la mañana, sino que podían tener al menos tres horas de retención, es decir, podían tomarse en cualquier momento del día, siempre y cuando hayan pasado al menos tres horas desde la última vez que esa persona fue al baño", explica la Licenciada. Los participantes firmaban el consentimiento informado, iban al baño, tomaban la muestra de orina, la entregaban y luego completaban la encuesta.
Más educación sexual
Ahora, a la luz de los datos, Doná considera que la alta prevalencia de clamidia es ciertamente "alarmante", y su mensaje a los jóvenes es claro: "La infección de CT se da en todas la sociedades. Además, puede ser asintomática tanto en varones como en mujeres, es decir que uno puede estar infectado y no saberlo. Esto dificulta la detección de los casos y favorece su transmisibilidad".
"Es importantísimo -añade-, que haya más educación sexual para que los jóvenes conozcan lo que es el sexo seguro e insistir en el correcto uso del preservativo (los hay para varones y para mujeres). Hoy en día, pareciera que la gente joven se está olvidando de todas las infecciones de transmisión sexual que existen, y que cada vez hay mayor cantidad de casos. La sífilis aumentó tres veces en el país en los últimos años", puso como ejemplo.
Además, las reinfecciones son muy comunes. "Educación sexual en las escuelas, campañas de concientización y que se conozcan las ITS", pide Doná. También, "resulta imprescindible incorporar esta técnica de tamizaje en los análisis preuniversitarios obligatorios como herramienta de prevención", dice en su tesina.
Doctorado
Por su tesina de grado, la joven investigadora recibió una de las mejores notas. Y su trabajo le abrió la puerta para conseguir el Doctorado en Ciencias Biológicas en la FBCB, que empezó en diciembre de 2020 en el Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (de doble dependencia UNL-Conicet).
Otros datos recabados
La detección de esta bacteria en el primer chorro de orina de jóvenes adultos asintomáticos "nos permitió establecer una prevalencia de CT de 6,2 % en la ciudad de Santa Fe y zona de influencia, mayor al 3,5 % mostrado en un estudio sobre la población de estudiantes realizado en la ciudad de Bahía Blanca y, por otro lado, menor a la de otro estudio realizado en la ciudad de Córdoba, que fue de 8,7% en jóvenes y adolescentes", se advierte en las conclusiones.
"Debido a que este agente (CT) puede causar graves infecciones genitales o incluso producir esterilidad en adultos que no presentan síntomas, estos hallazgos tienen un alto impacto en la salud pública. El hecho de haber encontrado una prevalencia elevada en adultos jóvenes asintomáticos, implica un alto riesgo epidemiológico en las infecciones de transmisión sexual en este grupo etario", advierte la joven investigadora en su trabajo final.
"Se destaca que es imprescindible la educación sexual, enfatizando en lo que es el sexo seguro. La importancia de la detección de los portadores asintomáticos, el conocimiento de las características clínicas de las ITS y lograr concientizar sobre el riesgo que se corre al adquirir esta infección; insistir en el uso correcto de preservativos de calidad reconocida y bien conservados. Finalmente, resulta útil la investigación de los contactos sexuales de los pacientes y la vigilancia epidemiológica", concluye la joven investigadora.