Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
@nicoloyarte
Hace un año, los inscriptos eran tres pitbull.
Nicolás Loyarte
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Es evidente que ningún perro concurre al municipio por propia voluntad a tramitar su inscripción en el registro de perros potencialmente peligrosos. En siete años de funcionamiento del registro sancionado por ordenanza, sólo 12 perros peligrosos fueron inscriptos (hasta hace un año eran tres pitbull). Esto demuestra que —ya fuera de toda figura retórica— tampoco los tenedores de las mascotas deciden inscribirlos, ni el municipio logró concientizar a esa población para que lo haga, mediante una campaña.
Los 12 perros inscriptos son: 9 pitbull, 1 ovejero alemán y 2 rotweiler. El escaso número de inscriptos provoca que el registro sea “virtual” y demuestra la falta de control de este tipo de mascotas denominadas “potencialmente peligrosas” en la ciudad, pese a que el registro fue creado por ordenanza en 2009, y corresponde al Departamento de Zoonosis Urbana dependiente de la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Subsecretaría de Ambiente de la Municipalidad de Santa Fe.
“La ordenanza establece un registro no obligatorio. Las veterinarias o criaderos deben comunicar al comprador de la mascota que debe registrarlo. Pero al no ser obligatorio, no se acercan”, explicó Roberto Celano, subsecretario de Ambiente, quien se mostró preocupado por el tema. “De cualquier manera, en la mayoría de los casos de perros agresores se trata de animales que mordieron a un miembro de la familia propietaria”, justificó.
Ataques
Este miércoles, la directora asociada del Hospital de Niños “Orlando Alassia”, doctora Mariela Allassia, denunció que desde principios de año hasta el 31 de octubre, 257 menores de edad ingresaron a la Guardia del Hospital de Niños heridos por ataques de perros. A estas cifras, se deben sumar los casos todavía no cuantificados por las estadísticas del hospital, como el de una niña de 2 años atacada por un pitbull el domingo pasado, entre otros.
La nómina es aún más escalofriante si se mira hacia atrás. El año pasado fueron 372 los niños lesionados por perros atendidos en el Alassia. En 2014: 422; y en 2013: 391 niños. “No hay que ser médico o estadista para saber que son números preocupantes”, expresó Allassia, quien reclamó que se involucre toda la sociedad en la solución del problema.
Controles
A propósito de ello, se le consultó a Celano:
—¿Es útil la ordenanza que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos?
—Sirve para que uno tome conciencia. Cuando se acercan, les damos las instrucciones de cómo manejar el animal. Son cuestiones obvias que todos los propietarios deberían conocer. Pero el registro no va a solucionar el problema de los ataques, ni va a variar el número de casos. Pasa por la responsabilidad del propietario, que debe sacarlo con correa y bozal.
Más adelante, el funcionario reconoció: “Estamos trabajando para mejorar, tratando de encontrar una vuelta para que esto no suceda”. Y en cuanto al registro, dijo que “se puede estudiar la obligatoriedad de la inscripción, aunque muchas veces estos perros se compran de forma particular, por fuera de las veterinarias o criaderos, o en otra ciudad”.
Qué perros son considerados potencialmente peligrosos
El decreto municipal Nº 00422 que reglamenta la ordenanza 11.180 detalla como razas de perros “potencialmente peligrosos” a los Pit Bullterrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu y Dobermann. Además, enumera una serie de características como “fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia”, por las que otros perros que no pertenezcan a las razas antes mencionadas también pueden ser considerados peligrosos.
El registro abarca también a “todos aquellos perros que hayan protagonizado ataques a animales y/o personas, o que hayan sido denunciados y certificada su condición de agresividad por un médico veterinario autorizado por autoridad competente”.
Este registro impone exigencias tanto a sus propietarios como a los negocios dedicados a la venta de estos animales. Para tener un perro considerado peligroso se debe ser mayor de edad, poseer certificado de buena conducta, entre otros. El perro debe tener las vacunas y controles al día y se debe dejar constancia del veterinario que lo atiende. Y crea un registro de comercios dedicados a este tipo de animales.
PUNTO DE VISTA
Ejercicio periodístico
Por N.L.
“Hacé este ejercicio. Buscá cada día las tapas de todos los diarios del país y seguro vas a encontrar al menos un titular de un caso de ataque de perros a personas. Todos los días se publican casos como este. No falla”, me dijo una vez un compañero de la redacción.
Y esta mañana lo hice. Navegué en los buscadores, recorrí las tapas de los principales diarios del país, hasta que: “Un pitbull le arrancó la mitad de la cara a un niño de 10 años”. El titular pertenece al diario La Provincia, de San Juan. La segunda fuente chequeada —por el mismo caso— fue el diario Sanjuan8.com: “Perros peligrosos: un pitbull le desfiguró el rostro a un niño quien tuvo que ser operado”.
Más abajo, la información desplegada del caso cuenta que Luciano, la víctima de 10 años, “estaba estudiando en la casa de un compañerito, se acercó a hacerle cariño y lo atacó‘, según el relato de su madre.
El ataque dejará a Luciano con marcas de por vida. Lo mismo ocurre cada día en nuestra ciudad. Es hora de hacer algo para reducir los márgenes de riesgo de ataques.