Jueves 19.11.2020
/Última actualización 18:50
En tiempos de pandemia, reinventarse se transformó para muchos en una elección personal para poder sobrellevar esta "nueva normalidad". Esta es la historia de Rodrigo Fernández, o "El Toto" como muchos lo conocen. Tiene 13 años, es vecino del barrio Santa Rosa de Lima y cuenta cómo tomo la iniciativa de hacer realidad un sueño. "Durante esta pandemia necesitaba sentirme ocupado, a mí me gusta hacer distintas cosas, hago bastantes cursos, quise probar peluquería y me gustó. Por seis meses corté el pelo gratis a toda la gente de mi barrio", comenzó relatando el adolescente.
Lo cierto es que su esfuerzo y dedicación dieron sus frutos, y Rodrigo hoy comparte felizmente y con orgullo que "hace una semana, gracias a la ayuda de familiares y de mis papás que colaboraron para adecuar mi espacio de trabajo, pude abrir mi barbería en mi casa".
Frente a la pregunta de cómo transcurre una jornada suya de trabajo en su peluquería, el adolescente detalló: "Me levanto temprano a barrer y limpiar antes que vengan los clientes, ver que la máquina esté aceitada, atender bien a la gente, preguntarles si esta bien, qué necesitan, ser responsable, educado, tratar bien a las personas. Al finalizar el día me siento orgulloso, feliz, y cansado", aseguró entre risas.
Rodrigo, además de presenciar las clases virtuales de la escuela en medio de la pandemia, dedica su tiempo a perfeccionarse en la peluquería y barbería. "Con lo poco que cobro y la ayuda de mis papás me pago los cursos para capacitarme, por eso también me ofrezco, si alguien en alguna barbería quiere tomarme como ayudante, yo estoy dispuesto a trabajar", expresó, quién al ser consultado sobre cómo se ve a futuro, dijo: "Me veo en una barbería, ayudando a distintas personas".
"Hoy en día no todos tienen para un corte de pelo, ni todos tienen la plata que se necesita". Consciente de eso, Rodrigo aprovechó la oportunidad de enviarle un mensaje a aquellas personas: "No tengan vergüenza y vengan que yo les corto gratis", manifestando así un gran gesto solidario.
Para finalizar, hizo una mención muy especial a quien lo impulsó en este camino. "Quiero recordar y agradecer a mi tío Ramón Gamarra, el director del Cobem que falleció hace poco enfermo de Covid y no pudo verme abrir mi peluquería, ya que él me enseñó el valor, el respeto, la responsabilidad, el amor por el prójimo y el trabajo".