La Terminal de Ómnibus “Gral. Manuel Belgrano” muestra desde hace semanas una dinámica enrarecida, y que quizás denota en parte la crisis socioeconómica en que se encuentra la ciudad y el país. Hay cuatro aristas a tener en cuenta: en primer lugar, se ven menos pasajeros. Esto puede advertirse con claridad durante los días de semana.
Es que con los incrementos de hasta el 150% en las líneas interurbanas, la gente que antes viajaba seguido a zonas cercanas (como la Costa santafesina, Rafaela o Esperanza) ahora lo hace “si no queda otra” y por razones impostergables, como trabajo o cuestiones de salud.
“El volumen de pasajeros diario cayó abruptamente. Estoy todo el día aquí trabajando, y se nota”, relata a este diario Sergio, boletero de una empresa de micros ubicada casi al lado del punto de informes municipal.
El segundo elemento es que pese a que se contrató un servicio de seguridad privada (preventiva) y que está la posta policial, con cinco efectivos por turno, siguen habiendo intentos de robos y arrebatos: los carteristas están como acechando el “descuido” de un pasajero que deja algún objeto a su lado y por un segundo, no le prestó atención.
En el parque público frente a la terminal, se junta basura y falta cortar el césped. Crédito: Manuel Fabatía
Los locales comerciales también deben tomar recaudos: “Aquí quisieron entrar varias veces a robar. Es como si estuviesen ‘a la pesca’ y miran nuestros movimientos”, contó Dana, empleada. Con su testimonio coincidió otra joven empleada con el “diagnóstico”, en lo que es el ala sur de la terminal. El Litoral habló con el encargado del servicio de seguridad, quien dio más detalles (ver más abajo).
Cuestión social
La tercera arista es la cuestión social. Como adelantó oportunamente este medio, en el ex Predio Ferial Municipal hay instaladas unas 50 personas indigentes. Estas familias en situación de calle, por lo que pudo averiguar El Litoral, están literalmente “viviendo”, o “sobreviviendo” en ese espacio público.
Varios comerciantes y boleteros consultados aseguraron que “hacen sus necesidades ahí, en el predio”, por lo cual “se generan malos olores. Además, tiran los residuos de lo que comen y beben en el césped”. Pernoctan ahí, y ya no se les permite ingresar a dormir bajo el techo de la terminal, como contó este diario en abril del año pasado, según se pudo constatar. incluso desde el Concejo local habían pedido informes al Ejecutivo.
Este miércoles, cuando El Litoral relevó la estación de micros local, en el sector del Ex Predio Ferial, el césped tenía unos 30 centímetros de alto. En rigor, se detectó mucha basura arrojada en el parque, sobre todo cerca del alambrado perimetral que separa el sector de plataformas con el espacio público propiamente dicho. Había pañales, plásticos de todo tipo, paquetes de comida, etcétera.
La gente en situación de indigencia sigue instalada en el ex Predio Ferial. Crédito: Manuel Fabatía
Con todo, y a juzgar de que sigue allí, las familias que viven en ese estado de exclusión y vulnerabilidad aún no tuvieron respuesta -a propósito de su situación social extrema- ni de parte del área de Políticas Sociales del municipio, ni desde las áreas de Desarrollo Social de provincia.
La seguridad
El Litoral entrevistó a Ariel Riquelme, encargado del servicio de seguridad preventiva contratado (de la empresa Grupo de Seguridad Privada Cevallos). Consultado sobre las personas indigentes, explicó que “se les prohíbe pernoctar, pero sí se les permite ingresar a la terminal, para que utilicen los baños, por ejemplo”.
Una buena. Las terminales electrónicas (para carga de Sube, por ejemplo) están funcionando. Crédito: Manuel Fabatía
“Si una persona busca instalarse aquí dentro para dormir de noche; primero se le advierte que no puede hacerlo; si se rehúsa, solicitamos la intervención de la posta policial”, aclaró.
Son 10 personas abocadas a la seguridad preventiva, y cinco efectivos policiales por guardia. El encargado admitió que “hay intentos de robos y arrebatos. Es grande la terminal en sus dimensiones, y tratamos de abarcar todo”.
Explicó que al ser un servicio de prevención, no puede actuar: “Lo que se hace ante un eventual ilícito es dar aviso inmediato a la posta policial. Con el personal policial estamos en permanente contacto”, aseguró.
Por último, y al estar todo el día en la terminal, también contó que según lo que se ve, “se nota muchísimo” la merma en la cantidad de pasajeros, “por los costos en las tarifas”. “También el tema turístico cayó mucho, no sólo para viajes aquí en área interurbana sino también para viajes de larga distancia nacionales”, cerró Riquelme.
La infraestructura
La cuarta y última arista, y de acuerdo al relevamiento realizado por este diario, en términos de infraestructura la estación de micros local se encuentra en buen estado, pese a que los trabajos de remodelación (que habían sido financiados por Nación, hasta el año pasado) aún no concluyeron, y no hay novedades de que prosigan.
Las terminales electrónicas funcionan, la pantalla publicitaria central también, al igual que el sector destinado a emprendedores: “Dentro de todo, y sabiendo que la gente no tiene plata, se sigue vendiendo”, apunta Irina, empleada del local Mercado Santafesino, de Diseña Santa Fe.
Una mala. Hay basura (plásticos y restos de comida, sobre todo) en los dos canteros centrales del hall central de la estación de micros local. Crédito: Manuel Fabatía
Lo que sí se observó es que las pantallas informativas que están en las alas norte y sur sólo emiten imágenes paisajísticas, no datos informativos (como los horarios de salida de los micros). Una de esos televisores Smart estaba apagado al momento del relevamiento.
Además, en los techos se volvieron a juntar las “tradicionales” telarañas. Y se registró mucha basura en los dos canteros internos (hasta había una factura tirada, bolsas, yerba…), lo cual habla de las inconductas ciudadanas. La misma situación de residuos se registró en la cinta verde exterior, que bordea la fachada de la línea de edificación de la terminal, en el área de las paradas de taxis.