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Con las precipitaciones actuales, el gobierno provincial proyecta que en 45 días podrían “verificarse picos de crecida” en la ciudad porque en los Bajos Submeridionales todavía hay capacidad para “amortiguar” los excesos hídricos de la intensas lluvias.
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El diluvio que inundó el noroeste de Santa Fe lentamente va a escurrir por dos cuencas, que se conectan y están relacionadas: la de los Bajos Submeridionales —en el norte, el agua ingresa por la Cañada de las Víboras— y el río Salado, cuyo curso pasa por el sur de Tostado, sigue hacia los bajos y luego desciende hacia su desembocadura entre las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé.
Con las lluvias del jueves, en Tostado la altura del río pegó un salto de 70 centímetros en solo 24 horas. A las 0 horas del 17 de enero medía 4,85 metros y en las primeras horas de este viernes 5,55 metros, según los registros de las estaciones de monitoreo de la Secretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe.
La enorme masa de agua que se acumuló en el noroeste —también en el noreste, pero las lluvias de esta región escurren más hacia la cuenca del Paraná—, progresivamente van a descender hacia las otras ciudades de la cuenca del Salado: San Justo, Calchaquí, Recreo y Santa Fe, entre otras. Por eso es importante proyectar hasta que punto la altura del río puede alcanzar niveles de riesgo en las próximas semanas.
Ante la consulta de El Litoral y también de otros medios, Juan Carlos Bertoni, secretario de Recursos Hídricos de Santa Fe, resumió las proyecciones de crecida en tres puntos centrales:
— 1) Con este nivel de lluvias, la onda de crecida llegará a la ciudad de Santa Fe amortiguada en sus caudales máximos. Hasta el momento, la línea de inundación todavía no llegó hasta la ruta provincial 13 (atraviesa la provincia desde unos kilómetros al norte de San Cristobal y hasta el límite provincial con Chaco).
— 2) “Se estima que en 45 días podrán verificarse picos de crecidas en el río Salado”, estimó Bertoni. El funcionario reconoció que un aumento de caudales ya se ha empezado a observar en distintas secciones a lo largo del recorrido de la onda de crecida, tales como Tostado, San Justo y Santo Tomé. “Habrá que extremar la atención ante la posibilidad de eventos extremos en la cuenca inmediata, que puedan generar un pico significativo. Por eso se viene monitoreando toda la cuenca del Salado”, aseguró.
— 3) El funcionario también pronosticó que con las lluvias producidas hasta el momento en la región norte sus consecuencias en el curso de agua final, es decir, las crecidas del río Salado, “no revestirán peligro para las áreas urbanas”. Pero contó que ya están en contacto con la Municipalidad de Santa Fe y Recreo para coordinar acciones en la gestión del sistema de defensas, compuertas y estaciones de bombeo.
En la ciudad de Santa Fe, la zona más vulnerable ante una crecida del Salado es el humilde barrio La Tablada, junto a las ruinas del ex frigorífico municipal.
La ciudad
Frente a la probabilidad de una crecida, María Martín, secretaria General del municipio, le aseguró a El Litoral que desde hace semanas se están realizando tareas de monitoreo de las defensas y estaciones de bombeo, en preparación para escenarios hídricos de riesgo.
También que el municipio viene trabajando en una solución de fondo —el barrio Jesuitas— para las familias que viven fuera del anillo de defensa de la Circunvalación Oeste en La Tablada y recordó que en las últimas lluvias intensas que precipitaron en la ciudad no hubo evacuados por las políticas y gestiones que se implementaron para mejorar la infraestructura hídrica de desagües y estaciones de bombeo.
En relación con la cuenca del Salado, la funcionaria indicó que el intendente José Corral envió una nota al Ministerio de Infraestructura de la Provincia para consultar por qué tres estaciones telemétricas de medición del río no están generando datos.
Estaciones sin datos
El intendente José Corral le envió una nota al ministro de Infraestructura de la provincia José Garibay solicitando información sobre por qué no ofrecen datos las estaciones de monitoreo de la cuenca del Salado que están a la altura de Calchaquí, Emilia y Paso de las Piedras.
“Sobre 10 estaciones, tres no funcionan. Contar con estos datos es de suma importancia para nuestro sistema de alerta temprana, que sirve para saber qué tenemos que hacer ante la crecida de los ríos”, advirtió el intendente.