La implementación del servicio de boleto educativo gratuito en toda la provincia tuvo un impacto directo en el servicio de transporte escolar privado, que está atravesando una grave situación y no encuentra una solución al problema.
La implementación del servicio de boleto educativo gratuito en toda la provincia tuvo un impacto directo en el servicio de transporte escolar privado, que está atravesando una grave situación y no encuentra una solución al problema.
"Con esto de las burbujas estamos con un problema bastante importante respecto de lo que fueron años anteriores", comenzó diciendo Raúl Blanche, vicepresidente de la Asociación de Transportes Escolares de Santa Fe, en diálogo con El Litoral. "Estamos con muy baja cantidad de alumnos transportados", advirtió luego, "porque muy poca gente ha adquirido el servicio este año", dijo, y remató: "Otra cuestión que nos afectó muchísimo es el servicio de boleto escolar gratuito por colectivos".
"El colectivo gratuito es un beneficio para los chicos, los papás se han organizado y dejaron de solicitar nuestro servicio y, como todo el mundo, están intentando achicar todos sus gastos -dijo Blanche-. El nuestro es un servicio privado, exclusivo, y nos han dejado de solicitar. Por ello estamos muy preocupados porque no tenemos chicos para transportar. Estamos andando con dos o tres chicos por mañana y trabajamos a pérdida. Tenemos la esperanza de que en abril eso se revierta porque sino no da para más. Es nuestra única esperanza", dijo.
En la actualidad, en toda el área metropolitana santafesina hay 148 transportes escolares que prestan el servicio en la capital provincial y en el resto de las localidades que la integran. Recién a mediados de año se realizará un nuevo censo para determinar cuántos llegarán prestando el servicio en medio de la crisis que atraviesan. Es que a la caída de la demanda los transportistas le suman "el costo operativo que tiene cada unidad, el aumento de combustible, sumado al costo de vida -enumeró Blanche-, por lo que se hace muy costoso subsistir".
-¿En cuánto se mide la pérdida de cantidad de pasajeros transportados?
-Hoy es del 70 por ciento menos que antes del comienzo de la pandemia, y en algunos casos esa cifra es mayor.
-¿Cómo se sale de esta?
-No lo sé. No podemos proyectar hacia el futuro. Tenemos un gasto diario mínimo de 2 mil pesos para mantener las unidades. Además, hay compañeros que todavía están pagando las camionetas. Y tenemos que responder a las exigencias de control del Municipio. Estamos en una verdadera encrucijada. ¿Cuál es la solución? Que termine la pandemia ya.
-¿Reciben algún subsidio?
-Tuvimos un subsidio provincial. Veremos ahora qué sucede este mes. Pero lo que nosotros queremos es trabajar, porque sino vamos a desaparecer, con más de 20 años de servicio. Todo hace que el negocio no sea más redituable. Estamos esperando con optimismo el mes de abril, allí está toda nuestra expectativa, porque no vemos una solución. Estamos muy preocupados.