Mientras una nueva ola de Covid-19 avanza en el mundo entero a un ritmo más álgido que la vacunación, la urgencia está puesta en encontrar un tratamiento eficaz que permita combatir la enfermedad y evitar más muertes.
Un especialista de la ciudad fue seleccionado por los Institutos Nacionales de Salud de ese país (NIH) y ya tiene tres pacientes en tratamiento. Se combina el antiviral remdesivir, que no se comercializa en Argentina, con tres tipos de inmunomoduladores. El valor de esta investigación es el de aportar información para toda la humanidad.
Mientras una nueva ola de Covid-19 avanza en el mundo entero a un ritmo más álgido que la vacunación, la urgencia está puesta en encontrar un tratamiento eficaz que permita combatir la enfermedad y evitar más muertes.
El Dr. Martín Maillo, médico neumonólogo de la ciudad de Santa Fe, fue seleccionado junto a especialistas de otros dos centros del país (uno de Rosario y otro de Córdoba) para formar parte de un ensayo clínico que impulsa y financia The National Institutes of Health de EEUU (en español, los Institutos Nacionales de Salud), a través de National Center for Advancing Translational Sciences.
Se busca demostrar la eficacia de un grupo de medicamentos combinados para impedir que se agrave el cuadro de los pacientes que cursan la enfermedad de forma moderada a grave, disminuyendo la estadía de internación y evitando la muerte.
El estudio clínico consiste en la administración a todos los participantes de remdesivir -el único antiviral aprobado para tratamiento contra la Covid-19 en los EEUU, pero que no se comercializa en Argentina- y, en forma aleatoria, uno de los tres tipos de inmunomoduladores: Infliximab, Abatacept y Cenicriviroc. Son tres sustancias que estimulan el sistema inmunológico y que ya se utilizan con éxito para tratar otras enfermedades, como artritis reumatoidea y VIH y que mejores efectos demostraron para tratar el coronavirus. Con la combinación de estos medicamentos, se intenta controlar la infección viral y detener el proceso inflamatorio descontrolado que se produce en esta infección, denominada "tormenta de citoquinas".
Estos fármacos, se suman a los tratamientos recomendados por la autoridad sanitaria para las formas moderadas graves de COVID-19, como son el oxígeno, la dexametasona, el suero de pacientes convalecientes y el suero equino hiperinmune.
"Es sumamente relevante para nosotros y para la sociedad porque aporta que aquellas personas que quieran participar voluntariamente tengan la opción de recibir los mismos tratamientos que se usan en las mejores instituciones de los EEUU, como el rendesivir, por ejemplo, el cual no existe en el país y a nosotros nos lo proveen para realizar este estudio", aseguró el Dr. Maillo. En EEUU, en cambio, reciben esa droga todos los pacientes que requieren internación, de moderado a grave.
El ensayo espera inscribir a aproximadamente 2.100 adultos hospitalizados con Covid-19 de moderado a grave en instalaciones médicas en los Estados Unidos y América Latina. Y la ciudad de Santa Fe ya ha aportado tres pacientes a los 15 días de haber comenzado el estudio.
Participar de este tipo de ensayo es absolutamente voluntario. El Dr. Maillo explicó el paso a paso que se sigue.
Cuando el médico identifica que un paciente reúne los criterios de inclusión, se lo invita a participar y verbalmente se le explica de qué se trata. Si se muestra interesado se le acerca la información escrita, un consentimiento informado de 23 páginas donde están explicadas todas las razones por las que se hace el estudio, para qué, los pro y contras de la medicación y se describen los procedimientos que se realizan. "Siempre se hace participar a un testigo independiente o un familiar para que forme parte de la toma de decisión. Si el paciente está grave, se hace con su representante legal, que por lo general es el familiar más directo".
Con este paso cumplido, se hace una evaluación rigurosa de seguridad, que incluye laboratorio, exámenes físicos y estudios complementarios para determinar si reúne los criterios de inclusión y ninguno de exclusión, como por ejemplo: enfermedades previas o antecedentes de tomar medicamentos que no puedan utilizarse con los que se usan en el estudio, o embarazo, entre otros. Luego, se inicia el tratamiento.
El seguimiento del tratamiento dura más allá de la internación, hasta 60 días, durante los cuales el paciente recibe controles estrictos y estipulados para evaluar la eficacia y seguridad. "Si bien algunos de los medicamentos utilizados en este protocolo, son conocidos por utilizarse en otras enfermedades, aquí se utiliza con una nueva indicación: la enfermedad moderada o grave por Covid-19", explicó el especialista. Se reciben auditorías del Comité de Ética local, provincial, Anmat y la FDA de EEUU.
Como el estudio ha comenzado recientemente, todavía no hay conclusiones. De todos modos, el Dr. Maillo destacó un doble aporte. Por un lado, "hoy podemos brindar a los pacientes de nuestra región un tratamiento que anteriormente no estaba disponible, con un seguimiento y control exhaustivo". Y por otro, "beneficia a otros con la información que nos aporta la investigación clínica de este tipo, que se hizo siempre. Hay que considerar que para que nosotros podamos tomar hoy un ibuprofeno o un paracetamol, que son tan comunes, hubo mucha gente que puso su cuerpo para poder brindar esa información a la humanidad", concluye el médico.
Fase II
Una segunda fase de la investigación se está comenzando a realizar en pacientes leves y moderados, para la cual el Dr. Martín Maillo también fue seleccionado. "Nos avisaron la semana pasada y vamos a empezar a trabajar dentro de dos meses. Está orientado a pacientes leves que contrajeron la enfermedad pero tienen riesgo de enfermarse gravemente, por integrar grupos de riesgo, por ejemplo", explicó.
El rendesivir
Es un fármaco antiviral, para matar virus, que se produjo y diseñó para otras infecciones, en general graves, entre ellas el ébola. Cuando apareció la Covid-19, se lo comenzó a investigar para ver si servía para tratarla. Se lo empezó a usar en el primer mundo en personas muy graves, después en moderados y en leves. Se determinó que en pacientes graves no era tan efectivo como único medicamento, pero sí se demostró que es bastante efectivo para evitar que pacientes moderados pasen a graves, es decir, que de internación en sala general pasen a internación en terapia intensiva. La Food and Drug Administration de EEUU (FDA) lo incorporó como estándar de tratamiento para todos los pacientes con Covid-19 pero, fundamentalmente, para que un paciente no pase de moderado a grave.
"En este estudio, se intenta demostrar que los fármacos inmunomoduladores, pueden mejorar a nuestros pacientes, controlando la severa alteración de la inmunidad que se desarrolla en el COVID-19".