Es para “ganar tiempo”. Son quizás los sectores más golpeados por la crisis sanitaria, hoy prohibidos. El turismo de cercanía, una posibilidad. Un dato: en la ciudad hay unos 4.500 empleados sólo del sector hotelero y gastronómico. Mesas sectoriales para monitorear la evolución productiva local en medio del Covid-19.
Guillermo Di Salvatore Bares y restós de la ciudad, con las puertas cerradas. Hoy sólo subsisten con envío de comida a domicilio.
22:40
¿Cómo evalúa el gobierno local el impacto de la pandemia sobre el sector productivo, comercial e industrial de la ciudad? Con varias luces auspiciosas —tras la reapertura de actividades como el comercio minorista y mayorista, por ejemplo—, e incluso con mesas sectoriales periódicas donde se monitorea la evolución de los rubros habilitados. Pero también, con algunas sombras: al haber menos volumen productivo, el municipio recauda menos por tributos, y hasta el prolongado paro de colectivos afecta a ese volumen de personas que deben ir a trabajar.
Todo recae en mirar la foto o la película completa. Es decir, el mundo se enfrenta a una pandemia mundial sin antecedentes históricos y, en este contexto, el contexto debe ir mirándose cautelosamente, sin dar pasos apresurados y en línea con las decisiones nacionales y provinciales. Hasta hace unos 10 días la ciudad estaba prácticamente paralizada; hasta que se abrieron los comercios y otros rubros (peluqueros, podólogos, pequeñas construcciones), y la rueda empezó —aunque lenta— a rodar otra vez.
¿Y con los sectores no habilitados por la Provincia y hoy “contra las cuerdas”? “La actividad de bares, restaurantes, turismo o gimnasios está prohibida por decreto. Pero eso no quita que vayamos pensando con sus referentes protocolos realizables y seguros, pensando en la ‘post pandemia’”, le dice a El Litoral Matías Schmüth, secretario de Producción y Desarrollo Económico municipal.
Además, se sigue con las mesas sectoriales cada 15 días entre municipio y gobierno provincial, los gremios, el Centro Comercial, las asociaciones de calles. etcétera. Esos encuentros “nos permiten ir haciendo una evaluación constante de la actividad económica a la par de la pandemia. Se empezó con referentes del rubro de la construcción, otra con el comercio y con la industria”, agrega.
Turismo y gastronomía en su encrucijada
—¿Qué proyectos desde el Área de Producción estaban el carpeta y quedaron frenados con la declaración del aislamiento obligatorio? En La Tablada, se iba a llevar adelante el Parque Ladrillero del Noroeste para formalizar la actividad ladrillera como sustento de muchas familias de ese barrio...
—Ese proyecto (Parque Ladrillero) se estaba trabajando desde el área de Hábitat y Economía Social. Pero sí, hay muchos proyectos que se frenaron con la actual situación, y están relacionados con el fomento del comercio, con el impulso de las avenidas comerciales de la ciudad, y el turismo. Particularmente el turismo: estábamos pensando en un Plan Turístico Estratégico 2020-2030, que hoy se está redireccionando hacia una recomposición de los distintos sectores post pandemia.
Creo que nuestros esfuerzos (desde el Estado local) deberán ser al corto plazo. De hecho, esto es algo que le planteamos al sector turístico, gastronómico y hotelero en el Safetur, hace unos días. Lo que se trata es de hacer una fuerte campaña de redireccionamiento de estos sectores, a través del compre local, o del turismo de cercanía, etcétera. Hoy son actividades prohibidas; pero cuando pase esta situación, sabemos que esos sectores van a quedar realmente muy complicados. Asumen deudas para cubrir obligaciones, y luego tendrán que hacerle frente a esas deudas.
Hay 4.500 empleados del sector hotelero y gastronómico en la ciudad. Es un número muy importante en términos de producción. Entonces, creo que es necesario ir pensando ya, ahora, estrategias sobre cómo trabajar con por ejemplo el turismo, y a esas estrategias situarlas en un contexto a corto plazo de “post pandemia”. Después hablaremos de crecimiento, pero primero hay que sanear sectores que terminarán muy golpeados.
La actividad de bares, restaurantes, turismo o gimnasios también está prohibida. Pero eso no quita que vayamos pensando con referentes de estos sectores medidas sanitarias: es ganar tiempo, consensuando protocolos posibles y realizables para cuando puedan empezar a trabajar en una hipotética “fase 5” de nueva normalidad.
No obstante todo ello, hay que ser muy cautelosos; porque para llegar a esos protocolos post pandemia —y previa autorización de Nación—, debemos estar seguros de todas las medidas necesarias para que esas actividades vuelvan a activarse. Si no se actúa con cautela, volver otra vez a las restricciones sería muy problemático. Sigamos cuidando lo que conseguimos (con más de 40 días sin casos en la capital), porque aquí no se terminó nada.
Microemprendedores y recaudación caída
—Qué pasa hoy con las pymes y los microemprendedores de la ciudad? ¿Y con Santa Fe Activa?
—Con la pequeña industria, la posibilidad fue que pudieran empezar a reactivar su actividad con la presentación de protocolos sanitarios a la provincia. No están (las pymes) trabajando con volúmenes normales, pero sí pueden trabajar, que este contexto no es poca cosa. Hubo un acuerdo con la Unión Industrial de Santa Fe y el gobierno santafesino, y todos los protocolos presentados se aprobaron: este sector está pudiendo trabajar.
Con respecto a los emprendedores, aprovechamos este tiempo para hacer tres capacitaciones virtuales sobre marketing y venta on line. Se sumaron unas 1.500 personas emprendedoras. Esto muestra una necesidad muy grande de capacitación en ese sector emprendedor, para potenciar esa modalidad de venta y colocación de productos en el mercado local y regional. La “nueva normalidad”, con la imposibilidad de no poder realizar ferias, golpeó muy duro a este sector, que a la vez es muy pujante.
—El parate comercial e industrial de tantos días afectó la recaudación municipal, al percibir menos tributos como el Derecho de Registro e Inspección (Drei). ¿Hay un porcentaje estimativo sobre cuánto se dejó de percibir en las arcas municipales?
—Sí, se vio golpeada (la recaudación); y no sólo en Drei, sino también en muchos impuestos que se generan por la actividad económica y que son coparticipables. Lo que también hizo que caiga la recaudación por coparticipación que reciben el municipio. El gobierno local se vio doblemente afectado: en la recaudación propia y en la coparticipable. Es grande el freno que se sintió en las recaudaciones.
Relación con Provincia
—¿Desde el gobierno local, ¿se realizaron gestiones ante Provincia para lograr algún tipo de financiamiento para el sector pyme?
—Hay buenos entendimientos con el Ministerio de Producción provincial, con la secretaría de Comercio e Industria. Hay sectores que van a necesitar una línea de financiamiento blando, sólo para que puedan seguir subsistiendo: no hablamos de capital para invertir, sino para sobrellevar esta situación.
La clave de respetar las medidas sanitarias
El ingreso a la fase 4 “fue una buena oportunidad para abrir algunos sectores productivos de la ciudad que venían cerrados y golpeados. Ahora abrieron sus puertas los comercios en horario vespertino: antes habían sido las inmobiliarias, mudanzas, servicios como peluquerías, compañía de seguro”, evalúa el secretario.
Al liberarse más actividades, se generó un mayor movimiento de gente. “Entonces, hay que ser cautelosos. Es una etapa en la que se deben extremar los cuidados, y por eso los protocolos en los locales comerciales, por ejemplo. En general, la observancia a los protocolos se cumple. Los rubros que pudieron volver a trabajar valoran mucho esa oportunidad, la cuidan, y por eso y respetan las medidas de cuidado. Porque si esto (la pandemia) se complica, habrá que retroceder hacia las restricciones”, advierte Schmüth.