Las usurpaciones se consolidan y los vecinos piden un desalojo inmediato
Durante el fin de semana largo los usurpadores llegaron con materiales de construcción y "plantan bandera" para que les den una vivienda. A pesar de la orden de allanamiento, las fuerzas de seguridad hasta el momento no actuaron. Unas 50 familias están asentadas ilegalmente.
Flavio Raina Instalados. A lo largo y ancho de dos manzanas y media, se levantan los ranchos. Muchos admiten que no tienen a donde ir, otros que aprovecharon para sacar alguna ventaja.
3:33
A más de dos semanas de iniciadas la toma de terrenos fiscales en el norte de la ciudad, la situación lejos de normalizarse se empeora. Los vecinos, testigos desde el minuto cero de las usurpaciones, continúan en alerta y preocupados por la falta de decisión política de intervenir y desalojar a quienes se apropiaron de un espacio estatal.
"Estamos viviendo un tormento. A parte de ser gente de mal vivir y de cometer el delito de usurpación, nadie les pone un 'palo en la rueda', el móvil de la Gendarmería que está de custodia no hace nada, está pintado", admitió uno de los vecinos que vive frente a los terrenos usurpados y prefirió reservar su identidad al brindar su testimonio a El Litoral. Al mismo tiempo comentó que "la usurpación fue muy organizada, agarraron primero una manzana, después la segunda hasta que llegaron hasta el CIC de Facundo Zuviría, ahí fue lo único que expropiaron porque funciona el Trueque, pero el resto de los terrenos siguen igual".
Durante el fin de semana largo, varios vecinos de Matheu y 1 de Mayo se comunicaron al WhatsApp de este medio (342 6305344), y enviaron imágenes de cómo llegaban en camioneta con materiales y empezaban a armar carpas y ranchos en el predio. "Durante todo el día llevan y traen palos, chapas", denunciaron.
Recorrida
El Litoral recorrió el lugar este miércoles al mediodía y constató que en el terreno ubicado entre las calle Azcuénaga, 4 de Enero, Matheu y 1° de Mayo, una manzana completa; y en media manzana que va hasta 9 de Julio; hay ranchos y carpas improvisadas delimitados como si fueran parcelas donde pernoctan unas 50 familias. En diálogo con este medio admitieron que hay personas que no tienen a donde ir y esperan una respuesta para acceder a una vivienda digna, como también indicaron que hay usurpadores que "quieren sacar ventaja de la situación y que solo armaron una carpa para adueñarse del lugar".
Por el momento, las familias asentadas se organizan y preparan una "olla popular", con la firme de intención de quedarse en los terrenos a la espera de respuestas del Estado.
En la vereda de enfrente, los vecinos, quienes corrigen para mantener distancia y dicen: "Más que vecinos somos propietarios", denuncian hechos de inseguridad: "Amenazaron a una señora que vive frente a ellos. Es porque saben que no los queremos en el barrio y que también estamos movilizados".
Flavio Raina Organizados. Las familias asentadas se reúnen al mediodía para cocinar y comer todos juntos. Esperan que se acerquen con soluciones concretas de una vivienda.
Organizados. Las familias asentadas se reúnen al mediodía para cocinar y comer todos juntos. Esperan que se acerquen con soluciones concretas de una vivienda. Foto: Flavio Raina
Orden judicial sin efecto
Todo comenzó con una demarcación de los terrenos y a medida que pudieron instalarse, los usurpadores invadieron, de forma llamativamente organizada, los terrenos fiscales el 7 de febrero. Luego, la Justicia dispuso por el juez federal Francisco Miño la orden de allanamiento (para el 16 de febrero) de los terrenos ubicados entre calles Matheu, Azcuénaga, 9 de Julio y 1° de Mayo, en el norte de la ciudad en barrio Transporte, pero hasta el momento Gendarmería Nacional no concretó el operativo.
Ante la demora en el desalojo, uno de los vecinos observó: "Están dejando pasar el tiempo y las usurpaciones se consolidan".
Desde la Municipalidad de Santa Fe días atrás realizaron un relevamiento social de las familias que ocuparon el terreno y las censó para conocer sus barrios de origen y necesidades. "Estuvimos dialogando varias veces familia por familia para intentar brindar alguna asistencia si es que decidían cesar la toma. Con muchas de las familias llegamos a algún acuerdo y dejaron el predio. Las que quedaron son aquellas que no aceptaron ninguna otra opción que no sea una vivienda o un terreno", indicó Mariano Granato, secretario de Integración y Economía Social.