Jueves 15.4.2021
/Última actualización 17:53
Desde el 1° de marzo, acercarse a la intersección de Estanislao Zeballos y Facundo Zuviría es, en estos tiempos críticos, lo más aproximado a cubrir una buena noticia. Allí funciona La Esquina Encendida, espacio que integra el tríptico de la imaginación pero que se convirtió en el centro de vacunación contra la Covid-19 para personas mayores de 90 años, luego de +80 y ahora de +70; precisamente, los grupos etarios más vulnerables frente a las complicaciones que presenta la enfermedad.
A un año de la pandemia por el nuevo coronavirus, las redes sociales se poblaron con imágenes de personas mayores sonrientes con el carné que acredita la primera dosis de la preciada vacuna, y posando junto a familiares y a quienes se encargaron de colocar la inyección. Todo mientras se repiten palabras de agradecimiento y reconocimiento por la calidez de la atención en todo el circuito que, desde que se ingresa hasta que se sale (por una puerta diferente), no demanda mucho más de 30 minutos.
El Litoral cubrió ese mismo recorrido y en el camino recogió el testimonio de hombres y mujeres que ingresan ansiosos y salen con su primera dosis, pero también de quienes permanecen allí de 8 a 18 para cumplir distintas funciones, todas destinadas a acompañar, contener y facilitar el camino hacia la inmunización.
Vacunación Covid: Recorrido por los 30 minutos que cambian dudas por esperanza
Apenas se llega a la Esquina hay muchas voluntades que organizan el ingreso: alcanza con localizar las chaquetas rosadas de Desarrollo Social y seguir las indicaciones y carteles: por aquí si se arriba a pie, por este lado se va al estacionamiento, por allá se accede a la carpa donde se vacuna a quienes tienen dificultades de movilidad.
Son cuatro boxes afuera. En el N.º 1 hay dos enfermeras vacunadoras, una más que carga los datos al sistema, una voluntaria de Desarrollo Social y una estudiante de 3° año de Enfermería que se encarga de dejar constancia del acto vacunal en el carné: es Daniela, y tal vez sea su letra la que aparece en alguna de las fotos que circulan en las redes.
"Contenta", "complacida", "reconfortante", son las respuestas que se escuchan del equipo cuando se pide un rápido balance de la misión que cumplen desde el primer día de marzo.
Mientras todo eso ocurre afuera, a quienes ingresan al estadio les espera un triaje, que consiste en responder si tiene turno, pasar por el control de temperatura y recibir alcohol en las manos; de allí a una carpa con sillas o a los asientos ubicados dentro del predio donde se aguarda a ser convocados.
Como la vacuna que se está utilizando ahora es la Sputnik V, se requiere de un plazo para que las dosis, que se conservan a -18 grados, se descongelen. Pero el procedimiento es ágil y rápido: tiene que ser así porque el producto resiste dos horas luego de ese proceso.
Los primeros pasos de quien se vacuna son acompañados por voluntarias y voluntarios de Desarrollo Social. Sabrina Funes es una de ellas y describe así su tarea: "Acompañamos a las personas que vienen a vacunarse para que tengan la mejor atención posible desde que se sientan a esperar su turno hasta que pasan a la computadora para que suban sus datos al sistema, reciben el carné y van a vacunarse".
Para todo eso hay "postas" entre voluntarios dentro del enorme predio donde sillas y boxes de vacunación mantienen una buena distancia. "La gente es muy agradecida", dice la joven estudiante de Administración de la Salud, que vio pasar por allí a sus dos abuelas mayores de 70 para recibir su primera dosis: "Fue hermoso verlas acá, y ellas estaban re contentas".
Frente a las computadoras hay personal del 0800-Covid, bien entrenado en la atención al público luego de más de un año de arduo trabajo en la contención y derivación de personas con síntomas.
De allí se pasa a uno de los 16 puestos de vacunación distribuidos en el interior de la Esquina. En uno de ellos está Adriana Rosales, del Instituto Superior del Profesorado de Enfermería N.º 67, junto con estudiantes de la carrera a quienes la vacunación les permite completar la etapa de práctica. ¡Y qué práctica!: Vacunación Covid en plena pandemia histórica. Así lo reconocen Brenda y Valeria, estudiantes ambas, que destacan el agradecimiento y la confianza que la gente deposita en ellas.
En el otro extremo del predio hay otra sala de espera donde aguardan entre 10 y 15 minutos quienes ya recibieron su dosis, por si se presenta algún efecto adverso, cosa que hasta ahora no ocurrió por fuera de lo que se espera para una vacuna.
Desde la primera hilera de sillas, Berta afirma que está "muy contenta". Vino desde Cabaña Leiva y ahora que ya pasó el momento tan esperado considera que "son todos un amor, una no siente nada cuando tiene ese calor humano".
A su lado, Manuel, jubilado ferroviario de 72 años, no ahorra palabras de agradecimiento "para el Presidente y para toda la gente de Salud", mientras exhibe para la foto el preciado carné. Y agradece a los medios por toda la información; también a este diario porque él y su esposa se inscribieron desde la web de El Litoral.
En la segunda fila, Gustavo, de 71, dice que lo trataron "muy bien" y que todo fue "excelente". "Ahora nos tenemos que seguir cuidando", coinciden los tres.
Romina Carrizo es subsecretaria de Equidad del Ministerio de Salud de la provincia y acompaña a El Litoral en buena parte del recorrido, mientras explica que entre las 250 personas que colaboran cada día en el operativo hay voluntariado de Desarrollo Social, agentes de Salud, personal de la Escuela Superior de Enfermería, Cruz Roja, gente de Defensa Civil y del 107 por si se requiere algún traslado que, hasta ahora, no fue necesario.
"Es un esfuerzo conjunto", afirma para resumir la tarea que para el público se cumple de 9 a 17 pero para quienes trabajan allí arranca a las 8 y llega a las 18, de lunes a viernes. Los sábados, la jornada es más corta pero no menos intensa.
Son 1900 turnos por día, aunque a veces la cifra es mayor porque se vacuna a quienes tuvieron que reprogramar su propio lugar, sea porque fueron Covid positivo o porque recibieron otro tipo de inmunización. Este jueves las dosis estaban destinadas a mayores de 70 (73 y 74)
Carrizo no tiene más que palabras de agradecimiento hacia todas las personas que colaboran para que esta tarea sea posible, mientras pide a la comunidad que respete los horarios de los turnos otorgados para evitar inconvenientes, y que se evite estacionar en las inmediaciones cuando se concurre en vehículo ya que se cuenta con un espacio propio.
Pero la recomendación que extiende a toda la sociedad es que se mantengan los recaudos para evitar nuevos contagios: "distanciamiento social, uso correcto del barbijo e higiene de manos", porque "llegó el momento de cuidarnos más que nunca".
Mientras todo esto ocurre y el movimiento es incesante dentro y fuera de La Esquina Encendida, Daniel permanece en la vereda de su negocio, mate en mano, a la sombra de un árbol. ¿Un descanso? No, un efecto inesperado de la vacunación Covid. "Desde hace más de un mes empiezo a trabajar después de las 6 de la tarde (cuando concluye el operativo) porque los vehículos se estacionan acá adelante o no permiten el paso de clientes". La situación afecta a varios negocios de la cuadra de Facundo Zuviría, entre Boneo y Zeballos. Claro que Daniel reconoce que en este momento lo principal es la pandemia y que la gente reciba su vacuna, pero admite que es poco el tiempo que se resiste al frente de un negocio si no se trabaja.
Logística: la palabra clave
Ignacio Martínez Kerz entra al estadio con una bolsa llena de carnés, sale a atender una llamada, recorre por enésima vez la vereda que, recién habilitada este jueves, facilita el desplazamiento de quienes van a recibir la vacuna a pie, en silla de ruedas, con bastón o andador (hasta ese día los pozos hacían difícil ese breve trayecto) ¿Cuántos kilómetros camina por día? "Muchos, por suerte", responde el secretario de Prácticas Sociocomunitarias del Ministerio de Desarrollo Social.
Es que tamaño operativo requiere estar atento a cada cambio y posible inconveniente. Como los que se presentaron en los primeros días, cuando el tránsito fue más caótico y vehículos de gran porte competían por Estanislao Zeballos con el cuidadoso paso de personas mayores de 90.
Poco a poco, el mecanismo se fue aceitando, el tránsito fue ordenado; el estacionamiento habilitado, y la vereda reparada. Pero el dispositivo va mutando cada día, según la experiencia diaria y la franja etaria a vacunar, apunta mientras planea redistribuir boxes y gazebos según la nueva demanda.
Con todo, "la repercusión es buena y la respuesta, positiva", afirma Martínez Kerz, mientras vuelve al teléfono y reanuda la caminata.