Martes 16.3.2021
/Última actualización 17:27
El flagelo de la inseguridad preocupa y pone en constante alerta a los vecinos de diferentes barrios de la ciudad. En este caso, Esperanza Cuevas, vecina de Candioti Norte, se contactó con El Litoral para visibilizar los hechos delictivos que sufren casi a diario.
"Hace varios meses que los vecinos vienen sufriendo entraderas a sus casas, la policía tarda horas en llegar y a veces nunca llega", lamentó la vecina y comentó que hace un par de años que están conectados a una alarma comunitaria y están en contacto permanente por grupos de WhatsApp.
Cuevas mencionó un robo que sufrió un vecino hace pocos días, quien al regresar a su hogar se encontró todo revuelto y con falta de joyas y dinero en efectivo. "En Güemes e Iturraspe el otro día a una madre le robaron mientras acompañaba a su hija a la escuela. Falta patrullaje policial en el barrio", ejemplificó sobre hechos delictivos que se dan de forma habitual.
Algo que sorprende es que durante la madrugada, sobre todo en casas de personas mayores, desconocidos tocan el timbre de forma insistente. "Algunos activan la alarma comunitaria por miedo y de inmediato prendemos las luces de nuestras casas para que los delincuentes sepan que estamos en alerta", indicó Esperanza y agregó: "Por suerte ninguna persona atiende, uno no sabe qué puede llegar a pasar. Creemos que se debe hacer algo por este tema y recurrimos a los medios porque no tenemos respuestas".
La nula o poca iluminación de los barrios (sean del centro, sur, norte, este u oeste) es un reclamo constante de las vecinales que se repite cada año. Este tema fue el eje central de la reunión que mantuvieron funcionarios del gobierno municipal, encabezados por el intendente Emilio Jatón, con referentes de vecinales de la ciudad. Allí, el compromiso de la Municipalidad fue poner en funcionamiento un plan para erradicar esta problemática general.
"Después de las seis o siete de la tarde no podes caminar tranquilo, la zona está muy oscura y en la calle te roban. Cuando se queman los focos a veces vienen a cambiarlos enseguida y en la mayoría de los casos pasan tres meses y seguimos sin luz", resaltó la vecina de Candioti Norte y lamentó: "Parece que estamos a la `buena de Dios´".