"Quedan suspendidos en todo el país los viajes grupales de egresados, de estudio y de grupos turísticos", expresa en uno de sus puntos el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el boletín oficial el pasado jueves. Con esta nueva restricción -que rige hasta el 30 de abril-, el turismo vuelve a padecer los efectos colaterales de la pandemia de Covid-19.
"Teníamos pasajeros para un viaje a Bariloche para el próximo domingo que tuvimos que cancelar. La misma operadora turística tiene actualmente un grupo de turistas en el Calafate y van a terminar su viaje ya que les quedan unos cuatro días", indicó Daniel Poletto, gerente de la empresa Tourfe, en diálogo con El Litoral, y mencionó que aquellos pasajeros que tenían programado su viaje para abril podrán reprogramar o pedir la devolución del dinero.
Las ventas con el inicio de la pandemia se vieron gravemente afectadas. En un cálculo del último año, el empresario resaltó que "se achicó en un 90 y 95%, porque las ventas fueron entre un 5 y 10% de lo que eran normalmente. Para colmo de males, habíamos tenido muy buenas ventas hacia fines del 2019 previo a la implementación del impuesto País (cargo del 30% sobre el dólar oficial) con picos de demanda". Con la llegada del Covid-19, muchos de esos pasajes tuvieron que ser devueltos o se reprogramaron, Poletto estimó que en un 90% no se usaron todavía esos pasajes.
Una crisis prolongada que no caduca
"El rubro no se ha recompuesto, ni mucho menos. Está cada vez peor", lamentó Guillermo Sabena, presidente de la Cámara de Empresarios Turísticos de Santa Fe y Región, perteneciente a la Bolsa de Comercio de Santa Fe, refiriéndose a las agencias de viajes y operadores turísticos. Al mismo tiempo indicó que algunos sectores "trabajaron un poco más como las cabañas, complejos de alojamientos, en la mayoría de las partes del país. Pero tras un año sin trabajar sirvió para pagar deudas y compromisos contraídos, no es por haber trabajado un poco en verano solucionó todos los problemas", observó Sabena.
Una de las problemáticas que tuvieron las agencias de viajes fue que los turistas durante el verano no contrataron a través de las empresas especializadas. "Todo el movimiento que se hizo en Argentina fue de un turismo cercano, más regional, al que vas en auto y podes ir de forma particular. No es el trabajo que pasa a través de una agencia de viaje", analizó el presidente de la Cámara, y agregó: "La gente escapa a encerrarse en un bus con mucha gente o a subirse a un avión, excepto que sea realmente necesario".
Tenés que leerEl Gobierno oficializó la prórroga de cierre de fronteras, vuelos suspendidos y medidas sanitarias para viajerosSabena ejemplificó la grave situación que atraviesan las empresas de turismo, donde a diario se arreglan las desvinculaciones de los empleados: "Mi operador turístico tiene un costo mensual de entre $ 1 millón y $ 1,5 millones, entre servicios, empleados, aportes y demás. Sin embargo, desde marzo del 2020 a marzo de este año recaudé , como mucho $ 1 millón, pero mi costo anual es de $ 30 millones, es inviable e imposible sostener".
Respecto a la ayuda estatal para sostenerse en pie ante la embestida de la pandemia, el empresario destacó que "los ATP del gobierno fueron un parchecito en una herida terminal, ayudó a sobrevivir a algunos un poquito más, pero ahora ya no hay manera. Ahí está el grave error de pensar que los empresarios de turismo nadamos en dólares y millones, y no es así, somos laburantes como cualquier otro", y agregó que tuvo que vender parte del capital logrado en 15 años de arduo trabajo, "vendí para tratar de no seguir generando deudas, liberé empleados para que tengan una salida digna, porque sino terminas en un concurso preventivo o en una quiebra".
Al mismo tiempo, el referente de la Cámara de Empresarios Turísticos de Santa Fe y Región preguntó a aquellos que consideran que un empresario de turismo nada en millones de pesos: "Me gustaría que piensen y se respondan ¿Qué harían un año sin ingresos?", y lamentó que "nadie tiene la culpa de lo que está pasando, y duele mucho ver que nadie cuide a nadie. Decir que si uno intenta trabajar con el turismo en estos momentos es mala persona, no piensan en que mi familia y la de miles de argentinos que viven del turismo también se pueden morir y perderlo todo".
Restricciones fronterizas
Hace unos días, Argentina cerró sus fronteras terrestres y solo personas con permisos excepcionales pueden cruzar. Situación diferente es la que se vive en el aeropuerto de Ezeiza, donde siguen llegando pasajeros del exterior. Poletto comentó que hay personas que están en el exterior que tienen que volver en los próximos días. "Hay vuelos que se acotaron mucho, pero hay compañías como American Airlines que tiene seis vuelos semanales desde Estados Unidos", contó.
Respecto a la demanda de argentinos que quieran viajar al exterior, sea por vacaciones, trabajo o por problemas de salud, sostuvo que "es muy limitada. En nuestra empresa que se dedica sobre todo a la emisión de pasajes internacionales, seguimos reprogramando de reprogramaciones del año pasado. Hay un ´cuello de botella` en las compañías aéreas. Por ejemplo, los vuelos a Europa operan pero los argentinos no pueden embarcar si no tienen visa comunitaria de algún país europeo o una visa laboral".
El gerente de Tourfe señaló que tuvieron ventas a personas que viajaban por cuestiones laborales. "Muchos creen que el que se sube a un avión en Ezeiza es para irse a una playa a relajarse y la realidad es que hay muchos que se van por ofertas de trabajo o realizarse estudios médicos. Hay que pensar que esa persona se va y después trae divisas al país, pero la visión es parcial", cuestionó Poletto.