A medida que se gana profundidad, el pozo ciego de la Casa de los Diez de Andino arroja novedades de suma importancia para la reconstrucción de la historia santafesina.
También salieron a la luz botellas de una antigua farmacia de la ciudad. Cómo avanzan las tareas arqueológicas en el lugar.
A medida que se gana profundidad, el pozo ciego de la Casa de los Diez de Andino arroja novedades de suma importancia para la reconstrucción de la historia santafesina.
Como se recordará, a fines de agosto un hundimiento en un sector de lo que hoy es el Museo Histórico Provincial de Santa Fe fue el puntapié inicial para una investigación a fondo. Con el correr de las horas, los especialistas dieron con un pozo ciego de la vieja casona.
Los primeros días de septiembre, El Litoral habló con Gabriel Cocco, Jefe de Investigación del Museo Etnográfico, quien anticipó que los primeros elementos encontrados fueron fragmentos de cerámica indígena o hispano indígena similares a los que encontramos en la Casa del Brigadier Estanislao López (ubicada en la esquina de 9 de Julio y General López).
Los investigadores informaron más hallazgos en los últimos días. Botellas y un fragmento de una fuente de loza fueron encontrados en las excavaciones. Ambos materiales contienen sus sellos distintivos.
La vasija lleva la figura de una fábrica neerlandesa. “Societe Ceramique Maastricht. Made in Holland”, se puede leer perfectamente. Además, el logo está compuesto por un león que también se puede ver sin problemas.
Al respecto, El Litoral volvió a entrevistar a Cocco quien explicó que el pozo “no estaba registrado y lo usaron de basurero, entonces tenía una capa de cuatro metros de escombro probablemente de cuando demolieron parte de esa casa y de aledañas en la década de 1940. Debajo sí hay basura de principios del siglo XX”.
En ese sentido, el investigador sostuvo que “hay restos de vajilla, botellas, entre otros elementos. Encontramos una fuente de losa en distintas partes, en realidad dimos con casi su totalidad. También mucho resto de fauna, animales como vacas, gallinas, peces, cerdos”.
“Seguimos excavando, estamos en los 5,40 metros de la superficie y todavía siguen apareciendo materiales arqueológicos”, continuó Cocco. Y agregó que hallaron objetos ligados a cuestiones farmacéuticas, sobre todo botellas. En una de ellas se aprecia a la perfección la inscripción “Farmacia Irigoyen”.
—¿Hasta dónde tienen pensado excavar?
—Hace rato venimos pensando que ya terminamos pero se mientras se pueda seguir excavando y bajando, siempre y cuando no corra riesgo el pozo. Tuvimos suerte de que no llovió. Hoy (N. del R: hace referencia al miércoles 27 de septiembre) terminamos de cavar y seguían apareciendo cosas.
—¿Cómo sigue la investigación?
— La idea es terminar de excavar y mientras tanto estamos revisando archivos de la Municipalidad por el uso y reglamentación de letrinas. Porque el pozo estaba con la bóveda de ladrillos y una estructura cuadrada así que probablemente éste era el lugar de la letrina. Esto no estaba documentado en los planos de la casa ni en los inventarios.
—¿Qué sucede si llueve?
— Todos los días lo cubrimos con maderas, nylon y otros objetos. Tuvimos que desarmar una parte de la bóveda del pozo para poder bajar bien. Esos ladrillos están pegados con barro, no tienen mezcla ni cal. Si cae una tormenta fuerte se inundaría y podría desmoronarse.
Otra cosa distinta es ver qué se haría con el pozo una vez que terminemos de excavar. Si es que se puede dejar expuesto de alguna manera o hay que taparlo. Esto lo definiremos con el director del Museo Histórico. Igualmente, quedan todos los registros que hicimos de plano, fotografías y filmaciones y, por supuesto, los objetos que serán expuestos en una muestra.
La fábrica neerlandesa
En Wikipedia se reconstruye parte de la historia de “La Société Céramique”, una fábrica de cerámica en la ciudad holandesa de Maastricht. La firma operó de forma independiente desde 1863 hasta 1958 y luego durante varias décadas como parte de N.V. Sphinx-Céramique y N.V. Koninklijke Sphinx.