Mientras el río Paraná frenó el descenso hace una semana y comenzó a repuntar, el operativo “Embalsado” entró en su etapa final en la Laguna Setúbal de Santa Fe.
Los trabajos para despejar el espejo de agua santafesino siguen pese a las bajas temperaturas y las malas condiciones en el tiempo.
Mientras el río Paraná frenó el descenso hace una semana y comenzó a repuntar, el operativo “Embalsado” entró en su etapa final en la Laguna Setúbal de Santa Fe.
En silencio, personal del Ejército completa las tareas de remoción que comenzaron el 3 de mayo. Sin importar las condiciones climáticas, integrantes del Cuerpo de Pontoneros del Batallón de Ingenieros y Anfibios de Santo Tomé prosigue con los trabajos de despeje.
Este lunes, un sobrevuelo del drone de El Litoral en la Setúbal pudo captar cómo marchan los trabajos y el momento en el que una embarcación “desprende” parte del embalsado.
Las tareas de esta semana, se centran entre los dos pilotes del ex puente ferroviario más cercanos a la costanera tradicional, frente al pintoresco Faro de la capital provincial.
Mientras que las estructuras del medio de la laguna quedaron prácticamente “libres” de vegetación acuática. Cabe recordar que el embalsado se formó en marzo y desde entonces dejó bloqueado el paso en ese sector.
La imposibilidad de cruzar la Setúbal preocupó a los habituales navegantes del espejo de agua, que realizan semanalmente actividades deportivas y recreación. Ante la falta de respuestas oficiales, un grupo reducido comenzó una lucha “mano a mano” con la vegetación pero no fue suficiente.
Fue así que autoridades, locales y provinciales acordaron con personal del Ejército para diagramar un plan de remoción. La primera “puerta” se abrió el 10 de mayo y desde entonces se amplió el lugar de paso.
Como explicó El Litoral, la pared “verde” está compuesta principalmente por canutillo, dos especies, camalotes y catay. Estas especies confluyen en el norte de la Setúbal y su viaje original termina en el Río de la Plata, luego de atravesar los principales puertos del río Paraná y el Delta.
El 20 de junio pasado, el río Paraná rompió la tendencia de descenso y comenzó a repuntar. Para ese día el nivel en el puerto santafesino fue de 1,44 mts, dos centímetros por encima de la jornada anterior.
Este lunes 26, la altura llegó a 1,90 mts en el hidrómetro local; es decir unos 46 cm más que la semana anterior.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA), el viernes indicaron que el panorama para las próximas semanas seguirá en ascenso.
Para esta semana que transcurre se espera que vuelva a medir por encima de los dos metros, llegando a 2,18 mts el 4 de julio próximo.
En el mismo informe, el INA indicó que las actuales “son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se encuentran en aguas bajas, en todo el tramo argentino”.
Y cierran: “De acuerdo con la perspectiva meteorológica y los caudales previstos desde la alta cuenca, los niveles se mantendrán en la misma condición, en leve ascenso, las siguientes semanas”.