Lo que alguna vez fue un lugar de risas y buenos momentos, hoy quedó bajo la suerte de las malezas y yuyos altos. Una imagen que se puede ver en muchos espacios públicos de la ciudad de Santa Fe y que fue uno de los temas del verano.
Fue un espacio recuperado hace cinco años en la zona de Dorrego y Pedro Ferré. Las malezas cubrieron por completo el lugar.
Lo que alguna vez fue un lugar de risas y buenos momentos, hoy quedó bajo la suerte de las malezas y yuyos altos. Una imagen que se puede ver en muchos espacios públicos de la ciudad de Santa Fe y que fue uno de los temas del verano.
Puntualmente, en esta oportunidad un equipo de El Litoral acudió al reclamo de vecinos de la zona de Pedro Ferré y Dorrego, esto es barrio Candioti Norte. Quienes viven allí vieron atónitos como el abandono le ganó a un espacio recuperado.
Se trata de una placita que fue pensada y llevada a cabo por los propios vecinos en 2019. El lugar, no muy extenso en metros cuadrados, contó por aquel entonces con un subibaja y hamacas. Quienes trabajaron para lograrlo, cercaron este espacio con cubiertas de autos en desuso.
“Ese pequeño predio era mantenido y desmalezado por ellos mismos ya que los niños lo usaban siempre y aún algunas personas que iban de paso los aprovechaban”, le dijo a este medio una vecina que prefiere resguardar su identidad.
El cambio de gestión en el citado año trajo consigo la falta de cuidado del lugar. Incluso los propios vecinos aclaran que pidieron las máquinas para cortar las malezas, pero no obtuvieron respuestas.
La plaza en 2019
Las malezas ganaron terreno y los resultados están a la vista. Las imágenes son elocuentes, los yuyos cubrieron todo el espacio para juegos y casi llegan a la altura del caño horizontal de la hamaca. Quién se atrevería a jugar allí.
La plaza en abril de 2023
“Hemos reclamado a la municipalidad muchas veces y cortan con maquinarias toda la zona pero allí no porque lógicamente no pueden hacerlo”, se lamentó la vecina.
Como si fuese poco, un inmenso árbol tuvo a mal traer a quienes viven en cercanías a la plaza abandonada.
Con la última tormenta, una rama enorme cayó sobre una casa. “Ya se había reclamado muchas veces para que lo podaran o sacaran pero sin resultados”, expresan los vecinos.
“En esa callecita pegada a los juegos siempre están jugando varios chicos pequeños y también circula gente que vive en el asentamiento. Fue un milagro que en ese momento no había nadie. El ruido que hizo la rama se escuchó hasta Güemes. Fue como una explosión muy fuerte y que motivó que todos los vecinos salieran a la calle”, comentaron.