Este 28 de abril volvió la Carpa Negra de los inundados a la Plaza de Mayo en Santa Fe. Se trata del símbolo de lucha de los vecinos en general y de los inundados en particular. Para la referente Claudia Albornoz, a 20 años de la inundación en Santa Fe, "se actualiza el dolor y la falta de políticas públicas, especialmente en salud mental", dice. "La lucha por la inclusión de psicólogos en los centros de salud en el oeste de la ciudad se logró después de la carpa que se plantó en la Plaza de Mayo", recuerda. La carpa es un símbolo de dignidad y solidaridad, que también funcionó como refugio y comida para las personas afectadas por la inundación. Recordar el 29 de abril de 2003 es "una oportunidad para demostrar la humanidad que aprendieron las personas y exigir a los gobernantes que también lo hagan", asegura.
En la Carpa Negra se realizará una vigilia para esperar este sábado el acto central por los 20 años de la inundación, anunciado para las 17 horas. Una hora antes la concentración partirá desde la Plaza del Soldado para marchar. En el acto habrá discursos y música en vivo.
Mirá tambiénInundación de Santa Fe en 2003: cómo avanzó y hasta dónde llegó el aguaActividades
- 16.30 hs Presentación Libro "Río Salado 2003" Editorial Legüera Cartonera. Ronda de lecturas en la Plaza 25 de Mayo
- 18 hs Radio Abierta, Radio en la Mira " Salud Mental e Inundaciones " LaZitoLema y movimiento NuestraAmerica. Plaza 25 de Mayo
- 20 hs Vigilia para reflexionar sobre los territorios, a 20 años de la inundación evitable.
- 9 hs instalación de la muestra fotográfica " El Revelar de las Ollas " La Poderosa.
Actividades con vecinxs, murgas.
- 17 hs Acto central. Plaza 25 de Mayo. Micrófono abierto, recordación de las muertes.
Un día para pensar
-¿Cuál es su primera reflexión, a 20 años de la inundación? -preguntó El Litoral a Claudia Albornoz, una de las principales referentes de la Carpa Negra.
-Lo que me parece que se actualiza mucho es el dolor y la falta de políticas públicas en salud mental. Eso es lo que vimos este año en particular, como un desgaste muy fuerte del trauma que se actualiza cuando llega la fecha, sobre todo porque en los centros de salud no encontramos contención, no hay turnos.
Mirá tambiénUn expediente de 1996 ya advertía cuál era el riesgo de dejar abierta la defensaEsto es algo por lo que lucharon desde los barrios del cordón oeste. Porque antes del 2003, los centros de salud del oeste "no tenían psicólogos y psicólogas. Lo logramos después de la lucha. Me acuerdo perfectamente cuando el 25 de mayo de 2004 viajamos a Buenos Aires y pusimos la carpa en la Plaza de Mayo. Había un gran festival, después se fueron todos y nosotros nos quedamos. Y ahí le reclamamos a la Secretaría de Derechos Humanos del presidente Néstor Kirchner. Nos armó una reunión de gabinete con (el ministro de Salud) Ginés (González García) y de ahí se motorizó la llegada de los psicólogos a los centros de salud en el oeste. Parecía que en la situación de pobreza no hay subjetividad, como que no necesitábamos de la salud mental. Hoy vuelve a ser necesario. Primero, porque la crisis económica creo que nos pone en un lugar muy parecido a ese 2003, o a ese 2001, cuando en el 2003 empezábamos a salir y llegó el agua, llegó el río por esa defensa abierta. Entonces, hoy vos ves como muchas vecinas, sobre todo las más grandes, las que vivieron directamente esa inundación, vuelven a sentirse golpeadas psicológicamente desde la aflicción de no tener para comer, hasta las situaciones en las que sigue lloviendo y en algunos lugares del oeste todavía la obra pública no está. Entonces, obviamente que esos barrios se vuelven a inundar por lluvia y eso es generar nuevamente condiciones de zozobra, de mucho sufrimiento psicológico".
-En particular a vos, ¿qué sensación es la que le recorre al montar la carpa acá, en este lugar, abajo de este árbol, donde alguna vez en 2003 la plantaron?
-Es volver a pensar en los que no están. Eso es lo primero que te pasa. Nosotros, cuando llegamos a esta plaza un 27 de julio, que fue la primera vez que plantamos la Carpa negra y nos quedamos 198 días, nos conocimos con mucha gente, porque no nos conocíamos con gente de otros barrios. Me acuerdo de Mónica Fessi, mi compañera de carpa, nosotros distribuíamos los días, había una carpa de varones y otra de mujeres. Y los viernes nos tocaba con la Moni, con sus hijos y el mío, y compartíamos toda la noche, porque nos quedábamos a dormir. Hablábamos mucho. Hoy la Moni nos hace falta muchísimo. Y hoy también nos va a hacer falta Ana María Salgado, la "Negra", que tampoco va a estar en la plaza. Ella también fue muy importante ese 29 de abril, cuando todos sus alumnos empezaron a subir al techo de su escuela en Santa Rosa de Lima. Y la "Negra", por más que tenía el peronismo impregnado en la piel, era crítica de lo que había pasado, cosa que muchos no hicieron. Me parece que eso también es un dolor, entender que muchos no hicieron la crítica desde los partidos políticos. Me parece que ese, cuando armás la carpa, es el primer dolor que te nace; y toda la nostalgia de no ver a mis compañeras y a mis compañeros.
-La Carpa Negra es el mejor símbolo de dignidad de esta ciudad. Me parece que es eso, en el recuerdo de las vecinas y vecinos. Es la dignidad de no vendernos, de entender que lo que decíamos hace 20 años atrás es la verdad, y es todo lo que descubrimos y aprendimos sobre cómo funciona la justicia, cómo funciona el gobierno provincial, el municipal, es cómo aprendimos sobre cómo se licitan las obras, es esa dignidad que encontramos acá es la Carpa Negra, la dignidad puesta en la plaza a donde se sigue luchando. Este año es blanca. La primera carpa fue verde, la cubríamos con lonas negras. Nosotros elegimos que sea negra porque también hubo una gran lucha de la Carpa Blanca, que era la carpa de los docentes y que también luchaba por esas trabajadoras y trabajadores de la docencia. De ahí aprendimos que la carpa significaba mucho en una plaza. Entonces pensamos en una carpa negra por el dolor y porque el Salado había dejado todo negro. Y porque la impunidad es negra.
-La carpa es un símbolo, pero también fue refugio de quien lo perdió todo.
-Sí, había muchos que no volvimos. Yo no volví hasta un año después. Tenía miedo por mi mamá, que estaba viejita. Si la llevaba al barrio de nuevo yo pensaba que se iba a morir al ver eso, de ver el desastre que había quedado. Muchos no tenían casa, muchos estaban realmente en una situación de muchísimo desamparo. Esta carpa amparó y abrazó. Veníamos de diferentes sectores económicos. Lo que estábamos realmente en la lona, porque si no trabajábamos no comíamos, pasábamos mucho tiempo acá, porque también se comía, porque siempre la olla funcionó en la carpa, porque pasaba la gente y nos dejaba algo, bizcochos, un pan casero, tomábamos mate, después nos empezaban a traer los mecheros, una garrafa, cocinábamos. Entonces esta carpa también daba de comer a familias que no teníamos nada, que habíamos perdido.
-¿Este año costó armarla? ¿Qué pasó?
-Alquilamos la carpa a un señor sin escrúpulos que nos estafó por $20 mil. Lo va a tener que devolver, pero nos dejó sin carpa. Solidariamente llegó la carpa de La Revuelta, que tiene más contenido simbólico que cualquiera que podamos alquilar, porque en esta carpa el Bachi da clases cuando en La Vuelta de Paraguayo se inunda.
-¿Por qué tendría que ir la gente este sábado a la plaza?
-Porque el 29 de abril del 2003 aprendimos mucha humanidad. El pueblo mostró toda la humanidad. El pueblo, la ciudad de Santa Fe, los de la ciudad seca que nos salvaron, que nos abrazaron y nos dieron un abrigo. Aprendimos mucha humanidad. Los que no aprendieron humanidad son los que gobiernan. Entonces, tenemos que estar en la plaza para que los que gobiernan aprendan humanidad.
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