Lía Masjoan
El ministro Drisun reconoció el problema pero no anunció medidas concretas. Por la tarde se reúne con las autoridades del hospital y jefes de la Guardia.
Lía Masjoan
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Twitter: @lmasjoan
Los hechos de violencia que se produjeron el fin de semana pasado en el hospital Cullen motivaron que el ministro de Salud de la provincia, Mario Drisun, diera una conferencia de prensa esta mañana. Por la tarde, tiene previsto reunirse con las autoridades del hospital y jefes de Guardia, una de las áreas más expuestas a la inseguridad, para analizar algunas acciones a poner en marcha.
Restringir el acceso de las visitas de los pacientes allí internados es para los trabajadores una de las medidas más necesarias. Pero el ministro no se mostró muy convencido de que esto pueda generar soluciones y sea de fácil implementación.
“Por supuesto que nos preocupa y hace ya tiempo que venimos trabajando respecto a cómo abordar las cuestiones que tienen que ver con la seguridad en nuestros efectores públicos”, aseguró. Y relacionó el problema “con la situación general que vive la sociedad, las situaciones de violencia son casi cotidianas en los barrios y discusiones que antes se podían producir entre vecinos hoy terminan en forma violenta”. De todos modos, reconoció que “nuestra responsabilidad principal es proteger y cuidar a nuestros trabajadores en los efectores públicos”.
Respecto de cómo lograr esto y mejorar la seguridad, Drisun dijo que no es “proclive a pensar en hospitales enrejados y llenos de policías; hay toda una tarea que hay que ir haciendo para que las cosas sean de otra manera. Sin embargo, las situaciones casi que nos obligan. el destacamento dentro de un hospital parece contradictorio, pero hoy ya es parte de la realidad. Ya está casi funcionando, se ha estado refaccionando un espacio físico y se están ajustando los mecanismos para que la policía actúe de la mejor forma, junto con la dirección del hospital y el consejo de administración”.
Preguntas en la conferencia
— ¿La policía va a controlar el ingreso?
— El plan minucioso se está discutiendo entre las autoridades policiales y las del hospital. Las tareas específicas que tienen ahora son las de controlar, mirar, ver situaciones que pueden generar alguna cuestión.
— ¿Pero van a darles un protocolo? Porque sino es prácticamente lo mismo que está ahora.
— Por supuesto, el protocolo se va a hacer, la forma de organizar la tarea de la policía junto con los equipos se va a ir definiendo, hay grandes líneas y después habrá que ir definiendo cómo minuto a minuto iremos abordando los problemas. Vamos a ir haciendo todas las cosas que consideremos necesarias, pero es un hospital. Y tenemos que encontrar las mejores condiciones con quienes trabajan ahí, protegiendo la integridad de cada uno de ellos. Y, por otro lado, garantizar que las situaciones de violencia no ocurran dentro del hospital.
— ¿Se va a restringir el ingreso?
— Sepamos que son hospitales que tienen muchos años, es dificultoso tener un control estricto de cada una de las entradas. Pero habrá que ir reduciendo las puertas de ingreso a cada uno de esos pasillos inmensos. La metodología de cómo vamos a ir ajustando el ingreso al hospital la iremos viendo día a día y circunstancia por circunstancia. Con los familiares tendremos que tener cuidado para que no paguen unos por otros.
Puertas abiertas
El ministro calificó la situación como “compleja” y defendió el concepto de “hospital de puertas abiertas porque necesitamos que la gente confíe en el hospital. Pero a la vez tenemos que ver cómo logramos que nuestros trabajadores estén protegidos y se sientan bien”.
Ayer, una de las jefas de la Guardia, María Pía Bernardi, dijo a el Litoral que “el concepto de hospital de puertas abiertas es que todo el mundo ingrese y sea atendido pero no que venga cualquiera a cometer un acto de violencia dentro de la institución”, como de hecho viene sucediendo.
“Iremos charlando las medidas, no hay un protocolo estricto como cuando entramos a una cárcel. Habrá que reducir la cantidad de personas que acompañan a un paciente, tenemos que ver de qué manera las implementamos para que no sean traumáticas para nadie porque las situaciones de violencia no parecen estar reduciéndose, al contrario”, finalizó el ministro, sin aportar mayores detalles ni soluciones que lleven tranquilidad a quienes a diario están en la trinchera de la atención pública. Quizás puedan encontrarlas esta tarde cuando abran una instancia de diálogo y reflexión.