Un yogur desarrollado por científicos en Santa Fe mejora síntomas gastrointestinales
Fue elaborado por investigadores de CONICET UNL en el Instituto de Lactología Industrial. “Todas las personas que lo consumieron manifestaron mejoras gastrointestinales”, dijo el investigador Gabriel Vinderola, “con menos constipación, evacuación incompleta e hinchazón”. Ahora buscan insertarlo en el mercado.
Elaboración. Los científicos trabajaron unos seis años en un laboratorio local hasta alcanzar el resultado esperado.
Gentileza INLAIN.
Un estudio clínico género evidencia científica respecto a la mejora de determinados parámetros de la salud luego del consumo. El yogurt diseñado por un equipo de investigación del Instituto de Lactología Industrial (INLAIN CONICET-UNL), mejoró indicadores sanguíneos y sintomáticos en el aparato digestivo de los voluntarios, supera el perfil nutricional de la oferta clásica y está listo para ser transferido para su producción y comercialización.
“El yogurt cuenta con características particulares”, explicó Gabriel Vinderola, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en el Instituto de Lactología Industrial (INLAIN, CONICET-UNL). “Tiene mayor contenido de proteínas, para dar saciedad; no contiene lactosa, por la problemática creciente de intolerantes; y cuenta con la menor cantidad de potenciales sellos negros -etiquetado frontal-, porque se utilizó como único edulcorante: stevia (endulzante natural)”, enumeró.
Listo. El yogurt elaborado para mejorar la calidad de vida de quienes lo consuman.
Gentileza INLAIN.
En cuanto al proceso de desarrollo de este nuevo producto, Vinderola dijo que “el yogur se logró después de una serie de pruebas de distintas formulaciones y se ensayó -primero- en un modelo animal de obesidad. En dicho ensayo, los ratones que recibieron una alimentación rica en grasas -con o sin el yogur-, y allí se observó que la administración del yogur mejoraba los parámetros inflamatorios de la dieta rica en grasas. Esto dio la primera pista que podría tener un efecto positivo en humanos”.
Las pruebas de rigor
Luego de la prueba en animales se organizó el estudio clínico, junto a médicos de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Dr. Fabio Nachman, gastroenterólogo de la Fundación Favaloro. Se invitó a personas con sobrepeso a participar, de ambos sexos, entre 18 y 65 años de edad, de la ciudad de Santa Fe. En total se anotaron 43 voluntarios, los cuales consumieron 5 días a la semana, durante 4 semanas, el yogurt que se producía semanalmente en la Escuela Técnica N° 298 "Don Miguel Manfredi" (Franck, Santa Fe).
Elaboración. Los científicos trabajaron unos seis años en un laboratorio local hasta alcanzar el resultado esperado.
Gentileza INLAIN.
“Las personas se hicieron un análisis de sangre -antes y después de consumir el yogur-, donaron una muestra de materia fecal -también antes y después- para poder estudiar su microbiota intestinal; y finalmente, respondieron un formulario de síntomas gastrointestinales antes, durante y al finalizar el ensayo. Ninguno abandonó el estudio y todos comentaron lo rico y bien que les caía el producto. Muchos notaron que regularizaron su tránsito intestinal”, explicó Vinderola, y agregó: “Los resultados mostraron que se mejoraron varios parámetros sanguíneos, mejoraron los síntomas gastrointestinales -sobre todo en mujeres-, y hubo ligeros cambios en la microbiota que podrían estar relacionados a la disminución de bacterias inflamatorias, con menos constipación, evacuación incompleta e hinchazón”. Dicho análisis de la microbiota se ejecutó en colaboración con la Universidad de Kiel, en Alemania.
Cabe aclarar que, si bien el estudio se realizó con personas con sobrepeso, el yogur es apto y beneficioso para toda la población.
El proyecto de investigación que demandó unos seis años de estudios fue financiado por Conicet y recibió el apoyo de Milkaut, quien le suministró ingredientes lácteos para la elaboración del yogurt. Participó todo el personal del INLAIN -investigadores, investigadoras, docentes, y personal de apoyo-; además, las becarias de CONICET Victoria Beret y Melisa Puntillo, realizaron su formación doctoral y posdoctoral, respectivamente.
Elaboración. Los científicos trabajaron unos seis años en un laboratorio local hasta alcanzar el resultado esperado.
Gentileza INLAIN.
Si bien el INLAIN tiene una larga tradición -desde la década del 70- en el desarrollo de productos lácteos fermentados y de mejoras en los mismos, para lograr resultados que mejoren los procesos y eleven la calidad de los productos y la materia prima; su creación en tanto unidad ejecutora de doble dependencia -CONICET, UNL- data del año 2007.
“El trabajo se está preparando para ser publicado en una revista internacional y el producto podría ser transferido a alguna empresa láctea para su producción y comercialización, tal vez con algún alegato de salud si se lo presenta al ANMAT, como un nuevo alimento funcional”, detalló la Directora del INLAIN, Andrea Quiberoni.
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