Sábado 6.2.2021
/Última actualización 12:57
Si una enseñanza deja la pandemia que la sociedad atraviesa por Covid-19 es la necesaria toma de conciencia de qué tipo de vínculo se debe establecer entre las personas y los animales, para evitar la zoonosis. Esto es, la transmisión natural de enfermedades infecciosas desde animales vertebrados al ser humano.
La estrecha interacción entre hombres y animales es uno de los factores que propicia una mayor diseminación de las zoonosis, sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y su impacto no solo radica en el daño a la salud pública, sino que ocasiona severas pérdidas económicas.
Es por ello que atendiendo a las recomendaciones de los especialistas, desde la Municipalidad de Santa Fe se desaconseja continuar con una tradición arraigada en los santafesinos, la que consiste en visitar el Palomar ubicado en la esquina de La Rioja y Rivadavia, para darle de comer a las palomas, para que estas se trepen encima de las personas y así retratarse en una fotografía.
"Ir a darle de comer a las palomas era una tradición santafesina, pero no es necesario ello, ya que las palomas se procuran solas el alimento, al igual que el resto de las palomas de la ciudad", comenzó diciendo el secretario de Ambiente municipal, Edgardo Seguro. Entonces, "dados los riesgos zoonóticos, no es recomendable continuar con lo que antaño hacíamos: tocarlas, estar en contacto y alimentarlas".
En consecuencia, el objetivo de la actual gestión municipal es mantener el Palomar en buen estado sanitario y edilicio, pero desaconsejar que la gente vaya a darle de comer a las palomas.
En ese sentido y ante el notable estado de abandono en el que se encontraba el Palomar, días atrás comenzaron a realizar tareas de mantenimiento. Las mismas fueron consensuadas con miembros de una ONG que lo reclamaba. "Las primeras intervenciones fueron las más importantes", advirtió Seguro. "Se limpiaron los 750 nidales (ocupados por dos palomas cada uno) que en más de un 50 por ciento estaban obstruidos por 480 kilos de guano (estiércol)", detalló el funcionario. "Ese guano viejo que vuela es uno de los mayores contaminantes".
El Palomar de la plaza Colón fue construido en 1940 durante la intendencia de Francisco Bobbio, al igual que el piletón didáctico para que las niñas y niños aprendan el mapa de la provincia con la subdivisión de sus 19 departamento que está en el fondo, el que acompaña el paseo rodeado de un jardín de plantas y flores, ubicado a metros del centro de la ciudad y frente al Puerto. "Hacía muchos años que no se realizaba una limpieza integral de este tipo", dijo Seguro.
El edificio del Palomar propiamente dicho tiene rejas circundantes para evitar el acceso de personas. Las palomas ingresan en libertad por el techo para ir a sus nidos.
Tras retirar el guano "se hizo una desinfección y encalado de los nidos vacíos, sin tocar los nidos ocupados por pichones", indicó Seguro. Y en adelante se implementó un manejo de los nidos para mantenerlos limpios. Así concluyó la primera etapa.
Desde este lunes la Municipalidad inició obras de infraestructura para restaurar la base del Palomar, "que fue deteriorada por la inundación de 2003 y por filtraciones de los bebederos", indicó el funcionario a cargo de Ambiente municipal. "Hay socavones y también hubo que hacer un control por presencia de roedores".
Los bebederos fueron "suprimidos. La gente tiene la idea de que hay que darles de beber, pero las palomas se procuran el agua por sí mismas, al igual que el resto de las aves", explicó Seguro. Por desconocimiento de ello, la gente "rompía las canillas para darles agua y se generaron las filtraciones y averías". Y ahora comienzan las obras de reparación del piso. Será a nivel y se utilizará pintura epoxi, con una canaleta perimetral de desagüe.
También está prevista la limpieza de los desagües actuales -que están taponados- y generar una cámara de sedimentación con bocas de inspección para limpiar y mantener a diario los desagües. Una vez finalizadas las tareas, con los desagües libres y el piso pintado con epoxi, se utilizará una hidrolavadora para mantenerlo en condiciones.
En paralelo tienen previsto restaurar el cerco perimetral para evitar el ingreso de personas, pintar el edificio y generar fuentes externas tipo bebederos. Esta intervención integral demandarán a la Municipalidad una inversión que ronda 1 millón de pesos, con un plazo de obra estimado en 30 días.
"La actual gestión recibió un Palomar muy deteriorado, con falta de limpieza, suciedad y con una persona que vendía el alimento para que los visitantes les den de comer a las palomas. En realidad, esta persona no tenía ningún tipo de vinculo con la Municipalidad", dijo el secretario de ambiente, Edgardo Seguro. "Incluso tenía la llave del Palomar", enfatizó. "Y no entendemos en calidad de qué estaba allí. La idea es que no se venda alimento ni se le de de comer a las palomas".
"Desde mayo del año pasado, la plaza Colón tiene dos placeros encargados de la limpieza de todo el paseo, incluido el Palomar. Cubren todo el día, incluido el fin de semana", dijo Seguro.
-¿Qué pasó con la persona que vendía alimentos?
-Sigue yendo a vender alimento, pero sin ningún tipo de relación con la Municipalidad. Ya no tiene la llave del Palomar.